La magia vuelve a Alcoy con la cabalgata de los Reyes Magos

Miles de personas inundan las principales vías de la ciudad para arropar a sus majestades de Oriente, que con la ayuda de los característicos pajes se han encargado de repartir de abajo a arriba la ilusión en forma de paquetes

Ni la lluvia ni el frío han sido un impedimento para que la magia envuelva Alcoy con la llegada este viernes de sus majestades de Oriente. Puntuales, Melchor, Gaspar y Baltasar, no han faltado a la cita de cada 5 de enero y sobre sus dromedarios y con la indiscutible ayuda de los pajes se han encargado de repartir ilusión entre pequeños y mayores. 

La jornada ha comenzado bien temprano con el Campamento Real en el Preventorio. Los dromedarios reales han podido descansar y los pajes se han encargado de colocar y rotular con nombres propios los paquetes de cada uno de los alcoyanos y las alcoyanas. Allí, ha estado también el escribano, que se ha dedicado a supervisar las cartas depositadas en las burritas en la tarde del jueves durante el Bando Real. 

No obstante, los momentos más esperados llegarían por la tarde, ya que desde primera hora más de 200 personas se daban cita en la plaza de España para aguardar la llegada de los reyes. Y es que la Cabalgata de Alcoy ha provocado que lleguen a la ciudad turistas de todas las partes del mundo, desde México hasta Francia. Tampoco ha faltado el turista de la Comunidad y la provincia.

La estrella que guía a la comitiva real ha sido la primera que ha irrumpido en el desfile. Seguida de ella, se han podido escuchar los timbales y las dulzainas, entonando los villancicos navideños más populares. 

La llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar sobre sus monturas reales por las calles ha sido uno de los momentos más emocionantes de la tarde. Como marca la tradición, una multitud de pequeños acompañados por sus padres se han se han agolpado con la llegada de los reyes.

Otro momento simbólico de la Cabalgata de Alcoy ha sido la adoración. Sus majestades han llegado a la plaza de España y, a su paso hasta el pesebre, una lluvia dorada ha comenzado a brotar sobre la iglesia Santa María, a la que le ha seguido un espectacular castillo de fuegos artificiales que ha iluminado el cielo durante más de seis minutos. El Ayuntamiento ha apagado el alumbrado navideño para la ocasión para disfrutar al máximo del momento, que ha sido uno de los más especiales de la ya entrada noche.

Una vez despedida la comitiva real de la plaza de España, esta ha puesto rumbo por el carrer Sant Llorenç hasta la avenida del País Valencià. Tras los reyes, han hecho su aparición los distintivos pajes, que con sus uniformes negros y rojos han comenzado la entrega de los paquetes domicilio por domicilio. En escalera o a pie, en grupos de dos o de cinco, estos personajes se han encargado de repartir las grandes pilas de regalos que los alcoyanos han pedido. 

Así ha sido como un año más, los Reyes Magos han vuelto a dejar su estela por esta ciudad, que ya duerme pensando en despertarse de nuevo el día 5 de enero del próximo año.