Estudiantes de 12 años ayudan a sus compañeros contra el ciberacoso

El CEIP Sanchis Guarner de Ondara forma a alumnado de sexto de Primaria y luego ellos dan charlas a sus compañeros de 1º a 5º

Los Ayudantes TIC del CEIP Sanchis Guarner de Ondara impartiendo una charla en el centro.  | INFORMACIÓN

Los Ayudantes TIC del CEIP Sanchis Guarner de Ondara impartiendo una charla en el centro. | INFORMACIÓN

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

El CEIP Sanchis Guarner de Ondara supo leer lo que muchos centros aún no descifran: «Hace tiempo que el conflicto se trasladó del patio al ciberespacio». Así lo explica su director Raúl Lara, que creó el proyecto Stop Ciberbullying para enseñar, ya en Primaria, a todos los niños y niñas a usar de manera responsable un teléfono móvil. En una época en la que la prohibición está en boca de todos, Lara apuesta por hablar abiertamente del tema en clase.

Es más, es el alumnado de sexto de Primaria (12 años) es el que da las charlas a los menores de 1º a 5º de Primaria sobre cómo utilizar el móvil. En el primer trimestre todos los alumnos de sexto reciben formaciones en la hora de tutoría, y en el segundo trimestre se elige a 8 de cada clase y les nombran Ayudantes TIC.

Primero les enseñan a hablar en público y luego les encomiendan la misión de dar charlas de 35 minutos al resto del colegio. «Son como hermanos mayores y los más pequeños los tienen como referentes, así que atienden mucho más», cuenta Lara. El proyecto funciona tan bien que todos quieren ser Ayudantes TIC cuando llegan a sexto de Primaria.

En las charlas se ponen vídeos y se habla de ciberbullying, grooming, phising, adicción a la tecnología y de normas básicas de conducta en internet y las redes sociales. «No hay que echar a alguien de un grupo de wasap aunque no hable porque se puede sentir mal, y tampoco se pueden publicar fotos de otra persona o hacerle memes sin su permiso», explican los propios alumnos.

Parte de una charla en el CEIP Sanchis Guarner, de Ondara. | INFORMACIÓN

Parte de una charla en el CEIP Sanchis Guarner, de Ondara. | INFORMACIÓN

En el CEIP Sanchis Guarner de Ondara estaba (y está) prohibido el móvil. Pero hace unos años, y especialmente tras la pandemia, empezaron a florecer conflictos que tenían su origen fuera de la escuela, sobre todo de ciberbullying. «Como es el entorno de los niños e influye mucho en su educación decidimos ponernos manos a la obra», cuenta Raúl Lara.

Un par de años después, ya no tienen ningún caso de ciberacoso en la escuela. «Con el proyecto hicimos un protocolo de intervención en casos de ‘ciberbullying’, y de momento no nos ha hecho falta utilizarlo, y eso lo consideramos un éxito», cuenta Lara.

Además de las charlas, del proyecto también se sacan muchos datos interesantes. El centro tiene cuatro líneas y unos 60 alumnos en cada curso. El año pasado los Ayudantes TIC preguntaron cuántos niños tenían móvil en segundo de primaria (7 años), la respuesta fue que 25.

Detección y prevención

El proyecto está muy centrado en la detección y prevención de casos. Todo a cargo del alumnado de sexto de Primaria. Al final de la charla los niños reparten unos palitos rojos y verdes a la clase y lanzan la pregunta: «¿A alguien le ha pasado algo de lo que hemos dicho en la charla?». Si sale un palito verde, ese niño se puede acercar para hablar con los mayores.

En la mayoría de casos los problemas no son graves y son los mismos niños de 12 años los que lo solucionan. «Por ejemplo, algún niño nos ha dicho que alguien le estaba molestando por wattsap y nosotros le enseñamos cómo se bloquea a alguien, o si es por el chat de un videojuego lo mismo. Luego les enseñamos el botón para denunciar vídeos de Youtube... Y si es grave o les han hackeado un videojuego le decimos que se lo diga a sus padres para que denuncien», cuentan los niños.

Con 12 años estos jóvenes tienen mucho más clara su relación con la tecnología que muchos adultos. «Les decimos que si van a mirar, por ejemplo, Tik Tok, es muy importante que se pongan un tiempo límite y que tienen que tener control parental y unas horas para estar con el móvil. Pero sobre todo les explicamos que dejen el teléfono cuando están con sus amigos, porque es mucho mejor jugar.».

Pero no todo es responsabilidad de los menores. «Hay niños que cuando llegan a casa lo que ven es a su padre tirado en el sofá con el móvil y eso no puede ser», denuncia Lara. Aunque el Ampa y el centro organizan charlas para padres sobre este tema, rara vez suelen asistir. Así que se les ocurrió otra idea que ha sido un éxito. «El año pasado decidimos que los chicos iban a dar una charla en la casa de la cultura. Se llenó y muchas familias salieron de allí encantadas porque sus hijos le enseñaron cosas», dice Lara.