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El Gobierno enfila el final de junio sin aprobar el trasvase mensual del Tajo pese a contar 709 hm³ embalsados en Entrepeñas y Buendía

Los regantes no han vuelto a tener noticias de la revisión de los planes hidrológicos de Tajo y Segura desde la concentración de mayo en Alicante

Dos ciclistas pedalean junto a un canal de agua del trasvase en la Vega Baja Tony Sevilla

El Ministerio para la Transición Ecológica sigue sin aprobar el trasvase mensual del Tajo (20 hm³) a Alicante y Murcia pese a tener agua de sobra almacenada en la cabecera. Los embalses de Entrepeñas y Buendía han perdido esta semana 15,82 hectómetros cúbicos y almacenan actualmente un total de 709,6 lo que supone casi al 28,18% por ciento de su capacidad --que asciende a 2.518 hectómetros--, según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Tajo. En este sentido, el embalse de Entrepeñas ha bajado 6,8 hectómetros en los últimos siete días y almacena 285,91 de los 813 que puede embalsar; mientras que el de Buendía desciende en 9,02 su capacidad y almacena 423,69 de los 1.705 hectómetros cúbicos que puede contener. Los embalses del Segura se sitúan al 43,7% de su capacidad y almacenan actualmente 498 hectómetros cúbicos, mientras que los del Júcar se encuentran al 64,2%, con 1.826 hm3.

A nivel estatal, la reserva hídrica española ha perdido esta semana 603 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa el 1,1% de la capacidad total, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, que indica que en la actualidad los embalses guardan 26.437 hectómetros cúbicos. La cifra es un 30,75% inferior (11.739 hectómetros cúbicos) que la media de los últimos diez años y un 18,06% menos, con 5.829 hectómetros cúbicos menos.

El Ministerio para la Transición Ecológica ha suavizado en los últimos meses su discurso en cuanto al trasvase Tajo-Segura y tiene previsto invertir 500 millones de euros para mejorar la infraestructura hidráulica en la cuenca del Segura. La propia vicepresidenta Teresa Ribera llegó a reconocer en una reunión con los regantes que la contaminación del río Tajo no era culpa del trasvase sino de las aguas residuales mal depuradas que Madrid vierte al cauce.

Sin embargo, en la revisión de los planes hidrológicos no se ha tocado, por ejemplo, el caudal ecológico del río Jarama, muy contaminado por la mala depuración en Madrid y que termina vertiendo sus agua en el Tajo, del que es afluente. De momento, sin embargo, y tras la concentración de mayo en Alicante poco se ha vuelto a saber del futuro de los planes hidrológicos. Según fuente del Sindicato Central de Regantes, ahora mismo se trabaja en la tramitación ambiental. “La vicepresidenta Teresa Ribera se comprometió a irnos informando puntualmente, por lo que entendemos que de momento no ha habido nuevos pasos, ni a favor ni en contra”, señala Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central del Acueducto Tajo-Segura.

De momento, se ha impuesto una “tregua temporal” entre Teresa Ribera y el Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura tras el anuncio de la vicepresidenta de que revisaría los planes hidrológicos de Júcar y Segura antes de llevar su aprobación definitiva al consejo de ministros. Es la última esperanza para unos regantes que tampoco terminan de fiarse del todo. Un plan, el del Segura, que aboga por dejarlo todo igual. Mientras, el del Tajo, aprobado por la Confederación con el aplauso del presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, apuesta por incrementar el caudal del Tajo. El Consell también ha movido ficha y ha planteado al Gobierno una propuesta para que el caudal ecológico del Tajo, se quede en 7 m³/ segundo, lo que reduciría el impacto sobre el trasvase.

Recordar, en este sentido, que el informe de alegaciones presentó por la Diputación de Alicante al plan hidrológico del Tajo revela que el aumento del caudal ecológico del Tajo provocaría finalmente un recorte de 130 hm³ anuales del trasvase, ya que la Confederación Hidrográfica del Tajo prevé captar ese caudal de los embalses de Entrepeñas y Buendía, donde se almacena el agua que se trasvasa a Alicante y Murcia.

En principio, se preveía que el recorte sería de 80 hm³, al elevar en tres metros cúbicos por segundo el caudal del Tajo pero ayer se conoció, que en el borrador del plan figuraba que para obtener ese caudal regular de 80 hm³ al año en el río se necesita aportar otros 50 hm³ denominados “caudales de generación”, previstos para cubrir aspectos como la evaporación. A los 130 hm³ habría que añadir los 11 hm³ mensuales menos cuando las reservas estén en el nivel 2. “Este aspecto se queda casi en una anécdota después de descubrir lo que ya está negro sobre blanco y que si no se modifica significará el cierre del trasvase”, denuncia Ángel Urbina, presidente de la Sociedad de Transformación Agraria San Enrique. 

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