En la plaza de Gabriel Miró hay una nueva pasarela de madera que el Ayuntamiento ha instalado para proteger las raíces de los ficus centenarios catalogados como árboles monumentales. La pasarela está justo donde se levantó el entarimado colocado en la plaza hace poco más de dos años, empujado por las raíces, lo que obligó a retirarlo tras provocar la caída de varias personas, quedando la zona vallada durante semanas a la espera de reparación. En lugar de volver a colocar la tarima como estaba antes, los técnicos han optado por una pasarela funcional que protege las raíces, lo que les deja más espacio para que puedan tomar oxígeno.