La otra cara de la "cumbre histórica" entre Alicante y Elche

Barcala se queda con la Dama y Ruz, que no dudó en animarse con el Himno de Alicante al piano, se lleva un trozo de Explanada a su despacho

Ruz al piano, ante la atenta mirada de Barcala, llegó a animarse con acordes del Himno de Alicante

Ruz al piano, ante la atenta mirada de Barcala, llegó a animarse con acordes del Himno de Alicante / Jose Navarro

C. Pascual

C. Pascual

Más de tres horas transcurrieron desde que el alcalde de Elche, Pablo Ruz, se puso frente al libro de honor del Ayuntamiento de Alicante para dejar constancia de su primera visita institucional a la ciudad hasta que, antes de abandonar el Palacio Consistorial, preguntó si podía acceder a la capilla existente en un lateral del Salón Azul. Tal fue su curiosidad que llegó a abrir puertas tras las que ni el propio Barcala sabía qué había. «Nada, un armario», reveló. El encuentro entre ambos gobiernos no se solventó con una foto, tal y como subrayaron los alcaldes. Quieren que sea mucho más, el tiempo dirá si lo consiguen o sucede como en precedentes cercanos. Pero al margen de los objetivos políticos que busque la autocalificada como «cumbre histórica», los protagonistas de la reunión exhibieron complicidadSer del mismo partido ayuda.

Barcala bajó a la puerta principal del Ayuntamiento para recibir a un Ruz que llegó antes de lo previsto. Algo excepcional en un político para empezar. Luego tocó el recorrido por la zona noble del Ayuntamiento, con la explicación histórica del alcalde de Alicante, con parada previa frente a la réplica de la Dama de Elche ubicada en las escaleras de acceso. Hubo tiempo, ya de inicio, para las bromas. Barcala reconoció a su homólogo, en compañía de miembros de los respectivos ejecutivos, que tiene que redistribuir los cuadros del Salón de Alcaldes. «No voy a estar tras la puerta», dijo entre risas, a la vez que recordaba que era una promesa que hizo a su antecesor, Gabriel Echávarri. 

El socialista no fue el único «ex» del que se habló en la visita. También estuvo presente Sonia Castedo, y es que Barcala le reconoció a Ruz que la idea de regalar teselas de la Explanada en recepciones oficiales fue idea de la exalcaldesa. «Es un reconocimiento que reservamos para ocasiones especiales. Y hoy lo es», señaló el alicantino. Ruz, agradecido por un detalle «muy simbólico» que colocará en su despacho, dejó en Alicante tres detalles: su dedicatoria en el libro del Ayuntamiento («Atrás quedan las barreras y la falta de comunicación. Queremos a Alicante, porque juntos somos más grandes»), la réplica de la Dama de Elche que entregó a Barcala y una espontánea interpretación a piano, incluyendo acordes del Himno de Alicante. A casa, en cambio, Ruz se llevó la bandera de Elche que previamente había traído para la fotografía oficial del encuentro. «La conquista es eventual», bromeó el ilicitano.