Retratos urbanos

Un médico que fomenta la vida

José Jesús López Gálvez, ginecólogo, investigador y docente, es uno de los padres de la reproducción asistida en España o de más lejos

Un médico que fomenta la vida.

Un médico que fomenta la vida. / INFORMACIÓN

Pepe Soto

Han pasado 40 años y algunas jornadas desde que fundó el primer banco de semen de la Comunitat Valenciana y uno de los primeros de España, desde que inseminó en Alicante a las primeras ocho mujeres con esperma de donante. Sus clínicas atienden cada año 10.000 casos. El 90% de los tratamientos consiguen la fecundación; o sea cerca de 9.000 nacimientos al año por diversas técnicas en las 17 clínicas que Grupo UR Internacional tiene en España, México y Nicaragua.

Un médico que fomenta la vida. José Jesús López Gálvez nació en el centro de la ciudad de Alicante. Hijo de Leonor Gálvez y José López Sarabia. El padre fue intendente mercantil, profesor de la Escuela de Comercio y montó, con un socio, la Academia Cots, que sigue activa. Tiene una hermana algo mayor, Leonor. Desde parvulito hasta bachiller estudió en Maristas, cerca de la casa familiar. Buen estudiante, apostó por la Medicina. Tras seis años de carrera en la Universidad de Valencia, el protagonista de este retrato se decidió por la Ginecología. Estuvo como residente en dos hospitales de Valencia y Castellón y presente en muchísimas guardias. Tras cuatro años de formación, fue a parar con su bata blanca al Hospital General de Elche, por oposición. Poco tiempo más tarde llegó a Alicante, a la vieja Residencia «20 de Noviembre», en un servicio exclusivo para mujeres, que dirigía el doctor Martínez Sampedro (1936-1995). Ahí estuvo entre consultas y quirófanos hasta 1996, año en el que decidió pedir excedencia en la salud pública para dedicarse, casi exclusivamente, a la reproducción asistida.

Los inicios. 11 de agosto de 1984. El diario INFORMACIÓN publica en su página 5 el siguiente titular: «Ocho alicantinas están siendo tratadas mediante inseminación artificial». La noticia la firmó Pirula Arderius, gran periodista y compañera. Contaba que el doctor López Gálvez había creado el primer banco de semen en la Comunitat Valenciana y uno de los primeros del país; es decir, que la inseminación artificial ya era posible en Alicante.

Siempre pendiente de la medicina, la investigación y la docencia, el doctor López Gálvez, uno de los padres de la reproducción asistida en España, tomó un camino: «Mi hermana Leonor tuvo dos abortos de repetición precoces y quise estudiar por qué». En aquel momento estaba terminando Ginecología como especialidad y se le metió en la cabeza el gusanillo de la fertilidad. Las parejas querían tener hijos, pero no querían transmitir el problema, y más si era por afección del varón. Situación muy distinta a la de ahora. Por cuestiones de la legislación vigente y del llamado orden, los profesionales mantuvieron el tipo con profesionalidad y ética. Siempre tuvo claro que la reproducción precisaba de un equipo multidisciplinario que trabajara en equipo. Y con esta premisa, decidió contar con un farmacéutico, un analista y un urólogo. Ideó sus propios métodos para congelar el semen y buscó los materiales con los que poder hacer inseminaciones. Ahí estaban los ginecólogos Lloret Ferrándiz y González Picó; el urólogo Juan José Lobato Encinas; los farmacéuticos Juan Selva y María Teresa Antequera y los analistas Ruiz Follana y Tascón Astigarraba. Ahí empezó todo. Tiene dos hijas y un hijo. Está casado con María Jesús Arias.

