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Vox acelera en su batalla contra la igualdad en Alicante

El grupo ultra pedirá en el próximo pleno la dimisión de la concejala Conejero por una obra de teatro para menores sobre la familia y una encuesta LGTBI realizada a jóvenes. El equipo de gobierno rechaza las acusaciones del partido de Abascal

La vicealcaldesa y el alcalde, junto al portavoz municipal de Vox, en una imagen previa a la pandemia

Vox acelera en su batalla contra la igualdad en Alicante. El grupo municipal pedirá en el próximo pleno municipal la dimisión de la concejala de Igualdad, María Conejero (Ciudadanos), por una obra de teatro para menores y por una encuesta sobre LGTBI realizada a jóvenes de entre 12 y 18 años. Así lo ha anunciado el grupo liderado por Mario Ortolá, que pretende ahondar en el choque ideológico con las formaciones del bipartito (PP y Ciudadanos) en plena escapada de tensión a nivel nacional a raíz de la campaña electoral en Madrid: "El pleno traerá otro enfrentamiento más con el equipo de gobierno municipal, compuesto por Partido Popular y Ciudadanos, por parte del grupo municipal de Vox. El motivo son dos actuaciones llevadas a cabo por la Concejalía de Igualdad. Por un lado, una obra de teatro para niños de 8 años en la que -siempre según Vox- se ataca abiertamente a la familia, empleando lenguaje sexual y utilizando eslóganes políticos de la izquierda y, por otro, -añaden desde al formación ultra- un cuestionario del Plan Municipal LGTBI en el que se pregunta a niños de 12 años en los institutos alicantinos sobre orientación sexual, identidad sexual e, incluso, si aceptarían tener un hijo homosexual".

La realidad que describe el equipo de gobierno difiere mucho de la interpretación realizada desde la formación de extrema derecha. Respecto a la encuesta, desde la Concejalía de Igualdad explican que la realizó una empresa experta contratada por el Ayuntamiento. "El proceso de investigación tenía dos técnicas, la cuantitativa y la cualitativa. El cuestionario sirve para cuantificar las valores y se elige un universo poblacional: estudiantes, profesorado y ciudadanos en general", explican desde el área municipal, que añaden que se dirige a la ESO tras detectarse que las principales vulneraciones al colectivo LGTBI se realizan en los institutos. "Es la etapa donde se genera mayor estigmatización de la población LGTBI. Se trata, por tanto, de chavales de entre 12 y 18 años. Son las mismas preguntas a todos con el objetivo de profundizar en el ámbito educativo", apuntan desde el entorno de la edil Conejero, restándole toda la importancia a la encuesta que se hizo pública a principios de abril, que con todo fue principalmente contestaba por jóvenes de 17 años.  

Sobre la representación teatral para menores, las mismas fuentes explican que no "existe ningún informe de recomendación de edad sobre esa obra". Sin embargo, los menores de 12 años que han acudido a verla han tenido que estar siempre "acompañados por sus padres", lo que significa que las familias han estado en todo momento al corriente de lo representado. Respecto al contenido, añaden que "no se trata de desobedecer los mensajes familiares sino que reivindica el ser feliz pese a los actuales debates sobre la belleza, intentando desestigmatizar asuntos relativos con los cánones actuales de belleza". En alusión a posible palabras malsonantes, desde la concejalía aseguran que son expresiones que están "descontextualizadas" por Vox.

La formación ultra, según anunció durante la Junta de Portavoces de este lunes, también presentará una propuesta al pleno en signo de condena a una actividad de escolares que se realizó en un colegio público de Alicante sobre telas de colores similares a la bandera republicana, que inicialmente provocó la alarma entre el PP, que asimiló la actividad como un nuevo "intento de adoctrinamiento escolar" desde el departamento que dirige Vicent Marzà. El centro Voramar de Alicante celebró el Dia del Libro sentando a los alumnos de aulas burbujas sobre distintas tiras de hasta seis tonos distintos. Tras los menores sentados sobre una tira naranja (los de la roja estaban en otro extremo del patio), se sentaron los de la tira amarilla, cada uno con su aula burbuja, y detrás los de la tela lila. Ese detalle desmonta el supuesto intento de adoctrinar, al tratarse de tiras con los colores naranja, amarillo y lila. Esa unión de colores (que no incluía el rojo, que estaba al otro lado del patio) provocó una reacción airada desde el PP autonómico, a la que se sumó también el municipal a través de la concejala de Educación, Julia Llopis: "El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, debe tomar cartas en el asunto y llegar hasta el final por permitir el uso de símbolos anticonstitucionales en una actividad formativa contratada por la conselleria de Educación y aleccionar a los niños trasladando situaciones reaccionarias ante supuestos de actuación de la policía, tal y como ha trascendido en las informaciones publicadas".

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