n Cuando ha pasado más de una década desde que el Ayuntamiento de Alicante cediera a la Conselleria de Sanidad en 2005 una parcela para un nuevo centro de salud en el PAU 2 de San Blas, los técnicos del departamento que dirige Ana Barceló advierten de que el terreno no reúne las condiciones necesarias porque existe un desnivel superior al 10%.

Así lo explicó ayer la propia consellera, que se desplazó al Centro de Salud de Benalúa, inaugurado el año pasado, para comprobar su funcionamiento.

«Se ha solicitado al Ayuntamiento que busque otra parcela que reúna las condiciones y pueda ser cedida junto a otras dos para los centros de salud previstos en el Garbinet y La Condomina». Para la consellera con estos tres centros se completaría «la red sanitaria de la ciudad de Alicante», y subrayó su intención de incorporar los tres edificios sanitarios pendientes desde hace 13 años en los próximos presupuestos de 2019 «para construirlos», dijo.

Barceló precisó que las parcelas pendientes para los centros en Garbinet y La Condomina todavía no han sido cedidas por el Ayuntamiento, después de que «hace trece años que nos comunicaron que podía disponerse de ellas, pero las cesiones no estaban hechas», por lo que su departamento las ha solicitado ahora de nuevo. En las fechas que cifra la consellera el Ayuntamiento estaba en manos del PP, como en estos momentos.

Sobre el Centro de Salud de Benalúa Barceló recordó que se invirtieron 2,5 millones de euros en la obra y el equipamiento y que cuenta con salas de odontopediatría, preparación al parto, educación para la salud, curas y tratamientos, extracciones y atención a urgencias. Concluye que a la atención primaria y las especialidades de salud mental y odontología se sumaron al poco tiempo una unidad de conductas adictivas de alcohol y tabaco.

Legionella

Por otra parte, la máxima responsable de Sanidad descarta que el brote de legionella que ha provocado un muerto y dos ingresos en Castellón haya tenido su origen en la Comunidad. «No se ha encontrado ninguna vinculación entre las tres personas, aunque todas ellas residen en Vila-real, tienen sus entros de trabajo fuera de la ciudad», concretó.

Actualmente solo queda un ingresado «que evoluciona favorablemente», y han iniciado los protocolos correspondientes.