El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), ha defendido por primera vez en público la adjudicación de concesión para al menos quince años de un restaurante en el faro del Cabo de la Huerta. 

Lo ha hecho tras las recientes e intensas críticas vecinales y de la oposición, que le acusan de no haber propuesto un proyecto alternativo cultural para la torre costera. En un vídeo en redes sociales, Barcala hace suyo el proyecto impulsado por una empresa privada, pese a que además la concesión corresponde al Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, presidido por Juan Antonio Gisbert y del que Barcala es uno de los doce vocales. «Vamos a poner marcha un proyecto singular. Ganamos todos porque se pone en valor un espacio inaccesible que estaba abandonado», asegura el alcalde en una grabación en la que recalca que «el faro no se toca», en alusión a que el restaurante -como ya era público- se ubicará en dependencias anexas al propio faro, en alusión a la antigua vivienda del farero, un almacén y un garaje. 

Barcala, que defendió el proyecto en una reunión del Consejo de Administración del Puerto, había permanecido en silencio hasta ahora. Su intervención llega después de recibir cientos de mensajes de ciudadanos en su perfil en redes sociales, sobre todo en Instagram, que le preguntaban por qué el Ayuntamiento no había presentado un proyecto alternativo de carácter cultural para el faro del Cabo. Este martes, tras la Junta de Gobierno, el portavoz del bipartito, Antonio Manresa (Cs), aseguró a preguntas de este diario que el Ayuntamiento no propuso finalmente un uso alternativo porque ahora "no era una prioridad", mientras que también añadió que el futuro del proyecto no era definitivo, porque quedaba en manos de la Generalitat al ser necesario el visto bueno autonómico a la petición de licencia de obras que se tramitará inicialmente desde la Concejalía de Urbanismo. También señaló con intención crítica a la Autoridad Portuaria por sacar la concesión de la torre costera.

Así quedará el restaurante según una imagen facilitada por el alcalde de Alicante

En su comunicado grabado, Barcala recuerda que el faro seguirá «iluminando», ya que «va a seguir intacto su uso marítimo». En su defensa del proyecto presentado por una empresa privada ante la Autoridad Portuaria, el alcalde asegura que la iniciativa «va a poner en valor la zona, permitiendo su acceso gratuito» con visitas a las «edificaciones contiguas, así como a los refugios y a la antigua cantera», que según explicó en su día la Autoridad Portuaria son propuestas incluidas en la oferta de la adjudicataria. «Habrá además un nuevo jardín botánico, con atriles de madera como todos los centros de interpretación», apunta el alcalde, en un intento de equiparar el proyecto hostelero a la iniciativa pública impulsada, por ejemplo, en Xàbia, donde se ha impulsado un centro de interpretación de la reserva marina del cabo de Sant Antoni.

El vídeo de Barcala, donde incide en que se crearán «decenas de puestos de trabajo», ha provocado la crítica en bloque de toda la izquierda municipal. Los socialistas le acusan de «arrogarse» el proyecto, «cuando la concesión es del Puerto y los terrenos del Estado». Desde Unidas Podemos ironizan que, tras su férrea defensa del restaurante en el entorno del faro, «podría haber salido entre fogones con el delantal corporativo de la empresa». Por último, desde Compromís, le han pedido a Barcala «menos demagogia» en sus intervenciones públicas: «No es que falte a la verdad, que no sería la primera vez, es que hay una voluntad consciente de engañar y enredar».

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