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Barcala abre otro frente contra Marzà: ahora por las ayudas a las extraescolares

El bipartito asegura que renunciará a las ayudas por impulsarse en agosto, lo que «dificulta» la tramitación y su gestión. La conselleria critica la decisión: «Si no han sido capaces de organizar las actividades, que se lo expliquen a las familias»

Barcala conversa con Marzà en una imagen de archivo, previa a la pandemia Axel Alvarez

Nuevo frente abierto, uno más en este mandato, entre el bipartito de Alicante y la Conselleria de Educación. Tras los retrasos en el Plan Edificant (que hasta ahora sólo ha servido para la construcción de una escalera de emergencias en el colegio Emilio Varela ante el bloqueo a nivel municipal) y en la retirada del fibrocemento en colegios de la capital alicantina (que sigue pendiente en tres colegios tras una disputa entre ambas administraciones), el gobierno local anunció este miércoles que renuncia a la subvención autonómica para promover actividades extraescolares entre los alumnos de la ciudad, que el pasado curso rondó el medio millón de euros.

Así lo aseguró en un comunicado, donde el ejecutivo de Barcala basa su decisión en que las ayudas se han convocado en agosto. «El Ayuntamiento ha decidido renunciar a solicitar la subvención para la realización de actividades extraescolares de apoyo educativo para alumnos entre 3 y 18 años, ante la dificultar para presentar los proyectos educativos en fechas vacacionales y la imposibilidad de desarrollarlas hasta final de curso por los tiempos de contratación de la administración, que rondan los cuatro meses desde que se habilita el crédito y se convoca el concurso para prestación del servicio», recogía la nota, en la que la concejal de Educación, Julia Llopis, añadía que han tomado la decisión «después de que el año pasado, que también se convocaron en agosto, no se pudieran iniciar hasta abril las actividades de apoyo escolar, talleres socioeducativos o la Feria del Libro, redundando en una participación que apenas alcanzó el 1,28% en el mejor de los casos». 

La respuesta de la conselleria no se hizo esperar. En ella, explicaron que desde la Dirección General de Innovación Educativa y Ordenación se publicó el pasado 14 de agosto en el DOGV la orden que regula las bases y convocatoria de subvenciones destinadas a municipios para actividades de apoyo educativo y otras extraescolares, culturales y deportivas para compensar los efectos negativos del confinamiento por el covid. «Es la orden de bases, no la convocatoria de ayudas. La orden de bases es el documento que fija los criterios para conceder las ayudas. La convocatoria de ayudas, que incluye las actividades organizadas este verano y durante todo el próximo curso, se publicará en septiembre y beneficiará a todas las actividades extraescolares organizadas por los ayuntamientos entre el 1 de julio de 2021 y el 21 de junio de 2022», según insistieron, a la vez que apuntaron que en la convocatoria relativa al pasado curso, la conselleria adjudicó al Ayuntamiento de Alicante 471.980 euros en ayudas, que ahora tiene hasta el próximo 15 de septiembre para justificar. «Si la Concejalía de Educación no ha sido capaz o no ha querido organizar actividades para compensar los efectos del confinamiento, renunciando a una inversión próxima al medio millón de euros, deberá explicarlo a las familias alicantinas», concluyeron desde la conselleria que dirige Vicent Marzà.

Por su parte, la izquierda municipal también reaccionó en bloque. Tanto el PSOE, como Unidas Podemos y Compromís arremetieron contra Barcala y la edil Llopis por renunciar a la subvención educativa.

Otro punto actual de fricción se presenta con la retirada del amianto en los colegios. El tira y afloja sobre quién debía asumir el realojo de los conserjes (con sus familias) de varios centros de los que tiene que eliminarse el fibrocemento por ser un material altamente contaminante ha mantenido enfrentados a Educación y al Ayuntamiento hasta el punto de que la situación se ha encallado en los CEIP Emilio Varela, El Tossal y Azorín, donde los trabajos no han arrancado a dos semanas del inicio del curso escolar. 

En cambio sí se han realizado en los colegios Gabriel Miró y San Nicolás de Bari, que no tienen conserje, y en el Rabassa, que sí cuenta con este trabajador, pero lo asumió la Generalitat para desbloquear el inicio de la reforma, la de mayor envergadura. El director general de Infraestructuras Educativas, Víctor García, reunirá el martes próximo a equipos directivos y las AMPA de los centros pendientes para abordar el retraso en el inicio de las obras y las posibles fechas para arrancar, recordando que no podrán comenzar «hasta que el Ayuntamiento no saque a los conserjes de los centros». Desde el Ayuntamiento indican, por su parte, que están pendientes de que diga algo conselleria «para colaborar en el realojo (de los conserjes) si hace falta», y apuntaron a la falta de materiales de la constructora como otro factor del retraso.

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