La UPV celebra su fiesta en Alcoy

Estudiantes y profesores comparten una amena jornada de convivencia y desenfado

Estudiantes del máster de Organización y Logística de la UPV en Alcoy durante la fiesta de las paellas

Juani Ruz

El segundo trimestre lectivo está ya próximo a concluir. Después de las vacaciones de Semana Santa, los alumnos del Campus de Alcoy de la Universitat Politècncia de València (UPV), como tantos otros universitarios, comenzarán ya enseguida a hacer exámenes y entregar trabajos. Así que antes de eso, bien viene tomar algo de aire. Ese es uno de los grandes alicientes de las Fiestas del campus alcoyano, que se iniciaron el miércoles con la Gala de la Calabaza y culminaron ayer con la fiesta de las paellas en la Glorieta y la posterior quema de la citada hortaliza.

Jóvenes bien provistos de bebidas para afrontar la jornada.

Jóvenes bien provistos de bebidas para afrontar la jornada. / Juani Ruz

La fiesta universitaria ya es un clásico de estas fechas en Alcoy. Estudiantes, pero también profesores, toman parte de una celebración que reúne a 1.200 personas, y en la que ir leyendo los jocosos mensajes de las camisetas (distintivas de cada titulación y cada curso) de los asistentes es un interesante divertimento, además de una simpática forma de entablar conversación con cualquiera. Mejor que repetir ninguno de ellos (por lo general, rimas consonantes, más logradas o menos, pero siempre con mucho cachondeo), lo suyo es acudir a verlos. Asimismo, la música anima a bailar, y el alcohol a desinhibirse, aunque lo cierto es que el desenfado no llega a ser un desmadre: aquí hay fiesta, pero «amb coneixement».

Estudiantes de Ingeniería Química decorándose las camisetas conmemorativas.

Estudiantes de Ingeniería Química decorándose las camisetas conmemorativas. / Juani Ruz

El director del campus, Pau Bernabeu, destaca que la jornada siempre transcurre en un ambiente «cordial y amable» y se felicita de que cada año «arrastre a más gente». Asimismo, agradece «el sacrificio» a los vecinos de la zona en este día, al quedar cerrado al público el parque. Por su parte, el delegado de Alumnos, Samuel Gil, incide en que «merece la pena el esfuerzo de la organización», por las «ganas de pasárselo bien y convivir» que siempre hay en esta fiesta. «¡Este es el mejor día del año académico!», bromea. Lo cierto es que se trata de una ocasión para aparcar las formalidades hasta el día siguiente y celebrar el encuentro y el espíritu de comunidad del que hace gala el campus.

Reparto de raciones de una paella gigante encargada para la ocasión por una parte de los asistentes.

Reparto de raciones de una paella gigante encargada para la ocasión por una parte de los asistentes. / Juani Ruz

Por otro lado, la Gala de la Calabaza ha estado este año amenizada por el departamento de Moderno de la Escuela de Música Crescendo y el grupo de teatro del campus. La pregonera de esta edición ha sido la subdirectora de Calidad e Innovación Docente, Francisca Sempere. El acto fue conducido por los estudiantes Lidia Pulido y Bilel Dhraief, mientras que el cartel de las fiestas ha sido obra de la estudiante Elia Xia Gómez. Como cada año, se entregó toda una serie de premios simbólicos, a la par que simpáticos, con categorías que hablan por sí solas como "Cafetería", "Fashion", "Missing" y "Culturista", entre otras muchas, además de premios "Naranja" y "Limón" para profesores.