Después de más de un mes sin poder hacerlo, a los centros privados de la Comunidad Valenciana se les levantado el veto para volver a programar intervenciones aunque con la reserva de que, en caso de necesidad, se pueda disponer de todas sus camas convencionales en un plazo de 72 horas.

Así se lo comunicó ayer la Conselleria de Sanidad a los representantes de la privada en una reunión que se celebró por videoconferencia y en la que también se les informó de que, aunque continúa suspendida la derivación de pacientes de plan de choque desde los departamentos, los servicios centrales de la conselleria sí que podrán hacerlo «si se considera necesario». En cuanto a los ya derivados, «se les podrá intervenir mientras no exista una contraorden».

Sanidad levanta la prohibición de programar operaciones que pensaba sobre la privada al relajarse la presión asistencial en los hospitales de la Comunidad por la bajada del número de contagios por coronavirus. A partir de ahora, ante el respiro que está dando de momento la pandemia, a los centros privados se trasladarían enfermos críticos no covid de acuerdo, en la medida de lo posible, a la proximidad geográfica al domicilio de paciente. Y, para el caso de que se precisara, se ha de establecer la capacidad de ampliación de las camas de críticos, como lo son las de REA, USCI y bloque quirúrgico.

También, tal y como se ha hecho ya en algunos centros de la provincia, se podrá autorizar la participación del personal del sistema público en la actividad quirúrgica de un privado y la derivación de pacientes con necesidad de ingreso «se valorará en función de la evolución de la pandemia». Para ello, y también en caso de necesidad, se tiene que establecer por la privada «la capacidad de ampliar camas de hospitalización convencional mediante el doblaje en la misma habitación o la utilización de espacios destinados a actividad demorable».

Sin visitas

Asimismo, y de acuerdo con las medidas de prevención fijadas para los hospitales públicos, se recuerda que no están permitidas las visitas a pacientes hospitalizado salvo cuando el ingresado lo requiera por ser menor o dependiente, apartado en el que se engloba también a las mujeres internadas para dar a luz.

Se reitera la necesidad de mantener en los centros los espacios covid y no covid y se mantiene el mecanismo de comunicación de los ingresos a la conselleria.

La situación en descenso desde el cierre de la hostelería

La bajada de la presión asistencial en los hospitales públicos de la Comunidad se ha dejado sentir por igual en los centros privados donde, como en el caso del grupo IMED, en estos momentos las UCI se encuentran al 50% de su capacidad. Fuentes sanitarias concretaron a este diario que el descenso en las hospitalizaciones se comenzó a notar de forma clara a partir del cierre de la hostelería y ha continuado descendiendo hasta este momento. Mientras tanto, el proceso de vacunación del personal de estos centros continúa sin mayores incidentes.