La gente tenía muchas ganas. Ayer era el primer fin de semana desde el 21 de enero que la hostelería podía hacer uso de sus terrazas, y éstas lograron un lleno absoluto en Alicante; en varios puntos del centro se llegaron a formar colas para hacerse con una mesa al aire libre. El levantamiento del cierre perimetral que mantenía la ciudad blindada desde los viernes hasta los lunes, permitió además la visita de vecinos de los municipios más cercanos.

Hasta doce personas esperaban en la plaza del 25 de Mayo a la hora del aperitivo, en fila, para conseguir un hueco en la terraza del bar que sirve junto a las flores. El entorno del Mercado Central estaba a rebosar, y lo agradecían y bien los dueños de este local, que, como el resto de negocios, llevaba sin colocar las sillas cerca de seis semanas. Estaba totalmente lleno, pero con las distancias bien delimitadas.

Terrazas de la calle Castaños repletas de clientes en la primera jornada de fin de semana con la posibilidad de acudir a los bares. | PILAR CORTÉS

Unos cuantos metros más abajo, junto al Teatro Principal, la calle Castaños asomaba con un cartel de completo visible desde lejos. El ambiente recordaba al de cualquier sábado común fuera de pandemia, salvando las distancias.

La gente se repartía entre los distintos bares, en mesas de máximo cuatro personas. Los espacios entre las mesas eran prudentes, en la gran mayoría de casos, cumpliendo con el permiso de la Generalitat para montar veladores en exteriores al 75% de capacidad hasta las 18 horas.

Lleno en las terrazas del centro de Alicante el primer fin de semana de apertura

Lleno en las terrazas del centro de Alicante el primer fin de semana de apertura Pilar Cortés

La única falta que se observaba, a simple vista, era la de algún grupo de más de cuatro personas que se repartía en dos mesas y, en lugar de quedarse separados, juntaban las sillas formando un gran círculo. En cualquier caso, esto era más bien la excepción.

Las bandejas de los camareros salían con la energía de una carga bien reposada. Tanto por ellos, que no trabajaban con una desde enero, como por las bebidas que llevaban. A las dos de la tarde de ayer, los tequilas sí que no eran la excepción.

Pese a esto, no todos los locales decidieron abrir. Muchos de ellos, los que no levantaron las rejas, eran los que no cuentan con terraza y que continúan pudiendo servir solo para llevar.

«Tenía muchas ganas después de estar tanto tiempo encerrada en casa», contaba Minerva García , una joven de Alicante, desde una terraza de la calle Cándida Jimeno Gargallo, en el centro de Alicante.