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Presidente de Riegos de Levante. Vicepresidente Sindicato Regantes Acueducto Tajo-Segura

Javier Berenguer: «Nadie entiende la política antitrasvasista del Gobierno. Hablamos de agua, un bien público»

Javier Berenguer rechaza la modificación de las reglas de explotación del trasvase que pretende el Gobierno. «Hablamos de agua, un bien público y de primera necesidad, que debería llegar a todos los ciudadanos se encuentren donde se encuentren».

Javier Berenguer, en la puerta de la sede de Riegos de Levante Matías Segarra

¿La apertura del grifo del trasvase Tajo-Segura el pasado marzo salva la temporada?

Aunque el trasvase ha estado físicamente cerrado por las reparaciones en el embalse de la Bujeda, se han autorizado desembalses mensuales desde el inicio del presente año hidrológico por lo que todas esas asignaciones comienzan a venir ahora al sistema. En función de lo ya asignado y de lo previsto en las reglas de explotación del trasvase para los meses siguientes, esperamos tener agua suficiente en este año hidrológico que finaliza en septiembre. Otra cosa será de cara a próximos meses con las modificaciones que se pretenden aprobar en las reglas de explotación actuales y con el aumento de caudales ecológicos en el nuevo Plan Hidrológico del Tajo.

¿Lo abre, pero por detrás maniobra para recortar el caudal máximo. Los regantes sostienen que es una aberración. Por qué?

La infraestructura del trasvase se planteó hace 42 años para dotar con 421 hectómetros cúbicos al levante español, incluyendo abastecimiento de la población y regadíos. Este volumen se estableció en base a las necesidades medidas de población y hectáreas de cultivo. Ninguno de estos parámetros ha variado significativamente en este tiempo. Sin embargo, nunca ha llegado ese volumen de agua, y la media en estos años no supera el 50% de los volúmenes totales. Los meses en que los pantanos de cabecera de Entrepeñas y Buendía no cumplen con el volumen de almacenamiento fijado en las reglas de explotación para cada mes no se trasvasa nada. Ya existen unas reglas definidas y ajustadas a las necesidades que han funcionado durante 42 años. Hemos recalculado el volumen que hubiéramos recibido en los últimos años si hubieran estado vigentes estas nuevas reglas que pretenden implantar y nos hubiera perjudicado notablemente, lo que significa que si las aprueban, tanto los usuarios de agua de abastecimiento en hogares como los agricultores del regadío nos vamos a ver perjudicados sin duda. Quiero recalcar que tanto los agricultores, como los usuarios de abastecimientos urbanos (el consumo urbano) se verían perjudicados.

«Hay que producir aquí, con un producto cercano, de calidad y seguro, ya que lo regula nuestra normativa sanitaria»

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Acaban de solicitar que el condonen la factura de 1,25 millones de euros de los 6 meses de mantenimiento del trasvase pero sin haber recibido una sola gota de agua. ¿Cuál es su opinión sobre el denominado tasazo?

El “tasazo” como llamamos los agricultores a la parte fija de la tarifa del trasvase que pagamos todos los meses es uno de los conceptos más injustos a los que nos hemos tenido que enfrentar en los últimos años. Para que se haga una idea, supone que una comunidad como la nuestra tenga que pagar todos los años dos millones y medio de euros (más de 100 euros por hectárea), sin tener la seguridad de que va a haber agua para regar. Y esto no es algo que no ocurra. Hace casi tres años que estuvimos con el trasvase cerrado durante once meses, lo que supuso tener que acudir a otras fuentes de agua mucho más caras y de peor calidad y aun así, seguir pagando el “tasazo”, destrozando la economía de la mayor parte de nuestros agricultores.

¿Difícil de entender?

Todos entendemos que en nuestros hogares, por ejemplo, parte de la factura de la luz o del agua vaya a pagar los costes de mantenimiento de la red y de los contadores, pero cuando le damos al interruptor o abrimos el grifo, hay suministro. En nuestro caso no. Se paga sí o sí. Hasta 2017, sólo se pagaba en función del agua efectivamente recibida y esta es la forma que nos parece más correcta y que no daña al agricultor. El “tasazo” no es más que una forma de adelantar la recaudación de dinero por parte del Ministerio.

¿Está la agricultura de la provincia condenada a sobrevivir con agua desalada?

