Si no cambia el actual sistema de la tramitación de las becas de comedor, una buena parte de los centros de Primaria de la provincia, al menos 140, un tercio de los 427 colegios, advierten de serios problemas para mantener el servicio del menú escolar sin que el propio Consell asuma el coste de unas pérdidas que les abocaría al cierre.

Los directores de los colegios de Primaria de toda la provincia han acordado esta semana reclamar de la Conselleria de Educación un cambio en la tramitación de las becas, de forma que las familias puedan solicitarlas en el mes de febrero -y no en mayo como actualmente- y que los centros conozcan con suficiente previsión el número de comensales con los que podrán contar para rentabilizar el servicio.

La medida surge como consecuencia del desbarajuste que se ha organizado este año al no poder conocer hasta bien entrado el mes de septiembre los alumnos que se quedaban a comer, por la demora de Educación en precisar la puntuación necesaria para lograr una beca de comedor.

La crisis económica ha aumentado el número de familias que demandan beca porque no pueden hacer frente a los 80 euros al mes que cuesta el menú escolar si no se dispone de la ayuda -que reduce la minuta a 6 euros mensuales-. Los responsables de los centros advierten de que "si las becas no están ya claras cuando comienza el curso en septiembre, hay comedores que no podrían abrir", como apunta el portavoz del colectivo provincial, Ginés Pérez.

Cambiar la fecha

Con otra programación y más tiempo para gestionar las becas de comedor y transporte desde el comienzo del año, de forma que no se junten con el periodo de la matrícula escolar en mayo, los directores sostienen que el servicio mejoraría para todos. Los centros sabrían con suficiente antelación el número de comensales y podrían arbitrar medidas en el caso de no llegar al mínimo aproximado del centenar de usuarios necesario para evitar el cierre.

Los colegios que tienen más dificultades en este sentido son los más pequeños de una línea, o lo que es lo mismo, una aula por curso escolar. En la provincia suman uno de cada tres y escolarizan a más de 20.000 alumnos, que pueden verse afectados por el cierre del comedor escolar.

Cambiar la tramitación de las becas de comedor a los primeros compases del año tampoco afecta a la documentación que hace falta presentar, porque la declaración de la renta que se necesita para las solicitudes del curso que viene es la del año 2009, "y en febrero o marzo ya se dispone del documento", argumentan.

Ginés Pérez añade que los casos en los que se deba atender una situación sobrevenida de paro familiar "serán los menos, y contar con el grueso de la demanda siempre nos permitirá organizar el comedor con tiempo suficiente para el mes de octubre".

Revisar la normativa

El pasado mes de julio la Conselleria de Educación decidió dejar en suspenso los cambios que quiere introducir la Administración en la gestión de los comedores para adecuarlos a la Ley de Contratación de las Administraciones Públicas. Los directores confían en que próximamente serán llamados para revisar esta normativa, porque el aumento de cuidadores de comedor a que obliga -uno por cada 15 niños y no cada 25 como hasta ahora- no podrían pagarlo muchos más centros. "Ni con 400 comensales aseguras el servicio, porque tampoco podríamos negociar con un precio máximo de menú, ya que el precio se fija uno único", concluye el portavoz.

El PP descarta los libros gratis 'total' por la crisis

Los votos de los diputados en la bancada del partido popular en las Cortes dieron ayer al traste con la pretensión del grupo parlamentario Compromís, respaldado por los socialistas, para que el Consell adopte medidas que garanticen la gratuidad total de los libros de texto a todos los escolares en los niveles de la enseñanza obligatoria. La crisis obliga a "apretarse el cinturón", se disculpó la diputada del PP Maira Barrieras, y el sistema actual de ayudas "es el mejor que puede ser en un momento como ahora", aseguró. Mónica Oltra, por Compromís, recordó que las Cortes aprobaron en 1987 por unanimidad la gratuidad de los libros de texto y rechazó que el bono libro cumpla estas expectativas "porque los libros valen más del doble que la cantidad" subvencionada con el bono. En la misma línea, el diputado socialista por Alicante, Manuel Bueno, lamentó que no se hayan cumplido las promesas de gratuidad porque, dijo, "en el PP tienen una relación patológica con la mentira. Mienten por la mañana, por la tarde y por la noche, y sueñan con la que contarán al día siguiente", e ironizó sobre la "educación de calidad y de excelencia" que defiende el Consell continuamente. V. B./ REDACCIÓN