Con motivo de la inauguración del Máster en Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Alicante, el presidente del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), Carlos Cruzado, ha visitado Alicante para participar en un coloquio sobre fraude y reforma fiscal. En su intervención se mostró muy crítico con el Gobierno por sus medidas frente a dos losas para el sistema nacional.
En esta crisis, la Gestha se ha convertido en una de las voces más críticas contra los últimos gobiernos. ¿Hacen falta más voces críticas o se sienten ustedes cómodos en el papel actual?
Somos una voz contra la falta de voluntad política de este gobierno y de los anteriores. Llevamos años denunciando el mal funcionamiento de la Agencia Tributaria y la necesidad de una reforma del sistema en su conjunto que lo dote de mayor equidad y de suficiencia. Tenemos un tremendo problema de recaudación, casi ocho puntos por debajo de la media europea, lo que no ayuda a mantener el Estado del Bienestar.
¿Qué medidas urgentes tomaría para mejorar la actual situación económica del país?
Una reforma total del sistema tributario. Es una situación que se planteó el Gobierno hace más de un año. Sin embargo, las propuestas se han quedado en unos parches. El sistema tributario ha ido perdiendo su capacidad de recaudación, su equidad y se ha ido apartando de la Constitución que habla de los principios de igualdad y progresividad. Y luego está la lucha contra el fraude. La reforma del Gobierno sólo ha servido para transformar una lista de defraudadores en morosos.
¿Cree que los recortes eran la única fórmula que existía?
No, desde luego que no. Frente a ese discurso de que hemos vivido por nuestras posibilidades, al menos en lo que se refiere al gasto público, los datos de Eurostat demuestran que estamos cuatro o cinco puntos por debajo de la media de la Unión Europea. No se puede decir que haya habido un gasto público excesivo. Ha fallado, posiblemente, el control del gasto, pero el problema nuestro es de ingresos. En recaudación estamos entre siete y ocho puntos por debajo de la media. En España, indudablemente tenemos un problema de ingresos, no de gastos.
¿Piensa que los ricos siempre se «escapan» a la hora de contribuir al pago de impuestos?
La última encuesta del CIS en agosto de 2013, en la que se pregunta a los españoles cómo ven el sistema tributario, casi el 90% opina que el sistema no es justo porque no pagan más quienes más tienen. En ese sentido, el sistema tributario pivota en la actualidad sobre el impuesto sobre la renta, donde el mayor porcentaje (más del 80% de la recaudación) proviene de los rendimientos del trabajo. El resto [20%] procede de los rendimientos de capital y de actividades económicas. Y a esto hay que sumarle el IVA, que afecta en mayor medida a las clases más desfavorecidas. Si sumamos el IVA y el impuesto sobre la renta, vemos que el mayor peso del sistema tributario está recayendo sobre la clase media y baja.
Hablaba del discurso del «vivir por encima de nuestras posibilidades» que han hecho propio ciertos sectores del país. ¿Están los españoles pagando más impuestos de los que deben?
Los españoles están pagando impuestos por encima de sus posibilidades, sobre todo por ese nivel de fraude fiscal que afecta de manera decisiva a España. La economía sumergida roza una cantidad equivalente al 25% del PIB, entre diez y doce puntos por encima de los países de nuestro entorno. Hay que recortar ese diferencial porque nos permitiría recaudar casi 40.000 millones de euros. Estamos en un nivel de fraude fiscal que, en momentos de crisis, repercute en el pago de quienes contribuyen con los impuestos.
¿Qué opinión le merece la amnistía fiscal del Gobierno de Rajoy? ¿Supone una discriminación para aquellos contribuyentes más responsables?
La amnistía fue un error manifiesto, un agravio comparativo para los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones tributarias. Con esta medida, el principio de igualdad queda en entredicho.
A pocos meses de unas elecciones, gobiernos y oposiciones ya se han lanzado a ofrecer una aparente rebaja de impuestos. ¿Es razonable esta medida con este incremento del déficit?
El ciudadano debería pararse a recapacitar y ver qué tipo de rebajas les están ofreciendo. Es un mal ejemplo ver a políticos pugnando por la rebaja de impuestos.
El altísimo endeudamiento de ayuntamientos y comunidades los han colocado al borde de la quiebra. ¿Qué futuro ve para estas administraciones?
Es necesario reformar la financiación. Las políticas sociales están en mano de las comunidades y de los ayuntamientos, por lo que hay que dotarlos de los fondos necesarios para cumplir con ellas. También hay que dotar de nuevas estructuras a los órganos de control para evitar el despilfarro.
