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Alicante y Elche abren la mano para que locales cerrados por la crisis se conviertan en viviendas de alquiler

El auge del comercio electrónico y la desaparición de 7.000 comercios en dos años genera un nuevo nicho de mercado para entresuelos y planta bajas, que se transforman en viviendas

Locales transformados en viviendas en la avenida de Villajoyosa de Alicante, en el barrio de la Albufereta, pionero del turismo. | JOSE NAVARRO

El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante ha constatado un aumento en las ventas de locales comerciales y entreplantas en Alicante debido a la crisis, y a inversores que buscan transformarlos en viviendas turísticas para destinadas al alquiler residencial. Una coyuntura que también se detecta en Elche, donde el Ayuntamiento había tramitado hasta el pasado mes de septiembre de 2021 un total de 28 expedientes para permitir que locales comerciales acojan viviendas. La pandemia y la eclosión del comercio electrónico han motivado el cierre de miles de negocios en la provincia en los últimos dos años, generando un aluvión de locales comerciales vacíos, una tendencia que está comenzando a cambiar en los últimos meses. El mercado del «retail inmobiliario» está comenzando a animarse gracias a la apertura de nuevos negocios y, especialmente, a la llegada de inversores que compran locales a pie de calle y entreplantas. El objetivo es aprovechar el menor precio de estos activos respecto a las viviendas para reacondicionarlos y convertirlos en viviendas destinadas al alquiler turístico o residencial. La crisis económica provocada por el covid ha cerrado 7.000 comercios en la provincia en los últimos dos años, según datos de Cepyme.

 Marifé Esteso, presidenta del Colegio API de Alicante, explica que estas operaciones se están produciendo tanto en el centro de la capital y como en algunos barrios como Benalúa o El Pla, donde hay una alta disponibilidad de locales comerciales desocupados. «Se trata de inversores interesados en el alquiler que identifican los locales que cumplen los requisitos que impone el Ayuntamiento para su cambio de uso y los transforman en este sentido. Hablamos de un nuevo nicho de mercado en el que existen buenas oportunidades, ya que los precios han ido bajando en los últimos años», indica. Lo que antes era una imagen casi imposible de ver en muchas ciudades comienza a ser una realidad porque, además, la propia legislación de la vivienda turística favorece que éstas, cuando no se trate de un edificio entero, se ubiquen en los entresuelos o en primeras plantas.

Por otro lado, Marifé Esteso espera que el mercado inmobiliario en la provincia de Alicante alcance la estabilidad en este recién comenzado 2022, después del parón que supuso la pandemia en 2020 y a pesar del repunte experimentado en 2021, cuando las operaciones alcanzaron un nivel similar al año 2019. Falta que el crecimiento económico se estabilice y alcance los niveles esperados para que cierta demanda que sigue acumulada, salga al mercado. «Podemos hacer un balance positivo de 2021, ya que los precios han seguido creciendo de forma moderada y las compraventas han aumentado de forma significativa, especialmente en el segundo semestre del año. Zonas como Xàbia, Dénia, Benidorm o la propia ciudad de Alicante han experimentado un gran dinamismo», señala.

En cuanto a previsiones concretas para este 2022, el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria prevé que todo dependerá de la evolución de la variante ómicron del coronavirus. «Un empeoramiento de la situación sanitaria ralentizaría mucho las ventas pero si, como vaticinan algunos expertos, conseguimos superar la pandemia definitivamente en este año, nos podemos encontrar con un aumento de la demanda de vivienda muy significativo», subraya Marifé Esteso, presidenta del Colegio Oficial de Api de Alicante.

Los Api revelan que existe una gran demanda cautiva inmobiliaria

La presidenta de los Api revela que existen compradores nacionales que están esperando a que finalice la incertidumbre en torno al coronavirus para cerrar operaciones. Pero esta situación afecta especialmente al comprador extranjero, que representa la mitad del mercado en Alicante, que necesita tener la plena seguridad de que no se van a producir nuevas restricciones en el movimiento internacional para poder acceder a sus viviendas en la Costa Blanca. Por otro lado, desde este enero, los Api que quieran trabajar en la Comunidad Valenciana deben estar inscritos en un registro creado por el Consell. La Generalitat persigue así combatir el intrusismo.

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