El puerto de Alicante ha recibido ese viernes al crucero Seabourn Encore de la naviera Seabourn Cruise Line, en ruta por el Mediterráneo y procedente de Cartagena, con cuatrocientos pasajeros a bordo. Es la primera vez que el buque recala en Alicante, y como es tradición, su capitán, David Bathgate, ha sido recibido por la Autoridad Portuaria, representada por su presidente, Julián López Milla, y el director, Carlos Eleno, que han realizado un intercambio de placas conmemorativas de esta primera visita a la ciudad.

El crucero ha entrado a puerto sobre las 8 horas, y ha partido a las 17. Durante ese tiempo los pasajeros, han aprovechado para conocer la ciudad y realizar excursiones, utilizando las lanzaderas de autobuses que se han establecido para la ocasión.

El barco, flotado en 2016, es un yate de lujo con capacidad para 600 pasajeros, con una tripulación de 450 personas. Tiene 12 cubiertas, y una eslora de 210 metros, y ha sido decorado por el diseñador Adam D. Tihany, con elementos clásicos de la tradición náutica y detalles de lujo y exclusividad propios de los yates privados. Sus interiores son suaves y elegantes, con colores claros y formas curvas que transmiten una decoración minimalista a sus usuarios.

Solo hace una semana el puerto recibió dos cruceros en un mismo día, ya con el movimiento libre de sus pasajeros por la ciudad sin restricciones por el covid. Se trata del Iona, de la compañía P&O Cruises, que llega de Gibraltar y saldrá por la tarde hacia Barcelona y del Mein Schiff 5, de TUI Cruises, que llega de Valèencia y partirá a las 22 horas hacia Palma de Mallorca. En total cerca de 3.900 turistas y unos 200.000 euros de gast

De cara la temporada, Alicante se va ver beneficiada, desgraciadamente, por los efectos de la invasión de Ucrania. Las navieras consideran el Mediterráneo como un mar refugio y lejos del conflicto. De hecho se han cancelado ya los itinerarios por Rusia y el Mar Negro y los barcos tienen que moverse y seguir navegando.

Alicante va recuperando, poco a poco, un nicho de mercado que es clave par la ciudad pues en 2019, con 59 escalas, el sector turístico ingresó cinco millones de euros.

Julián López Milla entrega un obsequio al capitán del barco Información

El turista de cruceros que hace escala en la ciudad gasta de media unos 50 euros en bares y tiendas, por lo que los cerca de 4.000 turistas del viernes, si bajan todos, dejarán unos 200.000 euros, según fuentes de la Asociación. Será también la primera escala con la terminal consignatario provisional tras la quiebra de la concesionaria, funciones que ha asumido el propio puerto.

La naviera MSC tiene como Alicante como puerto base para doce salidas del crucero Orchestra en su singladura por el Mediterráneo, lo que posibilitará que 20.000 turistas suban al barco por la terminal alicantina dejando en la ciudad unos 7,5 millones de euros.

Según la naviera, el gasto medio por crucerista que embarca en una ciudad por día es de 341 euros, lo que en total supone un impacto económico significativo en la economía local de estos destinos durante la temporada que opera el barco. La reactivación de la industria turística postpandemia ha posicionado a España como uno de los destinos más populares del sur de Europa, y MSC ha programado una oferta de itinerarios y barcos que se adapta a todos los tipos de viajeros.

Otra de las navieras que hará escala en Alicante a lo largo del año será Costa Cruceros, que acaba de estrenar el Toscana, un barco de última generación propulsado por gas natural licuado. El Grupo Costa, empresa matriz de Costa Cruceros, con sede en Italia, y AIDA Cruises, con sede en Alemania, fue el primero del mundo en el sector de los cruceros en utilizar el GNL y llevar a cabo el reabastecimiento de este combustible en el puerto de Barcelona. En la actualidad, el grupo ya cuenta con cuatro buques propulsados por esta tecnología: AIDAnova, Costa Smeralda, Costa Toscana y AIDACosma.