El suministro para el sector turístico de la provincia (Benidorm, Marina Alta y Vega Baja) está garantizado al menos hasta finales de 2023 gracias a las lluvias de la pasada primavera, que mantienen los embalses al 70% de media, cuarenta puntos por encima de la estatal y puntas como el de Guadalest, al 78%. Además, el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa ha comprado 500.000 m³ de agua desalada en la planta de Mutxamel para cubrir cualquier emergencia. En la costa sur tampoco hay problemas porque la reducción de los aportes del Tajo sólo se aplican a la agricultura y, además, la producción de agua desalada en la desaladora de Torrevieja es prioritaria para el suministro urbano. Además, hay agua en los embalses como sucede en La Pedrera (Orihuela), con 84 hm3, quince más que el año pasado.

La sucesión de temporales la pasada primavera posibilitaron que en en tres meses (marzo, abril y mayo) comarcas como la de Marina Baixa recibieran una media de lluvia de 900 litros por metro cuadrado, la cantidad estimada de precipitación en dos años. Agua que recargó los acuíferos. De hecho, el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa no ha parado de desembalsar agua para riego desde la primavera y continúa haciéndolo en pleno verano, ya que a partir de septiembre los embalses deben reducir su aforo en prevención de la gota fría.

Un milagro cuando, por ejemplo, empieza a ver casos como el de Vizcaya, en la España húmeda, que esta misma semana va a asistir a cómo un barco abastece de agua al emblemático municipio de Bermeo, en una imagen como la de Benidorm en una sequía inmensa en los años 70. Hoy, Benidorm, con un consumo de 10 hm³ al año y un grado de eficiencia del 95% en su red de abastecimiento es prácticamente imposible que pueda sufrir restricciones porque, además, tiene garantizados 500.000 m³ anuales de agua desalada en Mutxamel que llega a sus depósitos a través de la conducción Rabasa-Amadorio.

“Al margen de milagros y de las lluvias torrenciales de la pasada primavera, que recargaron unos acuíferos que tienen gran capacidad, la Marina Baixa puede presumir de contar con uno de los sistemas de abastecimiento hídrico mejores de España, desde que en 1660 comenzara a llegar a Benidorm agua desde Polop a través de la Séquia Mare, una conducción que ya solo funciona en La Nucia, pero que es paradigma del buen hacer”, subraya Antonio Rico, director del Instituto de Geografía de la Universidad de Alicante. Tres siglos después, en los años 70 y coincidiendo con el “boom” del turismo los ayuntamientos se pusieron las pilas, los agricultores colaboraron y desde entonces no haya faltado agua.

Con todo, este año es extraordinario porque casi cuatro meses después de las lluvias torrenciales que cayeron sobre las fuentes del Algar, en los embalses sigue entrando agua con lo cual las extracciones se compensan. Lo mismo que sucede en la Marina Alta, gracias a lo que llovió durante la primavera, subraya Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la UA.

En estos momentos, el embalse del Amadorio, en La Vila, está al 69% de su capacidad con 11 hm³, el de Guadalest al 77% con10 hm³, el de Beniarrés al 74% con 19 hm3 y el de La Pedrera, en la Vega Baja, con 84 hm³, lo que representa el 33% de su capacidad total, pero con 15 hm³ más que el año pasado, circunstancia a la que se ha agarrado el Ministerio para la Transición Ecológica para recortar el trasvase del Tajo para riego hasta los 2,5 hm³ este agosto.

Un informe del Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante revela, por otro lado, que el consumo de agua potable per cápita en la provincia de Alicante ha descendido un 43% en los últimos 20 años, al pasar de los 200 litros por habitante y día que se utilizaban en 2000, a los 115 litros

Varios son los factores fundamentales que explican el descenso, ente ellos, la incorporación de dispositivos de ahorro y la fabricación de electrodomésticos mucho más eficientes, la caída de la ocupación de las viviendas por la crisis económica de los últimos diez años y la buena gestión de los recursos por las empresas distribuidoras reduciendo las fugas, aspecto en lo que destacan mercantiles como Hidraqua. A nivel global la caída está en torno al 15%. Y en un lugar destacado los hoteles, que ha recortado pérdidas para reducir el gasto.

Con todo, fuentes del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, sostienen que faltas todavía prestaciones para lograr la excelencia y el rendimiento óptimo. En concreto, y pese que se viene trasladando la petición a Madrid desde 2007, la comarca carece de balsas de regulación para aprovechar y almacenar el agua de la lluvia y, por otro lado, la gran asignatura pendiente y este es un problema extendido: la mejora de la capacidad de depuración del agua residual incorporando sistemas de terciario avanzado que eliminen en contenido en sal y las micropartículas con buenos sistemas de filtrado. "Y también resulta urgente resolver el tema de suministro de energía aplicando la fotovoltaica", apuntan fuentes del Consorcio.

Pero en la Marina Baixa hace siglos que saben tratar el agua., A pesar de su reducido caudal, como máximo 175 litros/segundo y de la irregularidad del mismo, afectado por las sequías, el Riego Mayor de la Sequia Mare inaugurado hace más de 350 años fue arteria vital de la Marina Baixa durante 300 años, hasta su reemplazo por el Canal Bajo del Algar.

El abastecimiento de agua al turismo está blindado en toda la provincia hasta al menos final de 2023 David Revenga

Proporcionaba el caudal para el cultivo de cereales y frutas, y contribuía también al llenado de cisternas de las viviendas de l'Alfàs del Pi y Benidorm, completando el abastecimiento de agua de los municipios.

El Riego Mayor nació inmerso, por entero, en el régimen señorial, por cuanto Beatriz Fajardo y Mendoza, la estabiliente, no solo era censualista, sino titular de la jurisdicción suprema o baronal. «En consecuencia, los regantes, además de censatarios, eran vasallos. En suma, la evolución del Nuevo Riego o Riego Mayor constituye, por este motivo, un verdadero compendio de las vicisitudes del régimen señorial valenciano, que repercutieron ampliamente en el mismo», recuerdan los catedráticos Gil Olcina y Antonio Rico en un libro publicado en 2019.

La Séquia Mare costó ocho años de trabajo hasta su puesta en funcionamiento el 1 de abril de 1666 en La Nucía. Fue una gran obra para la época ejecutada por Beatriz de Fajardo y tuvo el coste de 10.000 libras de la época. A lo largo de los 25 kilómetros de trayecto llegó a tener 12 molinos harineros, varios lavaderos, abrevaderos para el ganado, brazales, etcétera.

La acequia daba agua para el riego y consumo humano a Polop, La Nucía, l'Alfàs, Benidorm y Altea. De hecho, nació mucho antes que algunas de estas poblaciones y fue clave para su nacimiento, desarrollo y crecimiento agrícola. Esta Séquia Mare nace en el barranco de Polop y recoge los caudales de diferentes fuentes naturales (Rovira, Gall, Garrofer y Torrent). En la actualidad, está en funcionamiento para el riego agrícola en La Nucía y l'Alfàs del Pi.