L os agricultores de la provincia han comenzado a impulsar la creación de cooperativas y asociaciones agrícolas para captar los ingresos que genera la energía solar. La demanda de suelo rústico por parte del sector empresarial para la instalación de placas fotovoltaicas ha despertado la alerta ante el temor de un nuevo foco de presión para el campo que se sumaría al padecido desde hace décadas por el auge de la construcción.

El aumento de las ofertas de alquiler o adquisición por parte de mercantiles de dentro y fuera de la Comunidad ha acelerado la «inquietud» de los agricultores

Municipios como Pinoso, Villena y Monóvar reciben en la actualidad el mayor número de ofertas de los promotores y es en estos puntos donde las solicitudes de información para potenciar la creación de cooperativas más se ha intensificado.

Aún así, la competencia es dura y las ofertas jugosas. El atractivo del sector y las cuantiosas subvenciones ofrecidas por las administraciones ha generado un verdadero «efecto llamada» entre los empresarios. Mercantiles especializadas en este área consultadas por este diario afirman que la irrupción de las «energías limpias» en el campo ha alterado los parámetros y esquemas tradicionales, «disparando» los precios de cotización de los espacios rurales.

Las expectativas de negocio han llevado a cotizar al alza las propiedades, con precios que en zonas de secano y con reducido volumen de arbolado, pueden alcanzan los 15.000 euros por hectárea. Con estos números sobre la mesa, los propietarios de la provincia comienzan a sopesar la posibilidad de cerrar operaciones, en su mayoría de arrendamiento por un periodo medio de 25 años.

La advertencia de los sindicatos es clara en este punto aconsejando a los agricultores a optar por la fórmula del «alquiler y nunca desprenderse de sus tierras». Pese a afirmar que esta práctica «no es una amenza para los cultivos tradicionales», los profesionales exigen a las administraciones unas medidas de choque efectivas que impidan «un crecimiento desmesurado» de estas instalaciones y frenen «una situación de desequilibrio que altere la actividad del medio agrícola».