Barcala se queda solo en la creación del "gobierno paralelo" en Alicante: Vox le retira el apoyo y le fuerza a suspender el pleno

La formación ultra había anunciado una abstención, que finalmente iba a virar hacia el "no", sumándose así a la izquierda

El alcalde anula la sesión plenaria de este viernes apenas una hora antes de su inicio, al considerar oficialmente que "no es necesaria tanta urgencia" y opta por dar más tiempo a los grupos municipales

A la misma hora de la sesión plenaria, todos los sindicatos habían organizado una protesta

Barcala suspende el pleno municipal de este viernes in extremis, al quedarse solo en su apuesta por un "gobierno paralelo" para Alicante

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C. Pascual

C. Pascual

Inaudito. Una hora antes de la hora de inicio del pleno extraordinario para aprobar las retribuciones de la nueva estructura directiva diseñada con dos coordinadores y diez directores generales, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha ordenado la suspensión de la sesión plenaria.

Lo ha hecho a través de un escrito en el que, al menos oficialmente, se alega que no es "necesaria" la urgencia a la que hasta la fecha había recurrido el equipo de gobierno ("cuanto antes, mejor", alegaban). Nada se habla, en cambio, de la falta de apoyos. "Se ha solicitado tanto en el seno de la Comisión [previa al pleno] como a través de declaraciones de los distintos portavoces en medios de comunicación, que un tema de este calado querrían haber dispuesto de más plazo para su estudio y debate. Entendiendo que, después de tanto tiempo esperando para hacer la reorganización, no es necesaria tanta urgencia, y que es conveniente el tratar de alcanzar el más amplio consenso político, se toma la decisión de desconvocar el pleno extraordinario fijado para hoy, 6 de octubre de 2023 a las 09:30, quedando pospuesto el mismo a fecha que será fijada posteriormente", recoge el documento enviado a los miembros del Pleno a primera hora de la mañana, mientras los funcionarios preparaban el Salón de Plenos y el Salón Azul para la celebración de la sesión plenaria.

Sin embargo, la realidad era otra, a pesar del mensaje que ha intentado defender el gobierno municipal en su comunicación oficial. Barcala se ha visto obligado a suspender la sesión para evitar quedarse solo, con sus concejales, en la defensa del gobierno paralelo diseñado con dos coordinadores y diez directores generales. Y es que la anunciada abstención de Vox se iba a convertir en un "no" en el pleno extraordinario de este viernes, sumándose así al rechazo anunciado desde el primer momento de la izquierda, tanto del PSOE, Compromís como EU-Podemos. Barcala, sin la abstención al menos de otro grupo, no podía aprobar las retribuciones para la estructura directiva diseñada.

Así lo ha confirmado la portavoz de la formación ultra, Carmen Robledillo. "Como ya dijimos en la propia comisión, optamos por la abstención porque queríamos que este tema se hablara y se pusiera sobre la mesa ya que no nos parece descabellada la idea de tener un nivel directivo igual que tantas ciudades donde está y funciona. Pero también dijimos en la comisión que teníamos ciertas dudas al respecto y no nos han convencido determinados aspectos por lo que en este momento no podíamos apoyar la propuesta de reorganización municipal". Además, Robledillo ha cargado también contra la izquierda, que ya había anunciado su "no" a la propuesta del alcalde: "Ya dijimos en comisión que la abstención en la misma no vinculaba nuestro voto en el pleno. En Vox trabajamos de manera seria, coherente y responsable, sin demagogias baratas, mentiras ni vendiendo la piel del oso antes de cazarlo como se ha hecho desde la izquierda política y mediática. Desde Vox no vamos a aceptar presiones de absolutamente nadie y mucho menos de la izquierda hipócrita que dice una cosa en privado y otra en público. Nos debemos única y exclusivamente a los alicantinos".

Posteriormente, desde el equipo de gobierno han asegurado que el pleno se ha desconvocado "para recabar el mayor consenso posible del resto de grupos políticos en un asunto de la máxima importancia para la gestión municipal". "Después de escuchar a los portavoces de otros grupos, tanto en la comisión de Presidencia y Régimen Interior, como en declaraciones a los medios de comunicación en las que reclamaban más plazo para el estudio y debate de esta propuesta, entendemos que no es necesario abordarla por la vía de urgencia", ha explicado la portavoz del ejecutivo, Ana Poquet, aunque desde el primer momento se instruyó el expediente por la vía de urgencia.

