Somos Terreta

Julio Guillén Tato: Un alicantino total

Julio Guillén Tato: Un alicantino total

Julio Guillén Tato: Un alicantino total / Antonio Adsuar

Somos Terreta

-Papá, ¿qué es un almirante? Un niño pequeño pasea con su padre de la mano por el puerto. Concretamente por la avenida del Almirante Julio Guillén Tato, que va de aproximadamente de la Sala de exposiciones de la Lonja de pescado hasta la rotonda frente al monumento a Canalejas.

-─Un almirante, Pablo, es un marino muy importante, como el jefe del capitán de un barco.

Nuestro padre hipotético ha dado una respuesta simplificada y eficaz a su hijo pero, en su interior, la certera pregunta del niño le ha creado un malestar difuso. 

Para sus adentros se pregunta: "¿cómo puede ser que, siendo yo alicantino de toda la vida, no sepa nada de nada sobre quién fue el almirante Guillén Tato?"

Reconozcámoslo, no pasaría a casi todos, nos pasa constantemente a casi todos de hecho. Otras tierras valoran mucho más a sus conciudadanos egregios, a sus hijos ilustres.

Yo he vivido en Barcelona más de cinco años y, con sus defectos y virtudes, he de decir que los catalanes reivindican mucho más su historia y a sus grandes figuras.

Alicante es una ciudad comercial, cosmopolita y abierta al futuro. Le importa más el provenir, el comercio y la prosperidad que los siglos pretéritos. Y eso no es necesariamente malo, siempre que se equilibre un poco.

Es vital para la construcción de un nosotros alicantino, para que nos valoremos más como ciudad y como provincia, como comarcas alicantinas, que conozcamos a nuestras grandes mujeres y hombres, a aquellos que destacaron naciendo en Alicante como nosotros.

Un ejemplo muy flagrante: ¿qué porcentaje de alicantinos sabe quién fue Rafael Altamira? Un tan relevante jurista, propuesto dos veces para el Premio Nobel de la Paz, debería vivir mucho más presente entre nosotros.

Por suerte, la futura y nueva Ciudad de la Justicia de Alicante recibirá el nombre de Rafael Altamira. Algo es algo, vaya.

Altamira es un personaje monumental pero en la Terreta tenemos muchos más ilustres fundamentales que merecen ser recordados.

Hoy he querido centrarme en uno en particular, el almirante Julio Guillén Tato (1897-1972). Fue Guillén un hombre incansable, de una vivacidad sublime. No pretendo, ni mucho menos, agotar en unos cuantos párrafos de periódico efímero su inmensa trayectoria vital. Pero sí deseo, como siempre que comparezco ante ti en esta columna de "Somos Terreta", benévolo lector, moverte en tu curiosidad. Vamos a explorar las gestas y hechos de Julio Guillén, ¡verás qué interesante fue su vida!, adelante.

Comenzaremos en el taller de Vicente Bañuls al que Guillén acudía para recibir clases de modelado mientras el escultor tallaba un monumento al mayor marino alicantino de todos los tiempos (uno de los más grandes de España, sin duda): hablamos, por supuesto, del noveldense Jorge Juan y Santacilia (1713-1773).

Aquella fue la primera de muchas casualidades que le vincularon con dicho conspicuo navegante y científico al que Guillén proclamaba su protector. Por él se hizo marino y, fascinado por su trayectoria, difundió siempre su memoria cuando nadie se acordaba de él.

Se enamoró de la mar, de los oficios marinos de la Armada y del conocimiento y la investigación, en los que también destacó tantísimo Jorge Juan.

Julio Guillén Tato viviría marcado para siempre por esta conexión con el enorme marino de Novelda.

Ya tenemos el tanque de nuestro personaje lleno de entusiasmo y gasolina vital. Guillén comenzó a moverse y a estudiar y pasaron cosas, vaya si pasaron.

Pronto se aficionó a pilotar cualquier tipo de nave, también las aéreas. Tuvo el honor de ser la primera persona que sobrevoló la ciudad de Alicante. Lo hizo manejando un dirigible,  llamado "Vicentico", en 1922, con tan solo 24 años.

Lo suyo eran las hazañas, ya se veía. Fue Guillén un hombre de acción y enseguida ligó su trayectoria vital al ejército, participando en la segunda guerra de Marruecos de principios del siglo XX.

