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CORONAVIRUS EN ALICANTE, VALENCIA Y CASTELLÓN

El retraso de las vacunas, las cepas y la relajación de las medidas amenazan con la cuarta ola del coronavirus

Los expertos alertan que el puente de San José y la Semana Santa son el preludio de la escalada de contagios - Los especialistas advierten que a finales de abril la curva subirá imparable

Pfizer ha restablecido el suministro de vacunas frente al covid

Las nuevas cepas del coronavirus han hecho su aparición en el plano epidemiológico de la provincia. A ello se le suma la relajación de las medidas sanitarias y el retraso en la vacunación tras los problemas acaecidos con los viales de AstraZeneca, inyectables que el Consell volverá a retomar el próximo miércoles.

A esta fórmula, debe agregarse el puente de San José y la Semana Santa que comienza el próximo lunes, 28 de marzo. Estas circunstancias no pasan desapercibidas para los expertos, quiénes están «absolutamente seguros de que la cuarta ola va a llegar».

Así lo explica Juan Francisco Navarro, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva y Salud Pública: «Se siguen dando las mismas circunstancias que en las anteriores ocasiones, no tenemos más allá de un 20% de gente inmunizada entre los vacunados y quiénes han pasado la enfermedad, aunque de estos últimos no todos han desarrollado inmunidad. Hemos tenido ahora el puente de San José, el preludio de la Semana Santa, menos mal que el tiempo nos ha echado una mano».

Por su parte, José María López, médico preventivista jubilado pero reincorporado al servicio activo para poner fin a esta pandemia, no le pondría una fecha «pero una cuarta ola es inevitable, estoy convencido», apunta este galeno, que si algo tiene es vocación.

Con la experiencia de las tres olas anteriores, «el proceso es cíclico, cada dos o tres meses se produce una nueva onda epidemiológica. En cuanto vemos que ha bajado mucho la incidencia se abren las medidas y, fruto de eso, suben los contagios», indica Navarro.

El facultativo pone de manifiesto un estudio americano «en el que se hablaba que la incidencia subiría de un modo muy importante a lo largo del mes de abril, sobre todo en la segunda quincena, con un pico a principios del mes de mayo», señala.

A esta proyección le añadimos el ingrediente de las variantes, «la inglesa ya es la mayoritaria, con una contagiosidad que puede ser mayor en un 70% y una letalidad entre el 30 y 50% más, dependiendo de los estudios».

Mayoría de no inmunizados

En este sentido, López evidencia la existencia de un 75% de personas no inmunizadas «que pueden pasar la enfermedad, un motivo fundamental. Las cepas pueden, si son más contagiosas, acelerar el movimiento. Cuantas más facilidades le demos al virus, antes llegará la cuarta ola. Si se relajan las costumbres, si hay aglomeraciones, favorecerá la transmisión. La otra manera efectiva que evitaría una cuarta o quinta onda epidémica es la vacunación masiva», reitera.

Sobre cuándo llegará el pico de contagios en la cuarta ola, Navarro declara que «puede haber una variabilidad de dos semanas». ¿Las previsiones? «Durante el pasado puente de San José y la Semana Santa la curva de contagios comience a subir de una manera lenta pero convincente, por encima de 100 ó 150 y, a finales de abril o principios de mayo, se exprese ya en una curva epidémica grande», manifiesta Navarro con contundencia.

Ambos son conscientes de que este retraso en la vacunación influirá y podría adelantar la cuarta ola. Ahora hay que hacer un sprint y «terminar de vacunar a la década de los 80. Nosotros pedimos que se nos deje vacunar a los enfermos del hospital de día, a los transplantados y a los oncológicos más graves, son los que más riesgo tiene de enfermedad grave y de muerte», sostienen desde la Sociedad de Medicina Preventiva.

Rastreos presenciales

José María López aconseja, en el rastreo y seguimiento de los casos covid, no hacerlo telefónico sino presencial, al igual que en China, Vietnam o Australia. «Si un rastreador o sanitario del Centro de Salud acude al domicilio del positivo o contacto del positivo puede comprobar si realmente se puede hacer el aislamiento o no, si dispone en su vivienda de espacio para ubicar a los familiares puesto que una de las habitaciones se va a quedar bloqueada por el contacto o el caso positivo. También verificas el estado físico de la persona y si tiene dudas sobre la cuarentena. Este seguimiento individual se puede realizar cuando las cifras de la epidemia están muy bajas, como ahora y así evitar que suban. Eso es fundamental», aconseja.

Ahora «estamos en la parte buena de la epidemia, cuando ya se ve el final. Es cuestión de no bajar la guardia y no rehuir a la vacunación. El principal enemigo que tenemos ahora es la actitud que puede hacer que muchas personas rechacen la vacuna. Estamos viendo la luz al final del túnel».

Precipitación en la apertura del interior de la hostelería y gimnasios 

La relajación de las medidas y «la apertura sin control facilita las cosas. Nos hemos vuelto a precipitar. Supongo que lo demandaba la economía y un poco la sociedad», destaca Navarro.

En los ambientes y espacios cerrados, «el virus se transmite por aerosoles, la gente debería ver cómo es la transmisión de esos aerosoles por luminiscencia durante una conversación. En un espacio cerrado los comparte todo el mundo sin ventilación».

«Particularmente, la apertura del interior de bares, restaurantes y gimnasios me parece poco acertada porque influye en lo que el gobierno objetivamente puede controlar». Sí vigilar el cumplimiento de un estado de alarma, el cierre de la hostelería a una determinada hora, pero no puede verificar cuantos se reúnen en cada casa ni lo expansivos y animados que estarán.

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