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Mayores y personas sin hogar, los colectivos más castigados por la crisis del covid en la provincia de Alicante

Cruz Roja duplica las atenciones a personas que viven en la calle y aumenta un 36% los acompañamientos a mayores

Una voluntaria de Cruz Roja reparte agua a un sin techo en un día de temperaturas máximas en Alicante HECTOR FUENTES

La crisis económica y social derivada de la pandemia sigue golpeando a los colectivos sociales más vulnerables. Así se desprende de la memoria de Cruz Roja correspondiente a 2021, en la que se refleja un incremento de atenciones a personas sin hogar y a mayores que sufren soledad.

En el caso de las personas que viven en la calle, las atenciones se han duplicado con respecto a 2020. En concreto, la entidad ha atendido a cerca de 1.200 personas en 2021, efectuándose con ellas alrededor de 12.000 intervenciones. Sólo en la ciudad de Alicante más de 400 personas pernoctan en las calles de la ciudad, según cálculos de las entidades sociales que les reparten alimentos. Además de por la pandemia, su situación se ha visto en los últimos meses agravada por la nueva ordenanza municipal, que castiga con multas a las personas que viven en la calle.

Una voluntaria de Cruz Roja acompaña a una mujer mayor de la provincia Pilar Cortes

Al margen de un agravamiento de la situación de los sin techo, la pandemia ha traído consigo más problemas de soledad, especialmente en el caso de los mayores, que se han tenido que aislar para protegerse del virus. Para las personas sin familia o con pocos contactos, este aislamiento ha pesado como una losa. Para paliar esta situación, Cruz Roja ha incrementado durante todo el año pasado un 36% los acompañamientos sociales a mayores y cuidadoras por parte de su voluntariado, alcanzado la cifra de 25.400 personas atendidas en la provincia de Alicante. La entidad destaca proyectos tales como la teleasistencia, que durante el pasado ejercicio registró 324.027 intervenciones, “permitiendo a las personas usuarias mantener su autonomía y hábitos de vida independiente”.

El 2021 se ha cerrado con la cifra de más de 262.000 personas atendidas a través de las diferentes áreas de actividad de Cruz Roja impulsadas en la provincia de Alicante. En el año post pandémico ha sido precisamente el área de Salud la que mayor actividad ha registrado con más de 144.500 personas atendidas, seguida por Inclusión Social, en parte fruto del aumento de la vulnerabilidad devenida de crisis del covid y cuya cifra de personas alcanza casi las 88.000 con las que se efectuado más de 461.000 intervenciones.

La memoria muestra además que más de 34.000 personas fueron atendidas en el área de Socorros y Emergencias, más de 21.600 en el ámbito de la Educación, 4.500 en el área de Empleo y 410 en el área de Medio Ambiente.

Reparto de agua a personas sin hogar de Alicante HECTOR FUENTES

Por colectivos, la acción de Cruz Roja en 2021 en la provincia de Alicante estuvo especialmente enfocada en la atención a personas en situación de vulnerabilidad social, con cerca de 40.000 personas asistidas en acciones como entregas de bienes, alimentos, ayudas sociales y de emergencia, entre otros. Además, se ha reforzado la atención a los colectivos que se vieron más afectados por la crisis sanitaria, incrementándose el número de respuestas a estas personas en más de 117.600 intervenciones o ayudas.

Si el año 2021 se cerró con cifras récord de atención por la pandemia, 2022 no parece que vaya a ser muy diferente. No tanto por el virus, sino por la guerra en Ucrania, que ha traído a la provincia a miles de refugiados. Muchos de ellos están siendo atendidos por las ONG, que advierten de la escasez de recursos para poder atenderles. Este año llegarán de Europa un millón de kilos menos de los que llegaban en 2020 y el Banco de Alimentos ya ha reclamado que se incremente esta aportación para poder hacer frente a las crecientes necesidades que hay en la provincia.

También el aumento de los costes de la energía se está cebando con las personas pobres. Los trabajadores sociales han lanzao en varias ocasiones la voz de alarma porque cada vez más personas no pueden pagar los recibos de la electricidad.

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