Cocentaina saca a la calle sus Nanos

Els Nanos han tomado este miércoles las calles del Raval de Cocentaina. Como cada año, justo en la mitad de la Cuaresma, esta zona del casco antiguo de la villa condal se ha llenado de estos peculiares monigotes, que dispuestos junto a las puertas de las casas hacen sátira de la actualidad local y de los personajes públicos que la encarnan, acompañados de cartelas explicativas o, en el caso de las críticas a alguien en particular, de fotografías de los aludidos. Una tradición con una gran singularidad, única en el entorno más próximo a Cocentaina, y que todos los años es muy esperada por los vecinos.

Se trata de figuras hechas normalmente con trapo y cartón y ataviadas con ropa vieja. Sus autores son anónimos, y ahí precisamente radica parte de la gracia de la fiesta, aunque la ubicación de los Nanos o su ropaje, o tal vez algún sello característico dan a menudo pistas sobre quién puede haberlo hecho. Hay, en cualquier caso, quien se lo toma muy en serio, poniendo a sus figuras atuendos como los trajes tradicionales de la localidad o trabajándose mucho las cartelas donde cuentan lo que quieren transmitir. No hay un premio a la mejor creación; la satisfacción aquí consiste en que la figura reciba el mayor número de visitas posible y que sus críticas tengan algún eco.

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Esta vez, las deficiencias en algunos servicios públicos como los autobuses interurbanos han centrado buena parte de las críticas, junto con la actualidad política local y el pacto tras las elecciones del año pasado que dio lugar al actual bipartito entre Compromís y el PSOE. Y también, cómo no, la degradación del casco antiguo, que en algunos casos se ha querido hacer más visible situando los Nanos en las paredes de alguna casa abandonada o sobre la valla de algún solar resultante de la demolición de una vivienda. Y como buena parte del público de la fiesta son escolares, muchos mensajes también se dirigían a los más pequeños, por ejemplo animándolos a jugar en la calle o acudir a la biblioteca.

Es tradición que los estudiantes de Infantil y Primaria de Cocentaina visiten el Raval para ver Els Nanos, y también lo había sido el que la Asociación de Vecinos del casco antiguo les ofreciera chocolate con buñuelos y churros. Ante la imposibilidad de hacerlo este año, se ha encargado de organizar este desayuno el Ayuntamiento. La autoridad municipal ha animado además a recorrer las calles del Raval y ver el resultado de la creatividad de los vecinos, al tiempo que ha encajado las críticas con buen humor y tomando nota de ellas.

El alcalde, Jordi Pla, destaca que se trata de "una expresión artística popular y a la vez anónima", y que "a través de la sátira podemos conocer propuestas y reivindicaciones". También incide en que "el barrio se organiza" para que esta fiesta sea posible, en la que las asociaciones tienen "un papel fundamental". El primer edil añade que las críticas "son algo muy sano y positivo, y a las collejas que la ciudadanía no da en este día debemos dar respuesta". Pero sobre todo, recalca, "es bonito verte en forma de Nano".

También la concejal de Patrimonio, Marcela Richart, hace hincapié en que "esta es la fiesta popular más arraigada que tenemos en Cocentaina", y en la que "animamos a los vecinos a implicarse". La edil recuerda que el Ayuntamiento organizó el pasado domingo un Taller de Nanos, en el que se explicó cómo se realizan estas figuras. Asimismo, en relación a las críticas, señala que "siempre hay que tomarlas con buen humor, es uno honor que te reflejen como un Nano", pero también "tomar buena nota de lo que dicen" los vecinos. "Agradezco que estén pendientes de lo que pasa en el municipio, y les animamos a que continúen haciendo crítica".