El popular Luis Barcala se convirtió este jueves en el segundo alcalde de Alicante reprobado por el Pleno municipal. Toma así el testigo del socialista Gabriel Echávarri, que fue doblemente reprobado el pasado mandato municipal por sus problemas judiciales y sus choques con sus socios del tripartito. Barcala, por su lado, fue reprobado ayer por su «lamentable gestión y su reiterado comportamiento de presuntas amenazas con personas críticas con su gestión». Así reza el acuerdo plenario que salió adelante con los votos de la bancada de la izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Compromís) y el necesario respaldo de los dos ediles de Vox. La propuesta plenaria, elevada por los socialistas y la coalición morada, añadía que «la mentira y las presuntas coacciones y amenazas son el comportamiento habitual del alcalde, que dan una imagen de la talla política de su autor y que evidencia sus graves carencias para desempeñar el puesto». 

«Esta reprobación es una cortina de humo ordenada desde València tras la bronca entre Oltra y Puig»

MARI CARMEN DE ESPAÑA - PORTAVOZ MUNICIPAL DEL PP

El debate no bajó el tono, aunque Barcala estuvo al margen. Sólo tomó la palabra para repartir, como le corresponde a lo largo del pleno, los turnos entre los que intervenían. En su defensa salió la portavoz municipal del PP, Mari Carmen de España, quien acusó a la izquierda de promover la reprobación como «cortina de humo» tras las polémicas internas en el Gobierno del Puig y Oltra de los últimos días. «Desde València les han pedido tapar el lío del Botànic. Le reprueban sin demostrar las acusaciones», señaló De España, en alusión a los dos motivos que sustentan la iniciativa contra el alcalde alicantino: el bulo sobre el cierre de la hostelería lanzado por la concejala de Hacienda, Hostelería y Comercio, Lidia López (PP), y las supuestas «recomendaciones» desde Alcaldía para que el sector no respaldara una acción socialista en contra de la gestión del bipartito. De España, además de atacar la propuesta plenaria, sacó la cara por Barcala: «Miro al alcalde y veo compromiso, cercanía a los problemas y trabajo. Es una persona preocupada por su ciudad». 

«Con la reprobación estamos perdiendo veinte minutos. Tenemos que buscar soluciones a la crisis de la pandemia»

ANTONIO MANRESA - CONCEJAL DE CIUDADANOS

La defensa desde el socio de gobierno fue menos vehemente: «Todo esto proviene de un error y la concejala ya pidió disculpas. Estamos perdiendo veinte minutos en lugar de buscar soluciones a la pandemia. En Ciudadanos, somos un socio leal, por lo que votamos en contra», apuntó Antonio Manresa. Desde la formación naranja, en el punto con más peso político del pleno de ayer, no habló ni la portavoz, Mari Carmen Sánchez, ni el portavoz adjunto, José Luis Berenguer, sino que optaron por dejar al frente del micrófono al portavoz del gobierno local. 

Las críticas, como se esperaban, llegaron desde la oposición. Los mensajes más duros salieron desde la izquierda, aunque Vox no se quedó atrás. El portavoz de la formación ultra, Mario Ortolá, recordó que Barcala había tenido innumerables ocasiones para explicarse, y no lo hizo. «Le instamos a que diera explicaciones, pero usted por orgullo o por la inverosimilitud de las explicaciones se ha negado. Nada nos hubiera gustado más que cambiar el voto, pero no por usted, sino por la institución. Ninguna ciudad quiere ver a su alcalde reprobado», apuntó Ortolá, quien acusó a Barcala de ser «uno de los alcaldes menos transparentes que se recuerda». Eso sí, no matizó si en Alicante. Pero el líder de Vox no sólo mandó mensajes al regidor popular, sino también a la izquierda. En concreto, a Unidas Podemos. «Esta reprobación termina aquí. No vamos a apoyar ninguna iniciativa para tumbar al alcalde». Ortolá se refería a la propuesta anunciada esta semana desde Unidas Podemos de llevar al próximo pleno una iniciativa, que erróneamente calificaron de «cuestión de confianza», para testar los apoyos municipales de Barcala, que no tiene visos de salir adelante tras la postura adelantada por Vox. 

