Los barrios del cinturón de Alicante, abandonados por el Ayuntamiento: "¿Y nosotros qué?"

Todo es cuestión de perspectivas. Desde que iniciaron las obras en el centro de Alicante durante el pasado verano, las críticas han sido constantes hacia el Ayuntamiento debido a dos factores: la falta de transparencia sobre sus proyectos y los perjuicios que han acabado viviendo los comercios y locales ante unas expectativas de venta truncadas por las reformas de las calles en pleno periodo turístico.

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No obstante, mientras en el centro alicantino sufre esta remodelación de los viales, los barrios del cinturón de la localidad exigen al gobierno local que actúe sobre sus calles al sentirse abandonados por un Consistorio "que prefiere actuar en zonas turísticas y no en los barrios más humildes de Alicante", lamenta Antonio Jordano.

Este vecino reside en La Florida, un barrio con muchas personas mayores que vive en primera persona el deterioro de sus calles sin que se tomen medidas desde el Ayuntamiento. En uno de sus viales más transitados, la calle Asturias que conecta con el parque de La Viña, apareció hace cinco meses en plena carretera un surco en el suelo que supera el metro de profundidad en su parte más deteriorada. El agujero, peligroso tanto para vehículos como para personas, sigue vallado sin que se atienda a su reforma.

"Este boquete es un peligro para las personas que transitan esta calle, sobre todo habiendo un colegio al lado y un parque infantil. Esto demuestra la poca intención que se tiene desde el Ayuntamiento para atender las demandas de barrios con situaciones más precarias", comenta Jordano mientras mira la profundidad del agujero aparecido en plena carretera, justo en medio de las plazas de aparcamiento de dicha calle. En el interior de la zanja se encuentran restos de basura, señal que demuestra el tiempo que lleva el asfalto caído en ese vial de La Florida.

Pero situaciones como estas se aprecian también en otra calles de la zona sur de la ciudad. En Ciudad de Asís, por ejemplo, son varios los ejemplos de desniveles y de calzadas deterioradas que han ocasionado caídas en un barrio con un elevado número de personas mayores con dificultades de movilidad. La Plaza del Padre Ángel cuenta con parte de su pavimento levantado o desencajado del suelo, algo que suscita las críticas de los vecinos que pasean por ahí. En este sentido, uno de los puntos de más accidentes debido al mal estado de las aceras es el que se encuentra en la calle Victoriano Ximenez Couder, frente a un casal cultural para personas mayores.

Higiene

"Lo de la basura en mi barrio va por rachas, pero hay muchas veces que sería más higiénico vivir en contenedores porque, entre la basura de la calle y las hojas de los árboles que tardan mil en limpiar, se nos quedan unas calles que tela". Luis Eduardo de la Torre vive en el que él denomina "el barrio del eterno Parque Central" y es muy crítico "independientemente el color que haya gobernando", pues sus críticas vienen de muy lejos.

Desde su casa se ve el Puente Rojo, una construcción que, advierte, "está en una situación nefasta, si lo miras muy fijamente, se cae". Así, ve necesaria la labor del Ayuntamiento "para que arregle las grietas que se han producido, los escalones rotos y la mala iluminación que lo hace nada accesible por la noche".

Las críticas, además, se producen tanto en los barrios del sur como en los del norte. La Asociación de Vecinos de Virgen del Remedio, representada por su presidenta María Eva Coloma, reivindica la "salubridad" de un barrio que, entiende, "ha sufrido un abandono total, sin intervención por parte del Ayuntamiento". Entre las críticas realizadas por la presidenta de la asociación, se encuentra el hecho de existir varias calles sin asfaltar, un muro derrumbado en junio de 2022 frente al CEIP Nuestra Señora de la Paz que todavía no ha sido atendido y un constante deterioro del parque Lo Morant.

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"Vivir en barrios humildes del cinturón de Alicante es darte cuenta de las dificultades que tienes para vivir en una zona donde las carreteras están llenas de baches, hasta el punto de llegar a ser peligrosas, y de un cúmulo de sitios donde la falta de limpieza y los deterioros de infraestructuras son constantes", comenta María Eva, que reivindica la necesidad de un plan de acción en barrios de la ciudad: "Siempre se centran en reformar las zonas más turísticas, pero ¿y nosotros qué?".

Inversión

La Asociación Vecinal de Virgen del Remedio se muestra crítica con el olvido del gobierno local a la barriada alicantina: "Nosotros no tenemos que depender de los fondos europeos, el Ayuntamiento tiene que invertir en sus barrios". Su presidenta entiende que los problemas que representan los arrabales alicantinos, "que son los mismos que los de otros barrios vecinos", son causa de la falta de inversión en ellos: "Todos somos iguales, todos pagamos nuestros impuestos y todos necesitamos inversión. Si hubiese un plan para atender a los barrios, no llegaríamos a estos extremos de falta de mantenimiento".

Uno de los ejemplos que ilustran ese mantenimiento que reclama María Eva es el muro caído en la plaza Dolçainer Lluís Avellà. Situada frente al colegio Nuestra Señora de la Paz, esta plaza vivió la caída de uno de sus muros en junio del pasado año. "El Ayuntamiento anunció una inversión para intervenir en los desperfectos de esa plaza y arreglar, entre otras cosas, el muro caído, muy peligroso para los niños. No obstante, ha pasado más de un año y sigue sin haber muro", confirma la presidenta de la asociación vecinal, no sin antes admitir que "si esto hubiese pasado en otra parte de la ciudad, ese muro ya se hubiese erigido hace tiempo".

Parque Lo Morant

Si se saca el foco de los viales y plazas, y se analiza la situación de los parques, también se refleja "la dejadez del Consistorio" en el extrarradio alicantino. El parque urbano Lo Morant, considerado el mayor espacio verde para el ocio y el recreo de la ciudad, también es uno de los puntos donde María Eva centra su atención: "La empresa encargada de la reforma y el mantenimiento del parque se fue y el espacio ha quedado completamente abandonado".

Ni rastro queda de la rosaleda que presidía el espacio verde por la falta de riego, las zonas de picnic se muestran deterioradas y grafiteadas y actualmente, según alega la presidenta de la Asociación de Vecinos Virgen del Remedio, únicamente cuenta con un jardinero para 130.000 metros cuadrados.