Los hosteleros de la provincia de Alicante acataron, con mucha resignación, el adelanto del cierre de los bares y restaurantes a las 17 horas. Un horario que, según explicaron desde el sector, no les deja margen de operatividad. Los establecimientos estuvieron más vacíos que de costumbre en el primer día de entrada en vigor de las nuevas medidas anunciadas el pasado martes por el presidente de la Generalitat Ximo Puig para frenar los contagios por covid, como son el cierre de la hostelería a partir de las 17 horas, la prohibición de fumar en las terrazas y solo cuatro personas por mesa. La Policía Local vigiló en muchos municipios el cumplimiento del cierre a las cinco en punto de la tarde, como en Alicante y Elche. Muchos clientes desconocían las medidas y tuvieron que ser advertidos por los hosteleros para que se levantaran de las mesas.

Así ha quedado Elche tras el cierre de las cafeterías a las cinco de la tarde

Así ha quedado Elche tras el cierre de las cafeterías a las cinco de la tarde M. Alarcón

El sector ha reaccionado a estas restricciones, que asegura «nos abocan a la ruina», con una reducción a la mitad de la jornada a la mayoría de las plantillas de bares y restaurantes, con la consecuente bajada de salarios, o, dando vacaciones a los empleados hasta el 31 de enero -día en el que concluirán, si no se prorrogan, las nuevas medidas del Consell- y cerrando hasta esa fecha los locales, para paliar las pérdidas.

Dos policías locales de Elche pasan junto a una cafetería que cerró a las cinco en punto. | ANTONIO AMORÓS

En este último caso se encuentra Joaquín Guillamón que ayer cerraba con tristeza la persiana de su restaurante de Torrevieja que gestiona junto a su hijo y su yerno. De los 80 servicios de desayuno que suelen servir por la mañana, apenas dieron ayer 20, lo que empujó a tomar la decisión de cerrar el local desde el lunes hasta el 1 de febrero y tomarse unas «obligadas» vacaciones. «No hay margen comercial, los locales se han reinventado, se han adaptado a las medidas anticovid y nos siguen castigando, hay quien ya no sabe qué hacer para rentabilizar su negocio», se queja. «Es muy complicado convencer a los clientes ahora de que tienen que adelantar sus hábitos», señala, indignado, Guillamón, que a su vez es el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Torrevieja y Comarca. «Estamos cayendo como moscas», lamenta.

Las nuevas medidas suponen una nueva estocada a un sector ya muy castigado durante 2020 y que estima que el 25% de los establecimientos hosteleros de la provincia no resistirá y cerrará definitivamente antes del verano. «Lo que pedimos los hosteleros es que esas medidas vengan acompañadas de ayudas económicas para soportar esas reducciones, como en otros países europeos», explica el restaurador César Anca, presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA). «Llevan diez meses en los que las administraciones no han dado con la tecla para reducir contagios, y culpan a la hostelería cuando se ha demostrado que no es, ni de lejos, el principal foco, si no las reuniones sociales en casas, que ahora serán más frecuentes», dice Anca.

El ocio nocturno pide al Consell 50 millones en ayudas

La Asamblea de la Acampada del Ocio Nocturno de la Comunidad Valenciana pidió ayer al Consell ayudas por valor de 50 millones para compensar los diez meses de cierre acumulado por las medidas impuestas por la pandemia. El colectivo, que estima en 275 millones las pérdidas durante 2020, considera que esa cantidad permitiría una aportación media de 30.000 euros a cada uno de los 1.500 locales de ocio nocturno de la Comunidad Valenciana y evitaría su quiebra. La Asamblea se constituirá como federación para ser interlocutor directo con la Generalitat.