Muchos extranjeros se están tomando con más ligereza que el resto el confinamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus. Es lo que han detectado los ayuntamientos y las policías locales de las localidades donde mayor número de residentes foráneos hay. Las medidas menos restrictivas en sus países de origen han tenido un mal efecto ya que muchos se informan solo a través de los medios de comunicación de sus lugares de nacimiento y creen que en España son las mismas.

«Hay mucho desconocimiento, la mayoría de extranjeros a los que identificamos y sancionamos por ir juntos a comprar o hacer deporte en la calle se excusan en que no sabían que no podían hacerlo porque habían visto en una televisión de su país que sí se podía», explica Cristobal Rodríguez, jefe de la Policía Local de San Fulgencio. Las policías y los ayuntamientos de las zonas con más residentes extranjeros se las están ingeniando con campañas en redes sociales y traduciendo los decretos para que los residentes foráneos cumplan con el confinamiento en sus domicilios. «Estamos traduciendo el BOE y toda la información oficial que nos llega y lo comunicamos en las redes sociales», manifiesta la inglesa Samantha Hull, edil de Residentes Extranjeros de San Fulgencio.

La Vega Baja es una de las comarcas que cuenta con mayor número de residentes de otros países, que pasan largas temporadas o que ya viven todo el año por el buen clima de la zona. En localidades como San Fulgencio los extranjeros representan el 70% de su padrón. Allí, controlar que cumplan las obligaciones del estado de alarma está costando, y mucho, a su Ayuntamiento y Policía Local, que están poniendo todo de su parte y un gran esfuerzo para concienciar a su amplia colonia extranjera, sobre todo británica, por medio de campañas y traduciendo al inglés toda la información oficial que divulgan en las redes sociales tanto de la policía como del consistorio. «Estamos en contacto con asociaciones que agrupan a extranjeros porque hemos detectado que les cuesta mucho más cumplir con las medidas restrictivas de movimiento que a los españoles y, por eso, hemos intensificado los controles en los lugares donde acuden habitualmente, junto a la Guardia Civil», indica el alcalde de San Fulgencio, José Sampere.

En la Urbanización La Marina de este tranquilo municipio se concentra el grueso de los residentes extranjeros, casi 5.000 de una población de 8.000 que tiene San Fulgencio. El 58% son británicos (más de 2.800) y un 10% alemanes. Acostumbrados a aprovechar cada rayo de sol que falta en sus países de origen, ahora les cuesta no seguir haciendo sus rutinas, como pasear en grupo o hacer deporte. Un hombre lee el periódico sentado en un banco, ajeno a que esa acción, tan cotidiana hace tan solo un mes, ahora está prohibida. Cerca de allí, otro ciudadano extranjero pasea en bici cerca de un supermercado, de donde sale un grupo de ingleses que han ido juntos a hacer la compra.

Problemas

«Son tres los problemas que nos encontramos con los extranjeros; primero, que los mayores, sobre todo los ingleses, no hablan ni una palabra de español y solo se informan por la televisión de sus países donde las medidas de confinamiento son más suaves y se permite, por ejemplo, hacer deporte a determinadas horas o la compra en pareja, y es muy difícil inculcarles las de aquí; otro son los bulos, hay muchas páginas en redes sociales, en inglés, que dan información falsa o traducen mal informaciones oficiales; y luego están los que se niegan a cumplir las órdenes y las medidas», indica la concejal Samantha Hull.

En ese último grupo se encuentra el único detenido en el municipio desde que se declaró el estado de alarma, un residente británico que insultó y agredió a los agentes de la Policía Local cuando le conminaron a salir de la piscina comunitaria donde estaba tomando el sol. «Se puso muy agresivo y se negaba a irse, no entendía el por qué no podía estar en una zona común de su urbanización», explica Rodríguez.

Ir en pareja a la compra y a pasear al perro, las principales infracciones

Ir en pareja a la compra y a pasear al perro, las principales infraccionesLa principal infracción que cometen los extranjeros que residen en las localidades de la provincia durante el estado de alarma es la de salir a la calle en pareja, tanto para ir a hacer la compra a los supermercados como para pasear a sus mascotas. «La mayoría van juntos y siguen sin entender el por qué no pueden hacerlo cuando la Policía les sanciona, tampoco entienden que solo se pueda sacar al perro a unos metros de su vivienda, quieren andar más distancia, incluso van acompañados a pasear a su mascota», explica la edil de Residentes Extranjeros de San Fulgencio, Samantha Hull.

La Policía Local de San Fulgencio se encuentra cada día casos como los descritos. «Hemos llegado a llamar la atención a un grupo de cuatro personas que estaban hablando junto a un parque como si fuera una reunión, todos extranjeros, y nos decían que habían salido a sacar al perro y que por qué no podían hablar con los vecinos, les cuesta entenderlo, pero todos debemos estar concienciados», dice Cristobal Rodríguez, jefe de la Policía Local.