Cultivando la seguridad en los campos de la provincia de Alicante con la Guardia Civil al frente

Los Equipos Roca implantados en las Compañías de Ibi, Torrevieja y Calp logran reducir en un 70% los robos en las explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia a los diez años de entrar en servicio

Agentes del Equipo Roca de la Guardia Civil de Ibi vigilando una finca de uva de mesa del Vinalopó.

Agentes del Equipo Roca de la Guardia Civil de Ibi vigilando una finca de uva de mesa del Vinalopó. / AXEL ALVAREZ

Pérez Gil

Pérez Gil

Los equipos Roca que la Guardia Civil implantó en la provincia de Alicante hace diez años han devuelto la seguridad al campo. Las brigadas Roca -acrónimo de robos en el campo- surgieron como respuesta directa al incremento de las sustracciones de cosechas, ganado, maquinaria, instalaciones eléctricas, áperos, pozos, almacenes y viviendas en un ámbito rural cada vez más vulnerable por su abandono y despoblamiento.

En el año 2013 había una creciente preocupación entre los profesionales del sector primario de las diferentes comarcas alicantinas y el Instituto Armado respondió con rapidez a sus requerimientos y necesidades. Ese fue el origen de la creación de grupos operativos específicos para reforzar la vigilancia de las explotaciones agrícolas y ganaderas y frenar la oleada de robos que estaban sufriendo.

Agentes del Equipo Roca de Ibi inspeccionando una finca de uva embolsada del Vinalopó.

Agentes del Equipo Roca de Ibi inspeccionando una finca de uva embolsada del Vinalopó. / Áxel Álvarez

Una década después la labor desarrollada por la Benemérita ofrece unos datos contundentes y la opinión mayoritaria de los agricultores confirma la eficacia demostrada por los tres equipos Roca de la provincia de Alicante.Concretamente el de Ibi, que dirige el cabo primero Daniel Neila y cuya sede se encuentra en el cuartel de Novelda; el de Calp, con sus dependencias en el Verger y con Sergio Miguel Fernández entre sus efectivos; y el de Torrevieja, ubicado en el cuartel de Almoradí con el agente Alfonso Marín en la plantilla.

Acumulan en la última década más de 5.000 intervenciones entre operativos, investigaciones, planes preventivos e inspecciones con una cifra superior a los 2.000 detenidos y cerca de 3.000 hechos delictivos esclarecidos.

Satisfacción de los agricultores

La presión que los guardias civiles de los Roca han ejercido sobre la delincuencia en el ámbito rural ha reducido en más de un 70% el número de delitos. Un claro ejemplo se ha dado en el denominado Valle de las Uvas de la comarca del Medio Vinalopó. Cuando el Equipo de Robos en el Campo inició su actividad en la Compañía de la Guardia Civil de Ibi, cuya demarcación se extiende desde el Alto y Medio Vinalopó hasta El Comtat y l'Alcoià, el número de denuncias por sustracciones de uva de mesa superaba las 50. En 2022 se presentaron 2 denuncias y el año anterior ninguna a pesar de que, a parte del producto estrella de la uva, en l'Alcoià y el Alto y Medio Vinalopó también hay una importante cosecha de cereza, oliva, almendra, frutales y hortalizas.

Una detención del Equipo Roca de Ibi por el robo de uva de mesa en el que se pudieron recuperar los 4.500 kilos sustraídos.

La detención de los miembros de una familia por parte del Equipo Roca de Ibi tras un robo de uva de mesa en el que se pudieron recuperar los 4.500 kilos sustraídos.

La acción preventiva del Roca de Torrevieja, que cubre todo el sur de la provincia desde Albatera hasta Pilar de la Horadada, también ha conseguido rebajar de forma más que apreciable los robos de alcachofa, melón, naranja y limón. Una tendencia que también se ha dado en el Roca de Calp con los cultivos de cereza, níspero, naranja y aguacate que abundan en las fincas de l'Alacantí, Marina Alta y Marina Baixa.

Labor didáctica

Un éxito policial basado en muchas horas de investigación, controles, pesquisas y vigilancia. Tanto diurna como nocturna. Por tierra con coches patrulla y camuflados y por aire con drones y helicópteros. Pero los buenos resultados también se deben al clima de confianza y colaboración que los agentes han alcanzado con los agricultores y ganaderos por la cercanía, el interés y la preocupación que les demuestran a diario. Tal es así que ante cualquier sospecha los afectados llaman inmediantamente al teléfono móvil de las patrullas Roca para informarles y no hay ningún caso que se quede sin investigar. Hasta los más insignificantes.

De hecho, hace unas semanas se sorprendía el propietario de una finca de la Maria Alta porque los agentes habían abierto una investigación para localizar la máquina desbrozadora que le habían sustraído en su chalé. En este sentido la labor didáctica de los Roca es muy importante. Los agentes mantienen reuniones periódicas con los profesionales del sector primario. Les dan consejos para mejorar la seguridad de sus explotaciones y escuchan sus propuestas, sugerencias y peticiones para ponerlas en práctica con el objetivo común de mantener a raya a los amigos de lo ajeno.

Los agricultores avisan a los agentes Roca ante la menor sospecha para evitar que les roben la cosecha.

Los agricultores avisan a los agentes Roca ante la menor sospecha para evitar que les roben la cosecha.

Los ladrones cambian

El incremento de la seguridad en el campo ha obligado a los ladrones a modificar su "modus operandi" o cambiar de botín. Muchos se han pasado de la fruta a los metales -principalmente el cobre de los tendidos eléctricos y telefónicos, los catalizadores de los coches y los paneles de energía solar- y otros han cambiado de producto agrícola. En la demarcación del Roca de la Compañía de la Guardia Civil de Calp los habituales robos de mandarinas, naranjas y nísperos han sido sustituidos en los últimos años por los aguacates. No solo porque consiguen un mejor precio sino por la mayor facilidad y rapidez en la comisión del delito que evita que los ladrones sean sorprendidos in fraganti. Precisamente en Callosa d'En Sarrià es donde los agentes están detectando este problema si bien ya están poniendo medidas para atajarlo.

