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Los voluntarios alicantinos de "Paellas por la paz" se traen a un grupo de refugiadas ucranianas

Se trata de cinco mujeres entre un año y 75 años que se han repartido con familias de acogida en Andalucía y Asturias

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Refugiadas ucranianas en España

Los voluntarios alicantinos de "Paellas por la paz", que han estado una semana cocinando 1.500 raciones diarias de arroz para refugiados ucranianos y voluntarios en la frontera polaca, han regresado a España y con ellos se han traído a un grupo de refugiadas que se han repartido con familiares y amigos por distintas zonas del país. Se trata de cinco personas a las que recogieron en la estación de tren de Przemysl (Polonia) el sábado 19 de marzo a las 8 de la mañana.

"Previamente, entre jueves y viernes, habíamos hablado con los que organizan los desplazamientos, y quedado con ellas. Son todas mujeres y niñas, con familias de acogida en España", explica uno de los voluntarios, Eduardo Cisneros. "Por un lado venía Luda, a la que dos días antes los rusos habían volado su casa cerca de Lviv con bombas. Deja allí a su marido e hijo luchando. Va a Oviedo donde vive su hermana casada con un español", prosigue.

Por otro lado, viajaron cuatro mujeres de una misma familia, Nadiya 73 años; la esposa de su nieto, Valeria, de 30 años y sus 2 hijas, Nika de 7 y Varvara, de 1 año, que van de acogida de una familia en Málaga donde trabajó la abuela hace unos años. Por ello, esta mujer es la única del grupo que habla un poco el español. También dejan en Ucrania a hijos y maridos luchando. "El marido de Valeria es policía en Ucrania y nos mandó un mensaje dándonos las gracias", cuenta Cisneros.

Todas ellas se quedaron en Castedellfells, donde las esperaban familiares de ambas familias de acogida para llevarlas a su destino final.

Más de 12.000 raciones de arroz alicantino ha cocinado este grupo de voluntarios en la frontera de Ucrania para que los refugiados de la guerra pudieran alimentarse con un plato diferente a lo que están habituados y con sabor mediterráneo. Para ello se llevaron mil kilos de arroz, 280 kilos de carne, 200 litros de aceite, más pimientos, tomates, garbanzos, ñora, ajos, condimentos, seis paelleros y demás ingredientes necesarios.

Esta iniciativa ha sido posible gracias a Paellas por la Paz, una iniciativa ciudadana de un grupo de amigos que surgió a primeros de marzo "ante la indignación de lo que está sucediendo, una guerra absurda. Uno de nosotros se lo dijo a otro. Y a otro, y todos los que colaboraron, amigos y algunas empresas, lo hicieron posible", explicó desde Polonia Cisneros, uno de los cinco que ha podido viajar con dos furgonetas en las que trasladaron 3.000 kilos de alimentos.

El grupo partió el 11 de marzo tras 40 horas de camino para recorrer los 3.000 kilómetros de distancia hasta la frontera ucraniano-polaca. También se llevaron un disfraz de Mickey "para cumplir otro de nuestros objetivos: sacar una sonrisa a los niños y niñas".

Arroz alicantino para los refugiados ucranianos

Arroz alicantino para los refugiados ucranianos

Además de lo necesario para cocinar el arroz alicantino, a un ritmo de 1.500 raciones diarias, se llevaron 480 salchichones fuet, 40 quesos, 2 jamones, algo de mojama.

Se instalaron en la ciudad de Przemysl, a 20 minutos de la frontera en Medyka, al aire libre frente a un centro comercial al que suelen llegar los refugiados dado que allí se ha establecido un centro de ayuda humanitaria donde también les ofrecen caldos calientes. Cocinaban 12 horas sin parar, de 10 de la mañana a 10 de la noche. Son cocineros aficionados y se desplazaron con la única intención de ayudar.

El logo de Paellas por la paz Juani Hernández

"El primer día nos costó hasta que nos organizamos. Estamos frente a un centro comercial al que llegan los refugiados en la frontera. Dentro han habilitado espacio para los niños. Van saliendo y les damos de comer. Está teniendo bastante éxito porque es algo diferente a lo que les dan. Cada día llegan 5.000 ó 6.000 personas que pasan la frontera conforme la abren y cierran. Cuando van llegando tienen las paellas listas. El chef no para y el resto vamos cortando jamón, etc...Lo que estamos haciendo la gente lo agradece un montón, como a todos los que han venido a ayudar", señala este voluntario que ha viajado con los hermanos David y Xavi Juan Díaz, Andrés Sánchez y David Carretero.

En la provincia se quedaron otros tres amigos que ayudan con las redes sociales y el resto son colaboradores tanto económicamente como en especie. Otro amigo de Villena les hizo la página web. "somos cinco aquí pero en realidad muchos más", comentaban hace unos días desde Przemysl.

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