El Camí de la Molineta, en la Cañada del Fenollar, lleva inutilizada desde septiembre de 2019. Entonces, la DANA que asoló la Vega Baja hizo que se desplomara una de las principales carreteras de la pedanía alicantina, donde están censados unos 1.800 vecinos. El Ayuntamiento, hace ya año y medio, colocó unas vallas, señalizó la zona... y hasta ahora. El hundimiento de ese vial obliga a cientos de vecinos de la zona a dar un rodeo de hasta 15 kilómetros para llegar hasta casa. El problema, sin embargo, empezó a dejarse nota tiempo antes: otra riada rompió los diques de contención que había en la carretera de la Alcoraya, lo que, según los vecinos, forzó a que todo el agua circulase por bajo de la Molineta cuando había lluvias de consideración. Desde el primer momento, el Ayuntamiento se comprometió a habilitar una partida «urgente» para dar una solución a la caída de la vía. Hoy, año y medio después, el camino sigue igual o peor que entonces. Fuentes municipales aseguran que la obra se incluirá en la primera modificación del Presupuesto, que todavía no está aprobado definitivamente.
Este es uno de esos arreglos, con mayor o menor trascendencia, que se eternizan en Alicante. En este caso, se localiza a las afueras, pero también se dan en puntos estratégicos de la ciudad, aunque de otro calado. En el Mercado Central de Alicante, desde finales del pasado año, una de las dos escaleras mecánicas de la entrada de la Plaza del 25 de mayo (conocida, como «de las flores») está inutilizada. Señales amarillas informan de que está «en revisión». De eso hace ya cuatro meses, según critican usuarios del mercado en redes sociales, sobre todo los sábados, el día con mayor afluencia de clientes de la instalación municipal.
Entre los más insistentes, el portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido, que prácticamente todas las semanas recuerda, a través de su cuenta personal, la situación de una escalera que, sobre todo, facilita la accesibilidad a las personas con problemas de movilidad. Bellido, incluso, alertó a finales de febrero que al situación había ido a peor: «Ahora vuelven a estar las dos escaleras sin funcionar. Y ya van dos meses así». Ahora, a mediados de marzo, ya funciona una de ellas. De la otra, ninguna noticia positiva hasta la fecha. Fuentes municipales alegan que la escalera está sin uso porque están a la espera de que llegue una pieza. También añaden que estudian cambiar todas las escaleras por los continuos problemas en su mantenimiento.
Tampoco se sabe nada de un tramo de la Explanada que está siendo ignorado en unos trabajos que se impulsaron recientemente para acabar con multitud de zonas con «calvas». Este punto se encuentra en un lateral del paseo, próximo a la intersección con la Rambla. Y el problema no es nuevo. De hecho, esa zona ya estaba sin teselas cuando el Ayuntamiento colocó el árbol de Navidad a principios de diciembre. Cuando lo quitó, todo seguía igual: vallado y sin piezas del mármol tricolor. El Ayuntamiento espera que el arreglo llegue en breve, ya que -subrayan- existe un operario destinado al cuidado del paseo.
A escasos metros de distancia, las dos esculturas de la Explanada acumularon casi un año en precario, con un alambre que sujetaba la peana para que no se viniera abajo. No muy lejos, también pasaron meses para que el bipartito arreglase un cristal roto en la pasarela del Postiguet desde el Paseo de Gómiz. En ese entorno turístico, la fuente de la plaza del Ayuntamiento lleva más de un año sin uso después de que la cremà de la Hoguera Oficial «derritiese» el mecanismo. Se dijo que se estudiaba una solución. Hasta hoy.
