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"Sanidad aplica la ley de eutanasia con timidez, como si hacerlo no fuera legal"

María José Alemany es presidenta de la Asociación Derecho a Morir

Se cumple prácticamente un año de la entrada en vigor de la ley de eutanasia en España. Un año en el que, a juicio de María José Alemany, la Conselleria de Sanidad ha autorizado la mayoría de los casos de muerte asistida que se han solicitado, pero en el que apenas se ha hecho difusión de la nueva ley entre médicos y población general, lo que no ayuda a dar a conocer este derecho entre los pacientes.

¿Qué valoración hace del primer año de funcionamiento de la ley de eutanasia en la Comunidad Valenciana?

Aquí, en la Comunidad Valenciana, las cosas están funcionando con un nivel más bajo de frecuencia respecto a otras comunidades. Hay algunos departamentos más implicados que otros y que, por ejemplo, ofrecen cursos de formación a sus profesionales. Es lo que debería ser en toda la Comunidad Valenciana, porque da la sensación de que la administración lo capta como que hay que hacerlo pero no fuera legal o correcto, como si fuera pecado o algo que no toca. Es nuestra principal queja, que echamos en falta una mayor difusión de la ley. No queremos saber nada de la intimidad de las personas, pero ya que es una ley la ciudadanía tiene derecho a conocerla. En la web de Sanidad aparece, pero la información es débil, te remite a decretos, no hay información para profesionales. Otras comunidades como Cataluña o País Vasco ofrecen más transparencia y la ciudadanía sabe cómo se tienen que mover. La gente tiene derecho a obtener información. La comisión de valoración en la Comunidad funciona, pero echamos en falta, como asociación que lleva 37 años luchando por esto, que se nos tenga en cuenta como en otras comunidades autónomas. Que Sanidad no nos haya contestado a las preguntas y nos tengamos que enterar del estado de la cuestión recurriendo a la prensa es lamentable.

¿A qué achaca esta timidez de la administración?

Sanidad se creen la ley, pero sin entusiasmo. Esta ley es una ley del PSOE y sin embargo aquí se actúa como que es algo que tenemos, no vamos a quedarnos atrás, pero no vamos a ser punteros en información al profesional y al usuario. Si hablas con conselleria te dicen que ha sido a causa del covid, pero en el resto de España también ha habido covid y las cosas van de otro modo. El tabú de la muerte existe y hay que ir bajándolo porque nos sucede a todos por igual y todos queremos morir de una manera digna y de acuerdo a nuestros valores y a nuestra forma de vivir. Hay mucha timidez, no se dan pasos adelante. Se hace estrictamente lo que se tiene que hacer y punto.

¿Hay muchos médicos objetores? ¿Quizá de ahí viene el problema?

No ha habido un porcentaje elevado de personas objetoras. Hay objetores por conciencia estricta, pero también por comodidad o porque no han recibido información y formación previa. Pero así como en Andalucía o Madrid parece que los objetores si han cogido la bandera, aquí no hay esa reacción. Cada una de las sociedades es como es y la nuestra entiende el valor de la medicina de curar cuando se puede curar y acompañar en una transición tranquila cuando se debe morir. Es algo que está interiorizado por la mayoría. No creo que la objeción sea un problema importante en la Comunidad Valenciana.

¿Qué le falta a esta ley para ser perfecta?

Hasta que se aprobó la ley nuestra propuesta es que hubiera sido una propuesta más amplia. Que se evitara el control previo que hay en España y que está demostrado en los países donde tienen décadas de experiencia que la comisión no hace falta. Su misión es evaluar que se han seguido todos los pasos, pero parece que sea desconfiar de los médicos y equipos sanitarios. Por otro pensamos que el desarrollo de la ley tienen que ser progresivo, por el hecho de contemplar a los menores. Los menores también mueren y sufren. Es un tema difícil y complicado, pero no quiere decir que no haya que abordarlo y hay que contemplarlo. Pero ahora, lo más importante de la ley es que se cumpla, porque no hay equidad en los territorios. En unas comunidades la aplicación es más tímida y en otros funciona bien. Por ejemplo, en Andalucía hay una imposibilidad y dificultad como objeción administrativa. Los profesionales dicen que no saben, dan información contradictoria y también en Madrid hay problemas. Las punteras en cuanto a compromiso son Cataluña y País Vasco. Otra deficiencia, y en este caso hablo como matrona, es que me parece impresentable la jerarquización del sistema sanitario que prevalece en el siglo XXI. En esta ley tenemos un papel importantísimo, pero sólo se nos nombra en dos ocasiones.

Dos de las personas que solicitaron la eutanasia en la Comunidad Valenciana fallecieron antes de ver cumplido su derecho. ¿Deben ser más rápidos los trámites?

Se da en muchos casos. En los últimos años se han incrementado las sedaciones paliativas. Para poder acogerte a esta ley, tal y como está contemplado, debes tener una enfermedad incurable, tener un padecimiento y estar muy evolucionada. Por eso muchas veces la persona está tan mal que en esos 45 días de plazo que contempla la norma empeora muchísimo y para que no sufra se lo administra la sedación, para que muera sin dolor. Pero esta ley no es para evitar el dolor, que para eso hay medicina paliativa y analgésicos, sino para preservar la libertad de las personas. Las personas no queremos que estando ya casi inconscientes nos pongan una sedación. Yo elijo, y si reúno los requisitos, lo que quiero es que se me aplique y estar consciente en el momento de mi muerte.

"Los menores también mueren y sufren. Es un tema difícil y complicado, pero no quiere decir que no haya que abordarlo y hay que contemplarlo"

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Quienes se oponen a esta ley proponen como alternativa una mejora de los cuidados paliativos, ¿qué le parece este planteamiento?

Creo que se debería hacer más educación sanitaria. Una cosa son los cuidados paliativos y otra los equipos de cuidados paliativos, y estoy totalmente de acuerdo en que faltan y se deben desarrollar en más sitios. Pero los cuidados paliativos es administrar una medicación y unos cuidados que todos los profesionales sanitarios debemos saber para calmar el dolor. Se tienen que administrar siempre, esa no es una opción. La opción no es paliativo o eutanasia. En la mayoría de los casos se dan cuidados y paliativos y luego se aplica la eutanasia. Son cosas complementarias y no incompatibles. La gente que defiende esto es porque quiere que haya más equipos, algo lícito. En la Comunidad Valenciana hay una ley de cuidados paliativos, pues que se rasque y se pidan más equipos. Si convocan una manifestación para que haya más equipos ahí estaré yo, porque es una solicitud lógica y pertinente. Tenemos ese derecho y así lo pone en la ley de final de vida de la Comunidad Valenciana. Pero no tiene que ser una cosa o la otra, de ninguna manera.

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