«[A Barcala] Usted no es un corrupto, pero representa como nadie la actitud de la prepotencia»

FRANCESC SANGUINO - PORTAVOZ MUNICIPAL DEL PSOE

Desde la coalición morada, el portavoz Xavier López, reprochó al alcalde sus formas: «Nadie confía en sus maneras opacas y caciquiles, ni tampoco en su palabra. Llevamos un mandato lleno de desprecios a todos los sectores alicantinos». El socialista Francesc Sanguino, por su parte, le pidió a Barcala altura de miras: «Usted no es un corrupto, pero representa como nadie la actitud de la prepotencia. Le toca elegir cómo le gustaría ser recordado». Sanguino, además, desveló haber sido testigo de una de esas supuestas llamadas con amenazas que se hicieron a los hoteleros para que no acudieran a un acto de los socialistas. Por último, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, defendió que el alcalde se había «ganado a pulso» la reprobación por sus «formas autoritarias», además de acusarle de llevar al bipartito hacia el «ruido», del que tanto se acusó al tripartito de izquierdas. 

«[A Barcala] Nadie confía en sus maneras opacas y caciquiles, ni tampoco en su palabra»

XAVIER LÓPEZ - PORTAVOZ MUNICIPAL DE UNIDAS PODEMOS

Así, entre duras acusaciones de la oposición, un pasar de puntillas de Ciudadanos y una férrea defensa desde su grupo, Barcala se convirtió este 2020 en el segundo alcalde, tras Echávarri, y en el cuarto miembro de la actual Corporación reprobado, junto a la vicealcaldesa. Lo es tras Mari Carmen Sánchez (Cs) y los ediles de la oposición Rafael Mas (Compromís) y Mario Ortolá (Vox). Y todo eso en apenas un año y medio. 

Diferentes escenarios

Ocho horas de pleno dieron para algo más que abordar la reprobación de alcalde. De hecho, dejaron un escenario poco visto durante este mandato, al menos en las últimas fechas. PP y Ciudadanos difirieron en el voto en uno de los puntos. En concreto, en una propuesta de los socialistas para crear una comisión en el que abordar la situación de la partida de Fontcalent, con la vista puesta en las escombreras ilegales y el vertedero que opera sin licencia, pero con permiso judicial y entre continuos cierres por parte de la Policía Local. Con el voto a favor de la izquierda y de Vox, Cs optó por la abstención y el PP por el rechazo. Sí que votaron unidos ambos socios en otra propuesta socialista para crear una comisión de control sobre el contrato de mantenimiento de las zonas verdes. Pese a ese bloque en contra, la iniciativa se aprobó por la mayoría de la oposición en el Pleno. 

«[A Barcala] Sus formas autoritarias le han llevado aquí»

NATXO BELLIDO - PORTAVOZ MUNICIPAL DE COMPROMÍS

Donde se vio unidad fue en la petición del bipartito de reclamar a Europa 1,2 millones en fondos para actuar sobre cinco calles y plazas del entorno del Castillo de San Fernando. Y casi unanimidad, rota solo por Vox, hubo en la iniciativa de Compromís para promover la declaración como Paraje Natural Municipal del Cabo de la Huerta, que no influirá en la concesión para un restaurante en el entorno del faro marítimo. Con los votos en contra de los ultras, pero sin apoyos externos, el bipartito aprobó una declaración institución de mínimos sobre el 25-N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Captura de la retransmisión por «streaming» de la sesión ordinaria de noviembre.

Frente del bipartito y Vox para atacar la ley Celaá y pedir más inversiones

El bloque de la derecha critica desde Alicante al Gobierno por la propuesta de renovación del CGPJ

En el pleno de noviembre también hubo espacio, y no poco, para hablar de otras administraciones al margen de la alicantina. En concreto, como es habitual, del Gobierno central y del Govern del Botànic. El bloque de la derecha (PP, Cs y Vox) se unió para cargar contra la reforma de la ley educativa -Ley Celaá- y para exigir a los ejecutivos de Sánchez y Puig más inversiones para la ciudad de Alicante. También votaron juntos, y entre el rechazo de la izquierda, contra la propuesta para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). 

