La empresa adjudicataria de la obra de mejora del polideportivo de Tómbola ha solicitado al Ayuntamiento romper el compromiso contractual firmado hace casi un año por el incremento del precio de los materiales ante la demora en el inicio de la obra provocada por el retraso en la aprobación del Presupuesto municipal.

La adjudicación del contrato a Urgacén Viena 25 se formalizó en noviembre de 2021, por un precio de casi 290.000 euros. Justo un mes después, se impulsó el acta de replanteo previa al arranque de las obras, que finalmente no se firmó por cuestiones ajenas al contratistas, al no poderse iniciar los trabajos por estar ocupado el vestuario donde debía realizarse la actuación. Tras la Navidad, la obra no pudo arrancar por la falta de consignación presupuestaria por el retraso en la aprobación de las cuentas de 2022.

Las obras, tras superarse todos esos inconvenientes, no se pudo iniciar hasta el 2 de junio, tras darse luz verde a la modificación presupuestaria para incluir los remanentes.

En ese medio año que pasó desde la adjudicación de la obra hasta la fecha posible de inicio de los trabajos, el contratista alega que ha habido un incremento importante de los precios por distintas circunstancias, en alusión tanto a la pandemia como a la posterior invasión en Ucrania. Según el informe técnico, el contratista certificó que el incremento de precio respecto del proyecto inicial rondaría un 29%, ascendiendo a 59.307 euros. Sin embargo, actualmente no existe ni crédito suficiente para la tramitación de la modificación del contrato, según fuentes municipales. A esas circunstancias, además, se suman otras, como que en la comprobación del replanteo de la obra se detectó que carecía de diferentes partidas necesarias para la correcta ejecución.

Así, los técnicos municipales proponen a la Junta de Gobierno la resolución del contrato por haber transcurrido más de cuatro meses desde que se suspendió el plazo de ejecución. Pero el lastre para el Ayuntamiento no se queda ahí, sino que la empresa además será indemnizada con el 3% del precio de adjudicación del contrato, es decir, con 7.184 euros.

No es una excepción

Los problemas con contratos de obras por el incremento de precios, acrecentados por la demora en la puesta en marcha de las obras por el retraso en la aprobación del Presupuesto municipal, no son nuevos. De hecho, la Junta de Gobierno aprobó recientemente la adjudicación a Ingeniería y Gestión del Riego y Paisaje, clasificada en segundo lugar y con una oferta de 362.153 euros, después de que la primera adjudicataria, Cesyr Estudios y Construcción, con una oferta de 350.295 euros, se retirase del concurso ante la dilación en el arranque de la obra por la demora en la aprobación del Presupuesto municipal de 2022.

Ese concurso se lanzó hace justo un año, en septiembre de 2021. Tres meses después, la Mesa de Contratación completó el proceso, que incluyó la justificación de bajas temerarias, y acordó elevar a la Junta de Gobierno la adjudicación de la obra a Cesyr Estudios y Construcción. Sin embargo, la demora en la aprobación del Presupuesto de 2022 y el consiguiente retraso en la inclusión de los proyectos financiados con remanente, que no se aprobó definitivamente hasta mediados de este año, impidió iniciar la actuación en tiempo y forma.

Ante esa situación, y en un contexto de escalada de los precios de los materiales por la guerra en Ucrania, la empresa que se clasificó en primer lugar comunicó formalmente al Ayuntamiento siete meses después de la propuesta de adjudicación la retirada de su oferta al amparo de la Ley de Contratos del Sector Público, que señala que los licitadores tendrán derecho a retirar su proposición y a la devolución de la garantía provisional de no producirse la adjudicación dentro de los plazos”. Y así ha sido.

Ahora, después de nueve meses de paralización, la Mesa de Contratación ha vuelto a retomar el proceso de adjudicación de la obra en El Palmeral. El proyecto de la Concejalía de Medio Ambiente salió a licitación con un presupuesto base de 439.000 euros, donde además de la "puesta al día de las instalaciones generales", se transformará el circuito de bicis BMX actual en una pista de inercia o "Pumptrack", hábil -además de para bicicletas- para "skates", patines y patinetes.