No obstante, no habiendo alcanzado aún los cuarenta años, se fue decantando por la investigación en temas navales y relacionados con la Armada y la historia de las gestas marineras.

En 1933 fue designado director del Museo Naval, situado en Madrid, cargo que ocupó ¡durante treinta y nueve años!

Su labor erudita le llevó a ser nombrado miembro de la Real Academia de la Historia en 1943. No era sin embargo Guillén una de esas "ratas de biblioteca" que se quedan el conocimiento para sí mismas.

Le encantaba divulgar aquello que aprendía. Muestra de esto fue su iniciativa de poner en marcha un programa semanal para niños en Radio Nacional de España, pensado para que los más pequeños aprendieran historia naval.

Aunque su familia era castellanoparlante en su totalidad, se interesó también por el valenciano. Lo estudió profusamente, llegando a dominarlo. En valenciano escribió algunas obras como "Els camins dels catalanismes en la parla marinera castellana" (1971).

Fue también Julio Guillén un alicantinista total. Estimó y conoció toda la provincia. Curiosamente, nació horas después de encontrarse la Dama de Elche, el cinco de agosto de 1897. Nuestro almirante siempre afirmaba, en tono amable, que él y la estatua íbera eran hermanos gemelos.

Su amor por Elche y su preocupación por su patrimonio ilicitano lo llevaron a formar parte del Patronato del Misteri. Fue también amplia su vinculación con Novelda, por su admiración por Jorge Juan, y con Benidorm, donde compró una residencia para él y su familia. A esta villa marinera le dedicó diversas publicaciones y lo hizo, según sus propias palabras, "con alicantinísima emoción".

Julio Guillén Tato fue un alicantino completo, nada que hubiera en nuestra provincia le era indiferente. Guillén vivió su vida en continua fusión con el mar, su vida fue el mar, que es y representa la más pura esencia de la alicantinidad.

Su elevado alicantinismo le llevó a vincular sus investigaciones marineras con la Santa Faz. Estudiando la vida del gran marino español Juan Sebastián Elcano, pudo constatar que el artífice de la gesta naval más grande de la historia, la primera vuelta al mundo de 1519-22, había hecho una promesa al monasterio alicantino que no se había podido cumplir.

Guillén consiguió en 1943, tras siglos de demora, que los 24 ducados que había querido donar Elcano a nuestro monasterio (traducidos convenientemente a 15.000 pesetas de la época) llegaran por fin a su destino, acompañados de un modelo de la nao Victoria, nave clave en la gesta geográfica, que aún hoy se puede ver colgado en la iglesia de la Santa Faz a modo de exvoto.

Hemos de ir cerrando ya este artículo aunque como ves, atento lector, podríamos derramar sobre el papel cientos de gestas de Julio Guillén Tato, un alicantino grande y activo.

Únicamente añadiremos algunas condecoraciones más a la lista de logros y triunfos de nuestro ilustre alicantino total. En 1961 le fue concedida a Julio Guillén Tato la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. En 1963 ingresó en la Real Academia Española.

En 1966 nuestra ciudad capital lo reconoció con el título de "Alicantino Ilustre", distintivo merecidísimo. Guillén siempre tuvo a gala su alicantinismo y su alicantinidad, que paseó por todo el mundo, especialmente por América.

Quiero agradecer antes de cerrar este artículo la ayuda inestimable de María José Guillén, nieta de Julio Guillén Tato; sin ella esta pieza periodística no hubiera sido posible.

Como conclusión me gustaría pensar que hoy he ayudado con este artículo a algunos de estos padres imaginarios (o no tan imaginarios) a los que les gustaría explicarles a sus hijos, los alicantinos del futuro, quienes fueron nuestros más grandes personajes.

Julio Guillén Tato merece ser recordado como uno de los mejores, vitales e incansables alicantinos contemporáneos. Os invito a seguir investigando y conociendo a muchos más conciudadanos fundamentales: al propio Altamira, al doctor Balmis, a Carlos Arniches, a Ruperto Chapí, al arquitecto Vidal Ramos, a Eleuterio Maisonnave, a Eusebio Sempere y a tantos y tantos otros.

He hecho una lista corta expresamente, debéis buscar más personajes fundamentales por vuestra cuenta, ¡ya tenéis deberes para la vuelta al cole amigos! Sigamos conociendo nuestro Alicante para estimarlo, a través en esta ocasión de las inmensas vidas de sus hijos más célebres.