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El aumento del caudal ecológico del Tajo elevará en 24 millones al año la factura eléctrica del regadío

El plan del Gobierno para sustituir el agua del río por desalada quintuplica el consumo de energía eléctrica - El ministerio pretende, además, subir el agua de Torrevieja 200 metros hasta Ojós (Murcia)

Infraestructura del Tajo-Segura a su paso por la Vega Baja. | TONY SEVILLA

Ni sostenible ni viable económicamente. El plan diseñado por el Ministerio para la Transición Ecológica para reducir los aportes del trasvase Tajo-Segura y sustituirlos con agua desalada a partir del año que viene no solo amenaza con secar en unos años el acueducto, sino que representa un atentado ambiental y de costes al quintuplicar la necesidad de energía eléctrica, y hoy en día en España solo un 50% de la electricidad proviene de fuentes no renovables. Según el plan hidrológico del Tajo presentado la semana pasada, el Ministerio pretende elevar 200 metros el agua desalada en Torrevieja hasta la presa de Ojós (Murcia), que está a 60 kilómetros, para incorporarla así a los canales del trasvase, lo que provocará que cada metro cúbico de agua desalada necesite consumir 5 kw/hora, cinco meces más que la que cuesta la electricidad para producir el agua del trasvase. En total, y según los cálculos del Instituto Universitario de Geografía y del Instituto del Agua, ambos del a Universidad de Alicante, el coste económico añadido energético se eleva a 24 millones de euros al año al costar 0,6 euros/m3 por los diez céntimos de euros actuales. Los agricultores deberán pagar ya 40 hm3 de agua desalada, los que se recortan al trasvase, a ese precio. Hasta ahora esos 40 hm3 representaban un coste de 4 millones de euros.

El Gobierno apuesta unilateralmente por un plan carísimo y lesivo desde el punto de vista ambiental sin tener, además, ninguna alternativa real en inmediata, ya que las obras y la inversión prometida para producir más agua desalada y barata al utilizar energía fotovoltaica no será efectiva hasta dentro de seis años. Es decir, que no habrá infraestructura alternativa hasta 2028, mientras que la reducción del agua que llega del Tajo se producirá ya a lo largo de 2022, cuando está previsto que entre en vigor el aumento de un metro cúbico por segundo en el caudal del río en Aranjuez.

Una zona donde, además, y según apuntan desde el Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante, las masas de agua están completamente limpias. «El gran problema del río se produce aguas más abajo, cuando al cauce llega todo el caudal mal depurado de Madrid. Ahí está el problema a solucionar y no en reducir los aportes», subraya Antonio Rico, director del Instituto.

Otro tema que empieza a ser cuestionado es sí, realmente, la reducción de las lluvias en los últimos años, es la causa directa de que disminuyan las reservas de agua en la cabecera. Desde el Instituto se advierte de que aparte del cambio climático como responsable de la reducción de lluvias -los expertos coinciden en el hecho, pero no en los porcentajes de merma, porque, incluso, en la provincia de Cuenca han aumentado las precipitaciones, hay que tener en cuenta una cuestión no menos importante, como es el abandono de los usos tradicionales del suelo en la cabecera del Tajo, donde se observa un crecimiento de la masa forestal. ¿Motivo? Al desaparecer la agricultura, ganadería y la explotación maderera aumenta la vegetación que necesita agua para crecer y mantenerse. En Cataluña ya se está estudiando este fenómeno en las cuencas internas y se estima que puede influir engtre el 15% y el 20% de la escorrentía.

Por otro lado y en relación recorte de los envíos de agua del Tajo, Ángel Urbina, presidente de la SAT San Enrique de Elche y técnico que participó en la elaboración del memorándum del Tajo aún en vigor advierte, calcula que si el Gobierno mantiene la hoja de ruta marcada por el Plan Hidrológico del Tajo, en 2027 el «tajo» real al caudal (200 hm3), que llega todos los años para el regadío de Alicante y Murcia será de 147 hm3 al año. Cifra que sale de sumar los 97 hm3 menos producto del progresivo aumento del caudal al pasar de los 6 m3/segundo actuales a los 8,6 m3/segundo, a los 50 hm3 reservados abastecer a los municipios manchegos.

Un informe elaborado por los ingenieros Francisco Cabezas y Ángel Urbina, que forma parte del conjunto de alegaciones presentado por la Diputación de Alicante al futuro plan hidrológico del Tajo revela que el aumento del caudal ecológico del Tajo en 2022 provocará finalmente un recorte de 130 hm3 anuales del trasvase si se mantiene el recorte de los 8,52 m3 por segundo que, ahora mismo, el que aparece negro sobre blanco en el plan del Tajo, donde sola aparece un caudal ecológico de 7m3/segundo entre julio y septiembre de cada año entre 2022 y 2027, a diferencia de lo que anunció el Ministerio para la Transición Ecológica la semana pasada.

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