Los negacionistas, la rebelión y las fiestas privadas protagonizaron la noche de Halloween en Alicante. Así, una treintena de jóvenes del primer grupo aprovechó la pasada noche una movilización de protesta supuestamente pacífica en contra del toque de queda impuesto por el Gobierno para acabar protagonizando un enfrentamiento vandálico que se saldó con dos contenedores incendiados en El Barrio, varias mesas de veladores tiradas por el suelo, clientes zarandeados y dos detenidos acusados de haber lanzado una llave inglesa y otros objetos contundentes a la Policía Nacional y de haber destrozado mobiliario urbano.

La manifestación, convocada a través de las redes sociales horas antes, reunió en la Rambla de Méndez Núñez, a las once de la noche, a treinta individuos con una pancarta que depositaron en la calzada y en la que estaba escrita la leyenda «Basta ya». Después de 25 minutos sin incidentes, los asistentes comenzaron a dispersarse por grupos increpando a los policías, que se personaron en la zona para garantizar la seguridad pública.

Los gritos y los insultos iniciales dieron paso a un tumulto que estas personas utilizaron para quemar dos contenedores de basura de la calle Jaime I, ante la mirada atónita de los vecinos. Los agentes trasladaron a la Comisaría a los dos detenidos en el altercado público para tomarles declaración.

No contentos con la detención, los jóvenes mantuvieron el pulso con los policías, a los que obligaron a subir Rambla arriba, cruzando el barrio de San Antón hasta la Plaza de Toros, para intentar que los altercados no pasaran a mayores. Al filo de la medianoche, la Policía Nacional desplegada en el centro redujo el foco violento y devolvió la normalidad a la madrugada de la capital. No se descartan más detenciones y la Policía continúa «con el seguimiento de las redes sociales y de aquellos grupos de radicales que traten de aprovechar esta situación de pandemia para realizar actos vandálicos».

Los agentes policiales persiguieron a los manifestantes para garantizar el orden público. | HÉCTOR FUENTES

Balance en Alicante y Elche

La noche se completó con la disolución de trece fiestas en viviendas, chalets y urbanizaciones, así como de tres botellones en Alicante. Más tarde, los agentes intervinieron a grupos de jóvenes que lazaban huevos y piedras a vehículos, autobuses, establecimientos y terrazas. El colofón lo protagonizaron un grupo de menores al ponerse delante del vagón del TRAM e intentar pararlo.

En cuanto a Elche la Policía Local tuvo que desalojar una terraza con 90 personas en la que se superaba el aforo permitido. De igual forma se interpusieron 21 sanciones en bares y restaurantes por no respetar los aforos y horarios que emanan de las restricciones impuestas por Sanidad. De igual forma, 79 personas fueron sancionadas por superar el límite de grupos de seis personas en la vía pública y otras 62 incumplieron el toque de queda. Los agentes también evitaron dos fiestas en las pedanías.

Se levantaron 151 actas por no portar el cubre bocas mientras que la cifra de botellones fue inferior a la de otros fines de semana antes del toque de queda con 18 multados por beber en la vía pública y ocho por consumo de estupefacientes.