«Soy 'Bartala', no hay plaza que se resista»: el «alcalde» pone fin al Carnaval de Alicante

Enrique Ortiz, Cristina Cutanda, Javier Milei, Isabel Díaz Ayuso, Benjamín Netanyahu y, sobre todo, Luis Barcala, convertido en "Bartala", han sido protagonistas del pregón —a forma de epílogo tras ser pospuesto por la lluvia del viernes— de Carnaval alicantino de este año. Lo han sido de manera involuntaria, parodiados en "La feria de Bartala", como se ha titulado el teatro cómico celebrado en la plaza del Carmen, que ha vuelto a estar fundado de crítica y ha analizado los últimos doce meses de noticias a nivel local, nacional e internacional con sátira y haciendo un repaso a las mayores polémicas del año.

Entre ellas, ha destacado el polémico traslado de las melias de la avenida de la Constitución a Playa de San Juan, que ha ocupado gran parte de las escenas del pregón.

Una de las voces en "off" que introdujo el teatro criticó las políticas realizadas en la ciudad, con frases como: "Quieren transformar 'aquesta terreta' en otro Benidorm, en donde a la cultura le sustituya el follón". Aunque también repartió a la guerra entre Israel y Hamás: "Estados Unidos mueve sus hilos a través de Europa y la OTAN. También Rusia con los chinos quiere sacar su 'tajá', mientras sus populachos se parten la cabeza por no ir a disparar", se escuchó durante la introducción.

El gran protagonista del teatro, sin embargo, fue el alcalde de la capital alicantina, Luis Barcala, parodiado como "Bartala", con las melias y la remodelación de la avenida de la Constitución como eje central de la sátira. Ataviado de leñador y con un hacha y junto a la también parodiada concejala de Fiestas, Cristina Cutanda, el personaje se presentó con su apodo al público: "Soy Bartala-tala, no hay plaza que se resista ni velador por instalar" o "Yo soy Bartala-tala, seas palmera datilera o melia en el Ideal", fueron algunas de las frases que introdujeron al personaje.

En el "sketch", el parodiado alcalde se jactó del resultado de las obras en la avenida de la Constitución con un "¡A la m.... las melias!", mientras que la también retratada concejala de Fiestas trataba de poner freno a su celebración recordando algunos de los errores en las obras: "Diáfano te quedó, ¡ni alcantarillas pusiste!", subrayaba el personaje de Cutanda.

El Entierro de la Sardina pone fin a los carnavales de Alicante 2024

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Unos intentos de la parodiada concejala que no frenaban el ímpetu de un "Bartala" que pasaba a alardear de las intervenciones en la Explanada: "Cuando se vayan esos hippies..., ahí cuatro cafeterías me caben 'pa' mis colegas", decía un personaje que canturreaba un "tala, tala, tala, tá" al final de cada frase.

El personaje del alcalde insinuaba que iba a seguir con sus "talas", mientras el de Cutanda le recordaba otra actuación: "Ya le diste a Ortiz el Claustro de San Nicolás". En ese momento apareció una imagen imitando al empresario alicantino: "¿Escuché mi nombre? ¿Alguna plaza que tabicar? Mirad que por algo me llaman 'la p... insaciable d'Alacant'", decía en su única intervención en el pregón carnavalesco.

Milei, Ayuso y Netanyahu

El "sketch" no cesó en sus críticas, pero en parte final pasó de la actualidad local a la nacional y la internacional. Así, el personaje de "Bartala" llamaba a tres amigos a participar, que imitaban las figuras del presidente de Argentina, Javier Milei; de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

Los tres intervinieron con una única frase por cabeza dirigiéndose al público concentrado la noche de este viernes en la plaza del Carmen. Primero, el personaje de Ayuso, con un "¡Comunistas asquerosos!". Despues, Milei, con un "¡Arriba el capital!". Y por último, Netanyahu, insultando de manera racista a los alicantinos con una frase irreproducible, antes de que la voz en off pusiera fin al Carnaval.

Una hora antes del pregón (o epílogo), la organización del Carnaval celebró el tradicional Entierro de la Sardina. Lo hizo con una procesión que partió desde el Panteón de Quijano y finalizó en la plaza del Carmen, donde tuvo lugar el teatro satírico.