Bajo su mando, el cuartel de Rabasa ha vivido una de sus etapas más brillantes con éxitos como los de la Operación Perejil o el de la dirección del mando combinado conjunto de operaciones especiales de las fuerzas de reacción rápida de la OTAN. Anuncia que su sucesor, que debe ser designado por el Consejo de Ministros, será quién ponga el broche de oro al 50 aniversario del MOE con una posible parada militar que se celebrará en las calles de Alicante en 2011.

¿Cuál es el balance de su etapa en Alicante?

He mandado a los mejores soldados en la millor terreta del mon. Sólo tengo que lamentar no haber podido disfrutar más de mi familia y que mis hijos hubieran podido disfrutar más de esta ciudad y de esta provincia tan especial.

¿Y la distinción más emotiva que ha recibido en estos cuatro años?

La mirada de mis soldados. El artista necesita de su público y de su aplauso. Un oficial, la mirada confiada de sus hombres aún cuando no estén del todo de acuerdo con aquello que se les manda. También fui nombrado alicantino de adopción por la Diputación. Ha sido algo muy especial que tomo como un reconocimiento a lo que aporta toda la comunidad militar a esta tierra que nos acoge y en la que vivimos perfectamente integrados.

¿El carácter de Alicante le ha influido en el mando?

La luz y las personas hacen de Alicante una tierra abierta, integradora y especial. Y yo me he contagiado de ello.

¿Qué misiones de la OTAN destacaría de las llevadas a cabo en su etapa al frente del MOE?

En 2007 adiestré y formé al componente combinado conjunto de operaciones especiales de las fuerzas de reacción rápida de la OTAN, un hito para las fuerzas armadas españolas por lo que supone de confianza en la capacidad de organización, mando y control.

¿Qué papel juega el acuartelamiento Rojas Navarrete en la defensa de España?

El acuartelamiento Rojas Navarrete, el cuartel de Rabasa como popularmente lo conocen los alicantinos, es en la actualidad la base de las Unidades de Operaciones Especiales del Ejército. Desde Rabasa, por ejemplo, se condujo la parte de operaciones especiales de la recuperación del Perejil. Es mucha la importancia operacional y estratégica de este cuartel.

¿Qué le ha quedado por hacer ante la celebración del 50 aniversario del MOE?

Hemos elaborado un programa de dos años para hacerlo compatible con nuestras actividades operativas. Con ayuda de la CAM, Diputación y el Ayuntamiento, hemos realizado el Camino de Santiago, el del sureste por etapas, erigido un monumento a nuestras familias, y un encuentro de veteranos Boinas Verdes. Vamos a publicar un libro que glosa los 50 años de servicio con un capítulo dedicado a Alicante, la única provincia que ha albergado Unidades de Operaciones Especiales en todas sus etapas. En 2011 pondremos el broche de oro, quizás con una parada militar en las calles de Alicante y un acto final en diciembre de ese año.

¿Qué supone Alicante para el Ejército?

Un valor seguro. No sólo por la presencia del MOE en Rabasa, sino porque es una de las provincias, en porcentajes, con más vocaciones para el Ejército y el conjunto de las Fuerzas Armadas. Además es una tierra de acogida fantástica para todo lo militar y sus iniciativas. Prueba de ello es el símbolo de la ciudad: el monte Benacantil con su castillo, o el monumento a soldados y marineros de reemplazo de la Puerta del Mar.

¿Cómo afronta su paso a la reserva?

Como una etapa más. Con serenidad ante todo. Tengo iniciativas que recuperar y una salud razonable. Quisiera juntar todo eso con un poco de paciencia, que me ha faltado; dar a los míos un poco más de mi, y compartirlo con los demás.

¿Qué es lo mejor con lo que se queda?

Del Ejército, con los soldados. Con ellos y con la escala de valores que representa el servicio en las filas. Si es de Alicante, con los alicantinos y las personas que se acogen a esa forma de vivir y entender la vida.

¿Y lo peor?