Recuperación de cobre sustraído tras una operación de los agentes del Equipo Roca de Ibi.

Recuperación de cobre sustraído tras una operación de los agentes del Equipo Roca de Ibi. / INFORMACIÓN

En la Vega Baja, por ejemplo, los robos de cítricos se producen ahora mucho más en los despachos que en los campos. Las estafas a pequeños productores a través de pagarés sin fondos, correos electrónicos falsos -la modalidad del phishing- y contratos fraudulentos están a la orden del día. Los agricultores se enfrentan a otro tipo de ladrones, los de guante blanco, mucho más peligrosos que los tradicionales.

En estos casos la investigación se complica porque en muchas ocasiones las estafas las cometen grupos criminales que operan desde el extranjero. A pesar de ello los Roca adscritos a la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante han conseguido desmantelar redes internacionales muy activas. Una de ellas arruinó a una empresa hortofrutícola de la Vega Baja tras estafarle 2,5 millones de euros con los cítricos que transportaron hasta Italia en 65 camiones tráiler. El cabecilla fue detenido e ingresó en prisión pero la empresa no pudo superar el "palo" y terminó cerrando.

Clanes familiares

En la mayoría de los casos los autores suelen ser clanes familiares especializados en la sustracción de las hortalizas o frutas de temporada. Recorren toda la provincia con sus coches y furgonetas y tratan de vender la mercancía el mismo día del robo en mercadillos populares, bares o fruterías para no dejar rastro. Sin embargo con el tiempo acaban siendo detenidos y con la acumulación de delitos leves, menos graves y graves, tras la última reforma del Código Penal, terminan ingresando en prisión.

Es lo que le ocurrió a varios miembros de un grupo desarticulado en el Medio Vinalopó en el año 2017. En la operación se arrestó a siete miembros de la misma familia residente en Alicante y se recuperaron los 1.200 kilos de uva que habían cargado en cinco coches.

Un agente del Equipo Roca con las bolsas de cobre recuperadas en una operación de 2017.

Un agente del Equipo Roca con las bolsas de cobre recuperadas en una operación de 2017. / INFORMACIÓN

Sin embargo todavía hay muchos propietarios que optan por no denunciar así que, con el propósito de cambiar esta dinámica, la Guardia Civil está dando todo tipo de facilidades a las víctimas para que ningún hecho delictivo en el campo se quede sin denunciar.

También el Documento de Acompañamiento y Trazabilidad Agraria (DATA) se ha convertido en una poderosa prueba para poder demostrar la pertenencia ilícita de los productos agrícolas o ganadería que los ladrones transportan en los vehículos cuando son sorprendidos por la Guardia Civil. Con más de 20 kilos de cualquier producto agrícola es obligatorio mostrar el DATA. De este modo las autoridades disponen de herramientas legales para seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución, de cualquier alimento, pienso o animal destinado a la producción de alimentos o bien de cualquier sustancia destinada a ser incorporada en alimentos o piensos.

Inspecciones laborales

Otra de las actuaciones que los agentes realizan en colaboración con la Inspección de Trabajo son controles en las explotaciones agrícolas o ganaderas para comprobar que se cumplen los derechos laborales de los jornaleros. En más de una ocasión a los agentes Roca les ha tocado correr campo a través detrás de los empleados que, aleccionados previamente por sus capataces, se dan a la fuga cuando están en situación irregular en el país y carecen de contrato de trabajo.

En septiembre de 2016 los agentes del Equipo Roca de Ibi investigaron a un matrimonio de Monforte del Cid por un delito contra los derechos de los trabajadores inmigrantes, los cuales recolectaban uva de mesa en viñedos en situación de semiesclavitud. Los afectados, ambos de origen magrebí, relataron a los agentes las pésimas condiciones laborales en las que se encontraban con jornadas de 12 horas a pleno sol y en ocasiones sin comida, con sólo una garrafa de cinco litros de agua para ambos y sufriendo, además, maltrato verbal, amenazas, coacciones y el impago de más de 5.000 euros.

Aunque el potencial del sector ganadero en la provincia es reducido, los Roca también han resuelto muchos delitos en este ámbito durante sus diez años de trayectoria. Entre ellos el robo de 136 cabezas de cordero y de 28 cabritos de una granja de la Marina Baixa, y de varios cientos de palomos de competición en el Alto y Medio Vinalopó, l'Alacantí y la Vega Baja. Asimismo, han resuelto estafas a cazadores por el pago anticipado para participar en inexistentes monterías ofrecidas por internet en diversos puntos de España y de estafas relacionadas con la falsa devolución de perros extravíados.

Las rondas de vigilancia de los Equipos Roca a pie de campo son frecuentes durante el periodo de cosecha de cada cultivo.

Las rondas de vigilancia de los Equipos Roca a pie de campo son frecuentes durante el periodo de cosecha de cada cultivo.

La enorme extensión de terreno que tienen que cubrir los tres Equipos Roca, la ausencia de medidas de seguridad en las fincas y la falta de testigos son las principales dificultades a las que se enfrentan los agentes de la Guardia Civil especializados en la vigilancia del ámbito rural. A pesar de ello en estos diez años han dado sobradas muestras de su capacidad autodidacta y su eficacia en cumplir la misión de cultivar la paz en los campos alicantinos.

"Serentibus pacem in agris". Cultivando la paz en los campos. Un gran lema.