Ximo Puig Ferrer (Morella, 1959) es un "clásico" del socialismo valenciano. Periodista de profesión -trabajó en su juventud para la Agencia EFE, Radio Popular y Antena 3-, está en política desde hace tres décadas y siempre ligado a la figura del expresidente de la Generalitat, Joan Lerma, del que fue uno de sus principales colaboradores en Presidencia durante gran parte de su mandato al frente del Consell. Hace cuatro años ya intentó hacerse con el control del PSPV. Perdió con Jorge Alarte por apenas veinte votos. Ahora llega reforzado después de sumar a los partidarios de Leire Pajín y de Ciprià Ciscar, que en 2008 apuntalaron a Alarte. A diferencia de entonces, en estos momentos, casi todos coinciden que es el candidato que va por delante en las cuentas de delegados. Aunque tratándose del PSPV, todo es posible.

De carácter afable y cercano, Puig estuvo en la Diputación de Castellón en dos etapas, ha ocupado escaño en las Cortes durante cuatro legislaturas, ahora es diputado en el Congreso y desde 1995 renueva con mayorías holgadas la alcaldía de Morella, convertido en uno de los últimos reductos del puño y la rosa. Firme partidario de un socialismo de corte valencianista y de una mayor autonomía del PSPV respecto de Ferraz, sus seguidores defienden su elección como la garantía de un liderazgo solvente que, por su conocimiento de las estructuras internas de un partido en el que ha desempeñado un sinfín de cargos, facilitaría un cambio profundo y la posibilidad de ordenar el socialismo valenciano de cara a las elecciones autonómicas de 2015. Unos comicios en los que, pese a ser uno de los cargos socialistas avalado por los éxitos electorales, Puig no tiene intención de ser candidato.