Expertos de todo el mundo en restauración ecológica, se han dado cita esta semana en Alicante para abordar los principales retos que plantean para el territorio tanto las inundaciones, como la desertificación o los incendios, cuyas consecuencias se muestran de forma especialmente virulenta en el área mediterránea precisamente.
La elevada especialización científica y la puesta en práctica de medidas eficaces es lo que ha llevado a la comunidad científica internacional a darse cita en la Universidad de Alicante, y más concretamente en la sede Ciudad de Alicante.
La clave expuesta por los especialistas para contrarrestar el evidente deterioro del terreno y, por ende, del territorio, pasa por cambiar la estrategia. Además de reclamar mayor inversión presupuestaria, apuntan a la organización del territorio como si de un mosaico se tratara, recuperando las pequeñas explotaciones agrícolas que, intercaladas con pastos para el ganado y masa arbórea de pequeñas dimensiones, supongan un freno a futuros incendios forestales.
Mosaicos
El catedrático de la UA Jordi Cortina, presidente de la Sociedad para la Restauración Ecológica, apunta al control de los incendios mediante mosaicos, ninguno de grandes proporciones, con explotaciones agrícolas, pastos y bosques, de forma que se recupere el territorio y se controlen los incendios.
También señala la creación de humedales como prácticas llevadas a cabo que deben fomentarse, con lo que se consigue recuperar el terreno desertificado a partir de especies de interés.
La sequía de identifica con el avance del desierto pero indica que se ha sobreexplotado la zona y que hay que reajustarla
“La acción del hombre ha destruido más de la mitad de los humedales en toda España y el abandono del medio rural ha incrementado la masa forestal con grandes bosques” que alimentan el peligro de incendios, añade.
Modificando la estructura del territorio en estos términos, como también destaca la catedrática Susana Bautista, se puede recuperar lo degradado, además de no degradar más. “La Sociedad para la Restauración la integramos más de 4.000 miembros, no solo científicos, está muy abierta e incorpora tanto a investigadores como a responsables de empresas, ONG y representantes de la administración para dar una respuesta práctica a los distintos problemas”, y con el enfoque más efectivo.
Directora a su vez del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio “Ramón Margalef” en la UA, Bautista destaca entre las propuestas de los expertos reunidos en Alicante, que la reorganización del paisaje intercambiando los usos ha demostrado ya su efectividad.
Sobreexplotación
En términos de desertificación también subraya que la lucha por la recuperación de lo ya sobre explotado tiene que ver con una mejor gestión del territorio. “Para la degradación, la restauración es el instrumento por excelencia. Aunque se interpreta como sequía el avance del desierto, lo que quiere decir es que se ha sobreexplotado la zona y que hay que reajustarla”, precisa la catedrática.
Para ello el paisaje se tiene que diversificar, “no se trata exclusivamente de plantar y cubrirlo de verde”, puntualiza.
Tenemos que quitarnos la idea de que el incendio hay que evitarlo a toda costa. Hay que comprobar el régimen de incendios deseable
Cortina abunda que el contexto ha cambiado y que tampoco un incendio es malo per se. “Tenemos que quitarnos la idea de que el incendio hay que evitarlo a toda costa. Hay que comprobar el régimen de incendios deseable para que no comprometa a las personas o a las infraestructuras, y que que resulte sostenible”. Tamaña aseveración descansa en el hecho de que reestructurando el paisaje se evita la excesiva frecuencia del fuego en una área determinada, así como la quema de cientos de hectáreas.
En condiciones climáticas desfavorables no puedes parar un incendio, "pero se puede gestionar el paisaje para que afecte lo mínimo posible”, insiste. Y las investigaciones al respecto tratan de abordar esta nueva situación de cambio climático que nunca antes habíamos vivido, salvo muchos siglos atrás.
Cartografía
También el catedrático Jorge Olcina apuesta por cartografiar las zonas con mayor riesgo de erosión, para poder evitar que se los lleve una lluvia torrencial, y apunta a la plantación selectiva de especies con mucha raíz para que se agarren bien a suelo. Es la denominada restauración hidrológico forestal con especies autóctonas.
En zonas de montaña se debe recuperar la construcción en terrazas a favor de la pendiente para evitar la erosión continua.
Además menciona que en las zonas de montaña se debe recuperar la tradición de construir en terrazas a favor de la pendiente, porque así se evita la erosión continua.
El profesor Joern Fischer, de la Universidad de Leuphana en Alemania, concluye con el lema de esta 13 conferencia al señalar que reconectar la sociedad a la naturaleza es esencial para la sostenibilidad, y que la vía para ello es precisamente la restauración ecológica.
