Alcoy retoma el proyecto del puente de Serelles año y medio después de su desbloqueo judicial

La obra se presupuesta en 3.786.000 euros y se sufragará casi en su totalidad con el aval incautado a la empresa que promovió la fallida urbanización de la zona

La urbanización de Serelles y el barranco que debe salvar el futuro puente.

La urbanización de Serelles y el barranco que debe salvar el futuro puente. / LUCIO ABAD

Alcoy ha retomado el proyecto para construir el puente de Serelles, año y medio después de que se desbloqueara su situación judicial, tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) que dio la razón al Ayuntamiento al cabo de un litigio que ya entonces se prolongaba desde hacía seis años. La Junta de Gobierno ha aprobado este mes de diciembre el trámite para iniciar el proceso administrativo que desembocará en la ejecución de esta infraestructura, y prevé llevarla a cabo entre 2023 y 2024. Se espera, por tanto, que en los próximos meses pueda realizarse la licitación.

El puente de Serelles debe unir el casco urbano de la ciudad, a la altura de la piscina municipal José Trenzano, con la urbanización que se empezó a construir en la década de 2000 en la partida homónima, y que resultó fallida. Apenas un puñado de todas las viviendas previstas en este controvertido desarrollo residencial llegaron a terminarse y se encuentran habitadas, mientras que de otras solo llegó a levantarse el esqueleto, aunque la mayor parte de los terrenos permanecen vacíos, únicamente con los viales abiertos. Llegar hasta allí únicamente es posible por el momento a través de la partida de Cotes Altes.

El proyecto tiene un coste de 3.786.000 euros, que se sufragarán casi en su totalidad con el aval incautado a la empresa que debía haber construido inicialmente el puente, la promotora de la urbanización fallida. En 2016, tras ratificarse que esta firma no tenía derecho a recuperar el aval, se inició el proceso para ejecutar la infraestructura, pero el recurso de una de las mercantiles concurrentes desembocó en una paralización cautelar de los trabajos, que tuvieron postergada la actuación durante cinco años. No fue hasta abril de 2021 cuando el TSJCV dio la razón al Ayuntamiento.

Urbanización de Serelles, donde solo unas pocas casas se encuentran terminadas y habitadas.

Urbanización de Serelles, donde solo unas pocas casas se encuentran terminadas y habitadas. / LUCIO ABAD

El citado aval asciende a 3,7 millones de euros, con lo cual la cantidad que saldrá directamente de las arcas públicas es relativamente limitada. No obstante, fuentes municipales explican que la obra tendrá un carácter plurianual, y que ese importe se consignará en los presupuestos municipales de 2024. Se estima que la duración de los trabajos será de nueve meses, una vez pasada toda la tramitación administrativa.

Cruce de acusaciones

El equipo de gobierno ha aprovechado este desbloqueo para cargar contra el grupo municipal del PP, al que acusa de haber "mentido" cuando, en el pasado, aseguró que el PSOE había "renunciado" a construir el puente de Serelles. El vicealcalde y concejal de Obras, Jordi Martínez, ha señalado que "debemos cumplir con la legalidad, y también hacer una urbanización digna para los vecinos, que no tienen culpa de este proyecto ruinoso propiciado por el PP". En este sentido, recuerda que "para cumplir con la legalidad lo que debemos hacer antes que nada es restablecer los barrancos o nos expondríamos a más sanciones, pero el proceso no ha parado en ningún momento".

Los populares han salido al paso de las críticas asegurando que este anuncio de desbloqueo del puente de Serelles se debe a la "presión" ejercida para ello por la oposición. El portavoz de la formación, Quique Ruiz, celebra que "por fin el PSOE ha entendido que no podía dejar tirados a los vecinos de Serelles". Y recuerda que en abril, tras hacerse pública la sentencia del TSJCV, el gobierno socialista afirmó que la ejecución de esta infraestructura "no era prioritaria". Además, considera que la obra es "clave" para que pueda acabarse la primera fase de la urbanización, que lleva a medio construir ya más de una década.