Poquet, además, ha recalcado la "predisposición del equipo de Gobierno para explicar y resolver cuantas dudas sobre cualquier extremo de la iniciativa puedan plantear los grupos de la oposición, así como para recoger las sugerencias que puedan plantear en aras a mejorar este proyecto concebido para reforzar la eficacia y transparencia de la gestión municipal". Respecto a nuevas fechas para el pleno, la portavoz ha añadido "se volverá a convocar cuando se haya alcanzado el mayor consenso posible en torno a la iniciativa".

Además de la cuestión clave de los apoyos, a la misma hora del pleno, los sindicatos del Ayuntamiento (todos, pese a su actual división) habían convocado una protesta en la plaza del Ayuntamiento contra la decisión del alcalde de crear un gobierno paralelo, además de cubrir otras plazas directivas a nivel municipal, con un coste total que rondaba el 1,5 millones de euros.

Los sindicatos reclaman avances en la implantación de la carrera profesional, una promesa electoral de Barcala en 2019 que, en la práctica, supondría un aumento salarial en función de variables como la antigüedad, el puesto de trabajo, la formación, la participación en logros o el desempeño laboral. Para intentar llegar a un acuerdo, el gobierno convocó a los sindicatos a una nueva reunión este viernes, a las 12 horas.

A esa reunión, a priori, se iba a llegar con el visto bueno definitivo a la nueva estructura directiva. Sin embargo, no ha sido así. La propuesta de retribuciones para esta nueva estructura, que debía aprobar el pleno de este viernes, incluía sueldos de 82.000 euros para los dos coordinadores generales y de 75.000 euros para los diez directores generales. Según esa propuesta, todos los nuevos cargos directivos cobrarían más que los concejales con áreas delegadas, que actualmente perciben 67.637 euros, frente a los 72.752 euros del alcalde, tal y como se aprobó en el pleno de organización de principios de mandato

La izquierda refuerza su crítica

Desde la izquierda han mantenido el mensaje crítico contra Barcala, enfatizando en las formas. "La frivolidad de este decreto no podía acabar de otra forma que no fuera con la suspensión del pleno. En la suspensión del pleno se dice que no había consenso. El alcalde no es el que dice ser. Barcala jamás ha mantenido diálogo ni busca el consenso. Él está en un permanente monólogo. Si tiene un acuerdo, es con la ultraderecha, que es lo que intenta ocultar a la ciudadanía, con sus baches", ha señalado la socialista Ana Barceló, quien ha añadido que "tras las prisas que tiene Barcala subyace que hay una frustración en el equipo de gobierno tras cien días de gobierno". "No hay nivel ni profesionalidad en el gobierno. Barcala pretendía sentar al equipo titular en el banquillo y sacar a los fichajes. Es evidente que Barcala no tiene proyecto ni lo ha tenido para la ciudad de Alicante".

Por su parte, el portavoz de Compromís, Rafa Mas, ha hablado de "administración en descomposición".  "Una vez más el alcalde de Alicante improvisa. Esta incapacidad de llegar acuerdos y su falta de diálogo con el funcionariado. Esta improvisación está descomponiendo la administración y minando la calidad democrática en esta ciudad. Hemos parado este engendro político gracias a la presión de la oposición, la dudosa legalidad de este procedimiento exprés para cambiar la estructura de la administración y de la enorme presión sindical", ha añadido Mas.

Desde EU-Podemos, el concejal Manolo Copé ha señalado que "la desconvocatoria de este pleno a una hora de su inicio es una muestra evidente de la falta de seriedad y respeto a la democracia". "El arrinconamiento del PP con medidas de calado sin soporte, junto a la presión de los sindicatos, ha evidenciado que hay que replantear la estrategia para la modernización de la estructura del Ayuntamiento. Se trata de un gobierno incapaz de negociar con la oposición", ha añadido Copé.