«[A Barcala] Le pedimos que diera explicaciones, pero por orgullo o inverosimilitud se ha negado»

MARIO ORTOLÁ - PORTAVOZ MUNICIPAL DE VOX

Ésta fue la primera que se debatió, aunque la que generó más crispación fue la promovida por el gobierno municipal contra la reforma educativa impulsada por el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos. La concejala de Educación, la popular Julia Llopis, criticó que la ley no estuviera «consensuada» y que deje al margen a «muchas familias». También reprochó, a su juicio, que «atente contra el español y que regale los títulos». Para los populares alicantinos es «una vergüenza de ley». De hecho, llegaron a decir que en Corea del Norte se «estaría mejor». Algo más contenida, aunque tampoco mucho, estuvo la vicealcaldesa y portavoz de Cs, Mari Carmen Sánchez: «Es una aberración de ley, que provoca desigualdad y no mejora el sistema educativo. Es una ley partidista y sectaria». La respuesta desde la izquierda, con matices, tuvo puntos en común. Los tres grupos reprocharon al equipo de gobierno de Barcala que basara su argumentación en «mentiras» y por boicotear la educación pública. «Utilizan la mentira como herramienta política. Solo quieren fomentar el odio», señaló Rafael Mas (Compromís). 

También se habló de Presupuestos, pero no de los locales, sino que se fijó la mirada en Madrid y València. El PP, en la única propuesta sin la firma previa de su socio, pidió al Pleno reclamar más inversiones a ambas administraciones, como la conexión ferroviaria del aeropuerto con Renfe, la Estación Intermodal o la Ciudad de la Justicia. Tras el debate, sumó a Ciudadanos y también a Vox, entre críticas de los grupos de izquierda, que recordaron la mejora presupuestaria para Alicante en comparación con las cuentas vigentes, las de Montoro. «Si la derecha tuviera vergüenza no presentaría esta iniciativa», señaló Xavier López (Unidas Podemos). Una iniciativa de Compromís, limitada al Gobierno central, solo sumó el apoyo de Vox. 

Sin un 0,9% de subida de sueldos y sin renunciar al aumento de 2019

La Corporación municipal votó a favor de renunciar a la subida de sueldos del 0,9% que el Gobierno central ha anunciado para los empleados públicos y a la que, a su vez, ha asegurado que renunciarán tantos los miembros del Ejecutivo de Sánchez e Iglesias. La propuesta, elevada por el bipartito de PP y Ciudadanos al pleno de noviembre, hará que los 29 miembros del Pleno se queden tal cual están en cuestión salarial. Es decir, con los sueldos que se aprobaron hace poco más de un año entre el rechazo de la izquierda. Y es que tras las elecciones municipales, el gobierno de Barcala impulsó una subida salarial para los concejales de entre el 5 y el 10%. Ese incremento volvió ayer al debate, ya que Compromís propuso que no sólo renunciasen a la subida del 0,9% salarial, sino también a la aprobada hace un año. Esa petición cayó en saco roto. 

Petición de calles: Sí, para Mojica; no, para Pilar Castillo

El Pleno de Alicante hizo doble parada para debatir sobre el callejero. Por unanimidad, a petición de Unidas Podemos, la Corporación acordó darle a una calle el nombre de Francisco Mojica, microbiólogo de la Universidad de Alicante y «padre» de la tecnología CRISPR de edición genética, recientemente premiada con el Nobel. Menos suerte tuvo la socialista Pilar Castillo, fallecida hace tres años, para quien pidió de nuevo -dos años después- una calle el grupo municipal al que perteneció entre 1979 y 1991 como primera concejala de Servicios Sociales. La iniciativa sólo contó con el apoyo de la izquierda, pero el rechazo del bipartito y de Vox. Desde el gobierno alegaron que, de concederle el reconocimiento a Pilar Castillo, «habría que darle una calle a todos los concejales».