Esperemos que no, y lucharemos para para que no ocurra. El agua desalada es, y siempre será, un complemento al trasvase Tajo Segura por varios motivos. El primero, por su calidad, ya que es una agua a la que no contiene los mismos nutrientes, y encima es alta en boro, lo que no beneficia a muchos cultivos. En segundo lugar por su precio ya que quintuplica el precio del agua del trasvase, lo que hace inviable económicamente su sustitución. En tercer lugar, porque las desaladoras no están en la actualidad, ni lo estarán en el corto plazo, conectadas con las infraestructuras del postrasvase que distribuyen el agua para regadío a lo largo de las tres comunidades autónomas regadas por el trasvase, lo que impide su normal utilización. Y cuando sea posible hará aún más elevado el coste de la desalación. Y por último, y no por ello menos importante, por el elevado coste medio ambiental que el consumo eléctrico requerido para el proceso de desalinización genera. Y que cuadriplica al del trasvase. Para qué queremos un agua que no es de calidad, que no podemos asumir su precio, que no cubre con nuestras necesidades y, además, no tenemos posibilidad de recibirla.

¿Qué consecuencias tendría?

En lo que respecta al regadío tendría consecuencias directas sobre la calidad de los cultivos y sobre el suelo. Indirectas sobre la viabilidad económica de los regadíos, que perderían su capacidad de ser competitivos frente a productores de otras zonas de España. ¿De verdad queremos productos de países que no cumplen con las garantías sanitarias mínimas que nos exigimos en la Unión Europea? Por lo que respecta a los ciudadanos, estos verían encarecerse directamente el recibo del agua -en sus hogares y negocio-, amén de no tener garantizado del todo el abastecimiento.

“Hemos cambiado el concepto de “interconexión de cuencas, a “interconexión de desaladoras”, que nos quieren vender ahora”

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¿Entiende la política antitrasvasista del Gobierno?

No, nadie la entiende. Estamos hablando de agua, un bien público y de primera necesidad, que debería llegar a todos los ciudadanos por igual independientemente del territorio donde se encuentren, del mismo modo que ocurre con otros bienes esenciales como la electricidad, las comunicaciones. Hemos cambiado el concepto de “interconexión de cuencas” ideado por el señor. Borrel en los años 90, a “interconexión de desaladoras” que nos quieren vender ahora.

Hay gurús que sostienen que hay que cambiar cultivos para adaptarlos a la sequía. ¿Qué opina?

Pues no lo entiendo. Que le expliquen a un agricultor que tiene árboles de varios años que tiene ahora que abandonarlos para empezar con otra cosa. También dicen que hay que evolucionar a productos de mayor valor añadido que puedan alcanzar precios mayores en el mercado, pero la realidad es que estamos en una economía globalizada donde existe una fuerte competencia de precios y donde hay acuerdos comerciales entre gobiernos que impiden una libre y efectiva elasticidad en los mercados.

Con los precios a pie de bancal por los suelos ¿tiene futuro el sector agrícola en la provincia de Alicante?

El sector agrícola se ha ido adaptando a los tiempos, pero tiene que seguir evolucionando. Es una selección natural. En auge están cada vez más los productos ecológicos y las nuevas variedades de superalimentos. En esto, el agricultor es fantástico. Durante siglos se ha ido adaptando, ya sea por la existencia de plagas, ya por la demanda de los mercados. Este nuevo reto seguro que lo supera. No hay que olvidar que el sector agrícola en cualquier país es un sector esencial, mas si cabe en el nuestro. No se puede depender para abastecer a la población de alimentos de terceros países. Imaginemos por un momento lo que hubiera podido ocurrir si durante el confinamiento nuestros supermercados no hubieran contado con frutas y verduras al igual que no se dispuso de equipos de protección para nuestros sanitarios. Hay que producir aquí, con un producto cercano, de calidad y seguro ya que lo regula nuestra normativa sanitaria. También es importante recordar que todas las estimaciones nos abocan a una crisis en 2050 por falta de alimentos en el planeta.

Vaya futuro no espera entonces.

Por eso, lo que echamos en falta es un apoyo en este difícil camino por parte de la Administración. Sólo encontramos piedras en el camino tanto por la parte del suministro del agua como por el encarecimiento de los recursos. Necesitamos interlocución y una mano tendida.

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