¿Están preparados nuestros hoteles para acoger esta edición de la Volvo?
Sí. Siempre estamos preparados porque hacer una previsión es difícil, pero en este caso y teniendo como referencia la edición anterior, contamos con una afluencia de visitantes muy grande. En un mes de octubre normal daríamos vacaciones y sería un mes flojo. En cambio, con la Volvo hay que reforzar las plantillas.
¿Llenamos en esas fechas?
Durante los dos fines de semana principales llenamos y rebosamos clientes hacia hoteles de otros puntos de la provincia como Elche, Campello o Sant Joan, pero incluso ahora los hay que tienen una afluencia alta de ocupación porque ya acogen a los equipos de los participantes, mecánicos, etc.
¿Obtuvieron buenos resultados hace dos años?
Desde luego. No sólo por los participantes sino por sus equipos y visitantes. Creo que supone una gran repercusión para todo, no sólo para los hoteles, sino también para la hostelería y el comercio, no sólo por el negocio en sí sino por la repercusión mediática.
¿Han notado desde 2008 la llegada de visitantes vinculados a la Volvo?
Es difícil establecer una vinculación clara, ya que no preguntamos a nuestros clientes por qué vienen, pero sí se ha notado este tiempo un incremento de visitantes extranjeros, muchos de ellos del mercado nórdico. La Volvo viene de allí, o sea que algo influirá.
¿Compensa el gasto que supone para Alicante acoger un evento de este tipo?
La Volvo ha supuesto el desarrollo de una zona que estaba inutilizada y degradada. Se ha creado una infraestructura importante y hay que seguir explotando esas instalaciones para revertir en riqueza para la ciudad.