Dirige la Unidad de Reproducción HLA Vistahermosa, en Alicante, además de presidir el Grupo UR Internacional, formado por 17 unidades de reproducción asistida en diferentes puntos de España, y dos más en México y otro en Nicaragua. Más de 250 profesionales realizan cada año más de 10.000 procesos y tratamientos. Mucho han cambiado las cosas desde entonces, no solo en la dimensión científica; también lo ha hecho la sociedad. Desde sus inicios optó por albergar sus unidades de reproducción asistida en hospitales. La primera, en la Clínica Villahermosa de HLA. «Pensé que daría más consistencia, seguridad y trazabilidad a los tratamientos». Y dio prioridad a la incorporación rápida de todas las técnicas y avances en reproducción asistida. «El gran cambio fue la fertilización in vitro y después la inyección intracitoplasmática de espermatozoides». Esa idea le llevó a dar prioridad al campo de la genética creando una unidad específica reproductiva en 1996. «Nuestro primer laboratorio fue capaz de diagnosticar problemas genéticos con la reproducción cuando la mayoría de los hospitales de España, tanto públicos como privados, no pedían ni un cariotipo para hacer un tratamiento de reproducción. Disponer del diagnóstico genético ha marcado un antes y un después en el tratamiento de fertilidad, y en la medicina en general».

La investigación y la formación en el ámbito de la reproducción, como en otros de la biomedicina, es clave. Y el ritmo de la investigación obliga a «aprender y enseñar continuamente». Así, en 1999, optó por compartir su propio conocimiento y el de su equipo, creando junto a Joaquín Rueda, director de la Unidad de Genética del Grupo UR y de la Clínica Vistahermosa, el Máster Universitario de Medicina y Genética Reproductivas, que se imparte en la propia clínica en colaboración con la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Por ahí han desfilado más de 250 profesionales de todo el mundo que han recibido formación específica y acreditación. La labor docente e investigadora se completa a través de la Cátedra de Biomedicina Reproductiva Clínica Vistahermosa de la Universidad Miguel Hernández (UMH). Tiene un gran equipo. Interdisciplinar. A la espera de charlar con él, la sala de espera es como una Torre de Babel: pacientes europeas, asiáticas, africanas, de las dos américas: la de arriba y la de abajo, jóvenes y más maduras.

El Grupo UR nació en 1983 con la creación del primer banco de semen de la Comunidad Valenciana para la crioconservación de gametos masculinos con el fin de utilizarlos en inseminación artificial o crioconservarlos.

En ese viaje, fue esencial la puesta en marcha en 1996 del Área de Genética, que convirtió al Grupo UR en un referente. Para avanzar en este campo, en 2000 López Gálvez impulsó la creación del Máster de Biomedicina Reproductiva de la Universidad Miguel Hernández, que se ha consolidado como una referencia formativa de alta calidad a nivel internacional.

La dimensión internacional del Grupo UR es otro de sus grandes activos. En 2008 la compañía comenzó su proceso de internacionalización para captar pacientes en los cinco continentes y en 2016 abrió su primera clínica fuera de España, en Ciudad de México, a la que se unió en 2018 un nuevo centro en Managua.

Una experiencia exitosa: la manera de entender la medicina centrada en los pacientes; en la búsqueda permanente de la excelencia; en la reinversión para disponer de mejores centros, formar equipos profesionales de alto nivel e incorporar la tecnología más innovadora; y en el empeño para ser los mejores.

Han transcurrido cuatro décadas. Todo ha cambiado. Los avances en esta especialidad, enfocada actualmente en el estudio del ADN, son un pilar fundamental para establecer un diagnóstico, prever el pronóstico reproductivo, erradicar el riesgo genético a la descendencia y evitar la transmisión de enfermedades hereditarias.

«Mi mentalidad sigue siendo la misma que cuando empecé, con la misma ilusión y el mismo trabajo. La satisfacción de poder seguir todos los pasos hasta conseguir que las pacientes, cada una con su historia, se queden embarazadas, sigue siendo muy grande».

José López Gálvez no para. Anda por el mundo con su maletín para contar sus experiencias en el ámbito de la reproducción, la genética y más cosas. Sigue como una cigüeña.