Barcala pacta con Vox la creación del "gobierno paralelo" en Alicante

El alcalde de Alicante incluye en el pleno de este jueves por la vía de urgencia la propuesta que tuvo que retirar hace 20 días por la negativa de la formación ultra de respaldar la iniciativa

Se nombrarán los dos coordinadores generales y la dirección general del PGOU

Concejales de Vox pasan por delante del alcalde, Luis Barcala, antes del inicio del pleno de este jueves

Concejales de Vox pasan por delante del alcalde, Luis Barcala, antes del inicio del pleno de este jueves / Alex Domínguez

C. Pascual

C. Pascual

Por urgencia, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha incluido en el pleno de este jueves la propuesta para aprobar las retribuciones de la nueva estructura directiva diseñada con dos coordinadores y diez directores generales. Lo ha podido hacer gracias al pacto alcanzado previamente con Vox, que contempla el nombramiento en primera instancia de dos coordinadores generales (de estrategia municipal y gestión municipal) y de la dirección general de Planeamiento Urbano, que previsiblemente ocupará la hasta ahora directora general del PGOU.

"Los siguientes puestos directivos [nueve direcciones generales más] se irán cubriendo progresivamente, conforme se evalúe a los candidatos y se entienda pertinente su designación", según el equipo de gobierno, respecto a una nueva estructura que tendrá un coste total de 1,5 millones de euros, al incluir también cuatro puestos de titulares (Asesoría Jurídica, ya cubierto, junto a Órgano de gobierno, Gestión Económico-Tributaria y Contabilidad, vacantes), además del interventor general y secretario general del Pleno, también con funcionario en plaza.

Está previsto que los siguientes puestos directivos, el resto de nueve direcciones generales, se irán cubriendo "progresivamente", conforme se "evalúe a los candidatos correspondientes y se entienda pertinente su designación". Eso sí, las direcciones generales de Servicios Centrales, Medio Ambiente, Cultura y Deportes e Innovación se quedan en el aire, por exigencia de Vox, supeditando su materialización ahora, tras el pacto con los ultras, a que, en el futuro, "se consideren necesarias tras comprobar el funcionamiento de esta nueva estructura organizativa que persigue la mejora de la eficacia en la gestión municipal y la atención a los ciudadanos".

Los nombramientos son competencia de la Junta de Gobierno, tras la creación por vía decreto de alcaldía de la estructura organizativa. Dejando al margen los cuatro puestos congelados por Vox, las direcciones generales que ya cuenta con retribuaciones aprobadas son las relativas a servicios públicos, plan general de ordenación urbana, proyectos y obras, empleo, fomento empresarial y nueva economía, turismo, playas, comercio, mercados y fiestas, junto a bienestar social, educación, sanidad y familia.

Según ambas formaciones, PP y Vox tienen acordado "consensuar todos y cada uno de los acuerdos alcanzados". También han pactado, aunque sin cifras concretas, "que los Presupuestos municipales de 2024 deben recoger una partida suficiente para materializar un acuerdo entre el equipo de Gobierno y los sindicatos y la rápida implantación de la carrera profesional de los funcionarios del Ayuntamiento".

La necesaria aprobación de las retribuciones del "gobierno paralelo" se iba a tratar también por urgencia en un pleno convocado el pasado 6 de octubre, que Barcala tuvo que suspender una hora antes de su inicio ante la negativa de Vox de mantener una necesaria abstención.  

El alcalde frenó la celebración de aquella sesión a través de un escrito en el que, al menos oficialmente, se alegaba que no era "necesaria" la urgencia a la que hasta la fecha había recurrido el equipo de gobierno ("cuanto antes, mejor", alegaban). Nada se habló, en cambio, de la falta de apoyos. "Se ha solicitado tanto en el seno de la Comisión [previa al pleno] como a través de declaraciones de los distintos portavoces en medios de comunicación, que un tema de este calado querrían haber dispuesto de más plazo para su estudio y debate. Entendiendo que, después de tanto tiempo esperando para hacer la reorganización, no es necesaria tanta urgencia, y que es conveniente el tratar de alcanzar el más amplio consenso político, se toma la decisión de desconvocar el pleno extraordinario fijado para el 6 de octubre de 2023 a las 09:30, quedando pospuesto el mismo a fecha que será fijada posteriormente", recogía el documento que fue enviado a los miembros del Pleno a primera hora de la mañana, mientras los funcionarios preparaban el Salón de Plenos y el Salón Azul para la celebración de la sesión plenaria.

Sin embargo, la realidad era otra bien distinta, a pesar del mensaje que intentó defender el gobierno municipal en su comunicación oficial. Barcala se vio obligado a suspender la sesión para evitar quedarse solo, con sus concejales, en la defensa del gobierno paralelo diseñado con dos coordinadores y diez directores generales. Y es que la anunciada abstención de Vox se iba a convertir en un "no" en el pleno extraordinario de aquel viernes, sumándose así al rechazo anunciado desde el primer momento de la izquierda, tanto del PSOE, Compromís como EU-Podemos. Barcala, sin la abstención al menos de otro grupo, no podía aprobar las retribuciones para la estructura directiva diseñada.

La nueva estructura directiva

La propuesta de retribuciones para esta nueva estructura, que debía haber sido aprobada en el pleno del 6 de octubre, incluye sueldos de 82.000 euros para los dos coordinadores generales y de 75.000 euros para los diez directores generales. Según esa propuesta, todos los nuevos cargos directivos cobrarían más que los concejales con áreas delegadas, que actualmente perciben 67.637 euros, frente a los 72.752 euros del alcalde, tal y como se aprobó en el pleno de organización de principios de mandato.