Alicante deja sin resolver más de la mitad de los 223 expedientes por absentismo escolar cerrados en un año

Los institutos reclaman una mayor presencia de mediadores y técnicos en los centros para atajar las faltas de asistencia a las clases

Adolescentes en un instituto de la provincia

Adolescentes en un instituto de la provincia / David Revenga

Juan Fernández

Juan Fernández

El absentismo escolar en Alicante sigue estando presente en la época post-coronavirus. El pasado curso, el Ayuntamiento de Alicante cerró un total de 223 expedientes de alumnos absentistas, aunque más de la mitad se archivaron sin revertir la situación en el alumno, según datos publicados por el propio Consistorio en la memoria del curso 2021-2022. La importancia por abordar este grave problema educativo, que es uno de los principales indicadores de fracaso y abandono escolar, ha provocado que se lleven a cabo planes de prevención e intervención que buscan la asistencia plena a la escuela de los menores en edad de escolarización obligatoria.

Del total de casos marcados como finalizados el pasado curso en Alicante, el 56% fueron archivados por el fin de la escolaridad obligatoria del alumno. Asimismo, 124 estudiantes con expediente abierto cumplieron 16 años en el último curso, la edad oficial en la que cesa la obligatoriedad de asistir a clase. Tan solo en 73 casos, el 30% del total, se consiguió remitir la situación absentista de los menores con inasistencia. Por tanto, pese a que la memoria del curso publicada por el Ayuntamiento indique el cierre de 223 expedientes, se observa que más de la mitad están sin resolver. Además, también se incluyen en esta cifra los cierres por traslado de domicilio y por la no localización del menor absentista.

El documento también indica el número de casos abiertos cada curso escolar durante los últimos 10 años y marca que el último registro de nuevos casos absentistas, relativo al curso 2021-2022, es de 239 nuevos expedientes abiertos frente a casi el doble de casos ocurridos durante la pandemia. Ana Díez, vicedirectora del Instituto Antonio José Cavanilles, valora estos datos como "similares a los que había antes del coronavirus". Admite que "en volumen ha mejorado con el año anterior, pero porque los elevados datos de absentismo correspondían a datos de plena pandemia que para nada pueden ser equiparables".

Respecto a este tema, fuentes del Ayuntamiento señalan que "la intervención en absentismo escolar ha sido muy favorable este último curso" y que "se ha conseguido reducir después de la pandemia de una manera sustancial". Partiendo de los datos oficiales, es cierto que se ha conseguido reducir el número de casos de 432 registrados en plena pandemia a los 239 de este último curso. Sin embargo, las variables en cada uno de los casos son diferentes y, por tanto, sus registros no pueden ser comparados.

La pandemia fue un punto de inflexión para el modelo educativo vigente, que obligó a adoptar medidas repentinas para ofrecer una enseñanza universal en línea, pero que se topó con una realidad que se alejaba del modelo teórico divulgado. No todos los menores escolarizados tuvieron las oportunidades, las herramientas o el acceso necesarios para seguir al día las enseñanzas de los centros. El acceso a internet fue la causa de que muchos niños y adolescentes se vieran sumidos en el aumento de las desigualdades en el derecho a la educación.

Por tanto, la comparativa de los datos que han realizado desde el Ayuntamiento de Alicante desvirtúa el resultado final y es necesario fijarse en las cifras anteriores a la pandemia, muy similares a las actuales y con un incremento de 22 casos, un 10% más respecto al 2019-2020. Desde la dirección del IES Leonardo Da Vinci reclaman "más recursos para controlar el absentismo", poniendo el foco en "una figura con más dotación de horas que contribuya con un seguimiento más exhaustivo y que pueda trabajar de forma directa con las familias".

Planes para reducir el absentismo

Actualmente, el Ayuntamiento de Alicante cuenta con un Departamento Técnico de Prevención del Absentismo Escolar así como un Programa de Prevención, detección e intervención. El equipo de intervención, a su vez, lo forman cuatro técnicos de integración social, una educadora de familia y una educadora social, que comienzan a actuar, según fuentes de la propia concejalía, "en el momento que los centros educativos nos derivan los documentos de absentismo en cumplimiento del protocolo existente en la Comunidad Valenciana". 

También recalcan "el premio a buenas prácticas municipales de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Ministerio de Educación del año 2015 otorgado a nuestro protocolo de actuación en centros educativos en materia de absentismo escolar". Además, el Ayuntamiento de Alicante adjudicó en junta de Gobierno a través de la concejalía de Educación el contrato por lotes del Servicio de prevención, detección e intervención en absentismo escolar en la ciudad, a favor de la mercantil Grupo EULEN. La inversión inicial fue de 507.713 euros, y se adjudicó para tres cursos escolares, con una posible prórroga.

Sin embargo, estas novedades se quedan insuficientes para centros como el Cavanilles, donde su vicedirectora pide contar "con la figura de la mediadora social, que desapareció antes de la pandemia" y que era "un recurso muy importante para dialogar con los colectivos de etnia gitana". Por su parte, desde el IES Leonardo Da Vinci indican que a ellos les puede faltar perspectiva "puesto que no llegamos a contar con sus servicios en su día, por lo que no podemos echar en falta algo que nunca tuvimos". De esta forma, parece que la dotación de casi medio millón de euros en prevención e intervención del absentismo no convence a los institutos, que reclaman mayores recursos para lidiar con unos números aún elevados tras la época pandémica.