Chequeo al símbolo vegetal de Ibi

El singular y centenario "plátino" de la Plaça de la Palla, testigo de la transformación de la localidad, se somete a labores de mantenimiento

El veterano "plátino" de la Plaça de la Palla de Ibi, en una imagen tomada este jueves.

El veterano "plátino" de la Plaça de la Palla de Ibi, en una imagen tomada este jueves. / Antonio Teruel

El platanero que preside la Plaça de la Palla de Ibi viene siendo testigo mudo del transcurrir de la vida de la localidad desde hace ya más de tres centurias. Se desconoce exactamente su antigüedad, pero es presumible que naciera más o menos a la vez que el crecimiento de la villa primigenia en el siglo XVIII dio lugar a la actual plaza, que acabaría siendo la principal de la población. Mucho después, ya en el siglo XX, vio también cómo aquel pueblo de calles estrechas, sinuosas y alargadas donde vivían apenas 4.000 personas daba paso en muy poco tiempo a un núcleo urbano seis veces mayor. La población creció y cambió, pero el viejo árbol se mantuvo como emblema y recuerdo de épocas pasadas.

Generación tras generación, hasta la actualidad, el "plátino" ha sido el símbolo vegetal por excelencia de Ibi. Y de alguna manera está reconocido oficialmente como tal, puesto que figura en el Catálogo de Árboles Monumentales y Singulares de la Generalitat Valenciana. Se calcula que puede tener más de 350 años, una edad que inevitablemente pasa factura. A esto se suman algunos de los avatares que este ejemplar ha tenido que soportar, el peor de todos quizá cuando en la década de 1980 le prendieron fuego en un acto vandálico. Sobrevivió al ataque, pero su salud desde entonces ha venido siendo más delicada.

Trabajos de mantenimiento del árbol que se han realizado en los últimos días.

Trabajos de mantenimiento del árbol que se han realizado en los últimos días. / INFORMACIÓN

Estos últimos días, un equipo especializado de Patrimonio de la Generalitat ha estado realizando labores de mantenimiento y conservación del árbol. Tal y como señalan fuentes municipales, los trabajos han consistido en la poda de las ramas más altas, así como de aquellas que pudieran hacer un "efecto vela" e impedir que el aire llegara a las zonas más bajas, causando en definitiva un daño irreparable al ejemplar. Asimismo, se ha comprobado que los puntos de fijación se mantengan bien, garantizando así la seguridad del árbol y protegiendo el tronco de humedades y plagas.

En este sentido, se han colocado testigos para ir viendo la evolución de la salud del "plátino" y su estabilidad. La próxima visita de los técnicos, indican las mismas fuentes, se realizará a finales del mes de agosto, para comprobar que la situación sea óptima. Por el momento, desde el Ayuntamiento destacan que el árbol se muestra "más vigoroso que en otras ocasiones", y que está respondiendo bien a los tratamientos que se le han ido aplicando. El área municipal de Medio Ambiente se muestra contenta con el buen estado de salud que presenta este emblema vegetal.

La Plaça de la Palla en la década de 1940, cuando aún no se había talado el "plátino" de la parte sur, con el ejemplar que sobrevive en primer término.

La Plaça de la Palla en la década de 1940, cuando aún no se había talado el "plátino" de la parte sur, con el ejemplar que sobrevive al fondo. / ARCHIVO MUNICIPAL DE IBI

Tras el ataque sufrido en la década de 1980, en el que resultó muy dañado el tronco, se afianzó la estabilidad del árbol con una placa de cemento, que se retiró en los primeros años del siglo XXI. Por aquel entonces, el ejemplar se encontraba en un avanzado estado de deterioro, lo que hizo temer por su futuro, pero la intervención de la Generalitat, a instancias del Ayuntamiento, logró frenar la degradación del "plátino", que se ha recuperado en estos últimos años de una manera bastante significativa. Además, se han conseguido 50 esquejes del árbol, de los cuales han enraizado dos, por lo que se ha asegurado su continuidad.

El "plátino" del lado norte de la Plaça de la Palla es el único que sobrevive de los tres ejemplares que hubo en esta vía pública; los otros dos, que tenían unas dimensiones similares al que queda, desaparecieron a lo largo del siglo XX. El de la parte central de la plaza se taló durante la Guerra Civil con el objetivo de conseguir leña, mientras que el del extremo sur fue también cortado a finales de la década de 1950 y en su lugar se instaló una "cruz de los caídos", la cual fue retirada tras la llegada de la democracia. En su lugar se ubica hoy un nuevo "plátino", que no tiene las dimensiones del histórico ni mucho menos el mismo valor social, pero que tal vez con el tiempo acabe convirtiéndose también en un símbolo.

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