La incomprensión de algunos, pero eso queda muy lejos.

¿Volverá a Alicante?

Por supuesto. Además en calidad de alicantino de adopción, asumo mi papel como embajador de Alicante allí donde esté.

¿Algún consejo a su sucesor?

Pocos pero importantes. Que disfrute del excepcional mando que se le ha conferido y de Alicante, y ponga el cronómetro a cero. El tiempo pasa volando.

¿Y a Alicante?

Sólo gracias. He aprendido por qué se le llama la millor terreta del mon.

¿Qué futuro augura a Rabasa?

Soy optimista. El MOE es una unidad ligera, no arrastramos grandes equipos ni materiales pesados. El cuartel tiene su plan director de infraestructuras que se va cumpliendo a pesar de las restricciones. Además, hemos adaptado tanto el cuartel como los campos de tiro de Fontcalent y Agost a la normativa medioambiental europea y nacional.

¿Convivirán el cuartel, el plan Rabasa y la llegada de Ikea?

¿Por qué no? El cuartel no es propiedad del MOE, ni del Ejército. El Ministerio de Defensa tiene la titularidad del terreno y desde luego hay un requerimiento operativo para su utilización donde está. No podemos ni queremos vivir de espaldas a la ciudad. Entendemos las necesidades de expansión y los intereses comerciales, y por eso hemos querido ser parte de la solución a todo eso, no solo parte del problema. Nos gusta Alicante, queremos estar aquí, pero también quisiéramos que los alicantinos defiendan su cuartel como algo propio a través de sus representantes.

Su relevo será oficial el 1 de diciembre. ¿Cómo le gustaría despedirse?

Como un buen soldado, en silencio. Siempre he dicho que un general no es más que un soldado viejo pero con muchas responsabilidades. El día 30, por última vez en formación, miraré las caras de mis soldados y me despediré de la comunidad militar de la provincia a la que he representado y de la ciudad y provincia de Alicante en sus dirigentes. Y, finalmente, me despediré de la bandera de combate del MOE.

Una despedida sentida en toda la provincia

En palabras de un guerrillero hubo "mucho pastel" en la despedida a Adolfo Coloma y a su esposa Bernardi Peñate durante el almuerzo que se celebró ayer en la capital alicantina, y que se convirtió en un homenaje a la amistad y al perfil humano de la persona que ha ocupado el cargo de comandante militar de la provincia de Alicante en los últimos cuatro años. Como afirmó la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, no ha sido ni el primer ni el último general que estará al frente de Rabasa pero "eres el más especial". Unas palabras sentidas que recogieron el espíritu de lo que se respiraba en el salón del Meliá, y que provocaron el aplauso de las cerca de 200 personas allí reunidas. Ocurrió lo mismo con el delegado del Consell, José Císcar, cuando subrayó que si las palabras son importantes, los hechos lo son más "y está aquí toda la sociedad de Alicante". Desde la misma mesa presidencial (la única reservada en esta almuerzo "a escote"), el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, dedicó sus palabras a Bernadi porque "detrás de un gran hombre, hay una gran mujer". En la misma mesa, el coronel y segundo jefe del MOE, Cándido Alonso, que tomará el relevo de forma interina, y el subdelegado del Ministerio de Defensa, Carlos Dupuy, además del rector de la UMH, Jesús Rodríguez Marín, y de la decana del Cuerpo Consular de Alicante y cónsul de Brasil, Maria Adelaida de Almeida.

Y es que las más altas autoridades de la capital y la provincia acudieron a la cita, así como representantes del MOE, del Ejército, la Iglesia, la clase empresarial, la CAM, mundo académico, consulados, clubes naúticos, entidades deportivas y de la Semana Santa, entre otros. Amigos del general desde el norte hasta el sur de la provincia que le obseqieron, entre otros regalos, con un cuadro con la imagen de Alicante vista desde su domicilio actual. Sólo faltó la subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares, quien ante la visita de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, a Alicante, delegó en José Pérez Grau.