Los centros de salud de la provincia de Alicante están recuperando poco a poco la normalidad que la pandemia alteró. Primero fue la presencialidad, después las consultas de seguimiento a los pacientes crónicos y ahora por fin se han puesto en marcha los programas de cirugía menor, que permiten a los médicos de familia hacer pequeñas operaciones, por ejemplo, para curar uñas encarnadas o quistes.
Casi todos los centros de salud de la provincia disponen de este servicio que prácticamente llevaba parado desde el inicio de la pandemia. “En estos dos años apenas se han podido hacer cosas, salvo que el paciente estuviera muy molesto o que se tratara de una técnica muy sencilla, como puede ser la extirpación de verrugas”, señala Francisco Ortiz, médico de familia en San Vicente y coordinador del grupo de trabajo de cirugía menor de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. Según ha podido comprobar este diario, entre la semana pasada y esta la actividad se está retomando en los centros de salud de Marina Baixa, el Hospital General de Alicante y en el departamento del Hospital de Sant Joan.
Poder retomar estas intervenciones supone además descongestionar las consultas de los especialistas en Dermatología, que en muchos departamentos rondan el año de espera para casos no urgentes ni preferentes. Ortiz destaca además otras ventajas para los pacientes. “Se logra mayor rapidez y para el paciente supone proximidad, ya que quien le está haciendo esta intervención es su médico de familia en su centro de salud”. Se ahorran también desplazamientos al centro de salud “y se reduce la ansiedad que produce a muchas personas ir al hospital”.
Fuentes de la dirección de Atención Primaria en el departamento del Hospital General de Alicante explican que conforme la situación de la pandemia ha ido mejorando, “se están retomando las actividades que habían quedado interrumpidas, entre ellas la cirugía menor. En centros de salud como San Vicente I, en Parque lo Morant y en la Florida ya se ha empezado y poco a poco la actividad se irá retomando de manera paulatina.”
El tipo de lesiones que curan los médicos de familia con estas operaciones son benignas, y nunca por un motivo estético, como es el caso de lipomas, quistes o moluscos, un problema de la piel muy habitual en los niños. “Algo a lo que le damos prioridad es a las lesiones por lunares, sobre todo por si hay que derivarlas con rapidez al dermatólogo”, señala Francisco Ortiz. Para poder desarrollar las diferentes técnicas de cirugía menor, los médicos disponen de material como bisturí eléctrico y botellas de nitrógeno para crioterapia. El objetivo de la Conselleria de Sanidad, en la nueva estrategia de Atención Primaria, es que todos los centros de salud de la Comunidad Valenciana tengan equipos de médicos que realicen este tipo de intervenciones.
Recuperación
Con la cirugía menor, los centros de salud recuperan la normalidad, en cuanto a servicios que se vieron interrumpidos con la pandemia y en especial con la sexta ola, que provocó un aluvión de casos y el colapso de la Atención Primaria, que durante muchas semanas tuvo que estar volcada en hacer pruebas, seguir a los pacientes y tramitar sus bajas laborales.
A comienzos de febrero, con la caída de casos de coronavirus, lo primero que empezó a retomarse es la presencialidad, ya que durante los peores momentos de la sexta ola el 90% de la atención se llegó a prestar de manera telefónica y con el covid como único protagonista. Más recientemente, a comienzos de marzo, los enfermeros han podido retomar las consultas de seguimiento a los pacientes crónicos, paradas también en el fragor de la sexta ola. Estas consultas son esenciales para poder hacer un seguimiento de las enfermedades crónicas más habituales, como la hipertensión o la diabetes en personas mayores, y evitar que se descompensen y acaben ingresando en el hospital. En las últimas semanas, según señalan trabajadores de los centros de salud, también se han vuelto a hacer con normalidad retinografías, para prevenir problemas oculares, así como espirometrías y el seguimiento de los pacientes con “holter” para controlar la tensión arterial.
Sin pruebas ni aislamientos
Por otro lado, este lunes se ha estrenado con importantes cambios para el seguimiento de la pandemia de coronavirus y para el funcionamiento de los centros de salud. El Ministerio de Sanidad ha comenzado a “gripalizar” la pandemia y desde este lunes ya no se harán PCR ni test de antígeno a la población en general, solo a las personas vulnerables, como ancianos o embarazadas.
Tampoco se aconseja aislarse a quienes tienen síntomas leves o son personas asintomáticas ni hacer cuarentenas en el caso de las personas que han estado en contacto estrecho con un caso positivo de coronavirus. En estos dos casos, Sanidad sólo recomienda el uso de la mascarilla y evitar acercarse a personas vulnerables. Los médicos y enfermeros de los centros de salud dejarán de hacer también estudios de contactos a las personas que den positivo por coronavirus, salvo que se trate de entornos vulnerables, como es el caso de las residencias de ancianos. Este lunes a mediodía llegaron a los centros de salud las nuevas medidas que Sanidad ha adoptado del ministerio y que ya mañana estarán plenamente operativas.
