Los estudiantes del IES Figueras Pacheco de Alicante se forman para no olvidar el terror de ETA

La viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iribar, ha acudido al centro educativo a dar una conferencia a los estudiantes como victima del terrorismo

La viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iribar, durante su conferencia en el IES Figueras Pacheco de Alicante.

La viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iribar, durante su conferencia en el IES Figueras Pacheco de Alicante. / PILAR CORTÉS

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Más de una década después del anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA, el terrorismo ha desaparecido del imaginario colectivo de los más jóvenes. Los estudiantes que ahora componen las aulas de educación secundaria o Bachillerato en Alicante apenas conocen qué supuso la banda terrorista para la historia más reciente de España, cuáles fueron sus atentados más llamativos y tampoco quién fue Miguel Ángel Blanco.

Frente a ello, el Servicio de Formación del Profesorado (CEFIRE) ha puesto en marcha un curso que busca dar herramientas a los profesores para educar a los más jóvenes frente a la desmemoria y en la importancia de abordar el terrorismo en las aulas para deslegitimar la violencia y visibilizar a las víctimas. Estos talleres han llegado esta semana a su fin en el IES Figueras Pacheco de Alicante y, en su última jornada, han contado con la ponencia de Ana Iribar, viuda de Gregorio Ordóñez, quien ha explicado en primera persona a los estudiantes de 4º de ESO, 1º y 2º de Bachiller su experiencia como víctima del terrorismo.

Iribar ha comenzado su exposición narrando cómo se conocieron ella y su marido. "Fue en el verano de 1981, yo iba a comenzar mis estudios de Filología en Zaragoza y Goyo acaba de finalizar su licenciatura en Periodismo en Navarra. Me enamoré de él en el momento que le vi y siempre le apoyé cuando quiso dedicarse a la política. Él iba a ser el futuro alcalde de San Sebastián y por eso le mató ETA, su figura debe servirnos para recordar lo importante que es defender la democracia", ha indicado Iribar.

A lo largo de la ponencia, los estudiantes han tenido oportunidad de intervenir y participar. En un momento, Iribar ha mostrado una imagen de una de las balas que simpatizantes de ETA dejaban a su marido en su casillero de concejal del Ayuntamiento de San Sebastián. A la pregunta de qué les hacía sentir esa imagen y esa situación, los alumnos y alumnas han indicado que les producía "miedo", "angustia" o "terror".

Las dudas y el desconocimiento acerca de lo que fue ETA es una de las cuestiones que más se han dejado notar. "Yo he tenido que preguntarle a mis padres qué fue ETA", explica Carlota Vanegas, estudiante de 4º de la ESO que asegura que tuvo conocimiento de que la banda terrorista existió hace apenas unos meses: "estaba escuchando la radio en el coche con mis padres y en el programa estaban hablando de un atentado, le pregunté a mi padre y me contó que era el aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco y me quede cuadros. Tenía entendido que ETA ponía bombas y me impactó saber hacían cosas así hasta hace solo 13 años".

Como ella, Mario Ortega, estudiantes de 4º de ESO en el IES Figueras Pacheco, tampoco conocía hasta este curso "ningún gran atentado" ni "el nombre de ninguna víctima" de la banda terrorista. "A veces en redes escuchamos eso de que 'ETA no fue tan malo', pero gracias a este curso y a la charla que hemos tenido he podido comprender la magnitud de lo malo que fue el terrorismo de ETA en este país, gracias a ello tenemos conciencia de lo que fue", apunta Ortega.

"Me enteré este verano de que existía ETA porque salió en la tele, pero nunca había escuchado a nadie hablar de ello", asegura Irene Samper, estudiante de 4º de la ESO. "En los talleres nos han explicado varios casos de víctimas de ETA como el de Irene Villa, que era muy joven, el mismo día que nos hablaron de ella estuve buscando más información porque me impactó mucho su caso, se llamaba como yo. Creo que es importante que nos hablen de estas cuestiones porque para eso estudiamos historia, para no repetir errores", indica Samper.

Este desconocimiento por parte de los estudiantes sorprende a los profesores que todavía no encuentran suficientes palabras para explicar a los más jóvenes que fue ETA. "Como profesores nos hemos dado cuenta de que nuestros alumnos no saben nada, ni de ETA, ni del 11M o quién fue Miguel Ángel Blanco, parece algo que se ha difuminado en el tiempo" señala María Dolores Hernández, profesora de historia en el centro. "Lo que más nos preguntan es por qué pasaba esto, es algo que los estudiantes no acaban de entender, nos dicen que si había democracia y un gobierno que por qué lo hacían y es algo que para nosotros aún es difícil de entender y aún más de explicar por qué sigue siendo muy complicado", asegura Hernández.

Sin embargo, el hecho de que cada vez haya más estudiantes que no recuerden el terror de ETA es algo que no hace de menos a Ana Iribar, sino que la impulsa a continuar con su labor en las aulas. "Creo que les exigimos demasiado a los más jóvenes, lo importante es transmitirlo y eso es lo que están haciendo ahora en el centro. Hay que agradecerles a los profesores todo lo que hacen para contarles a los adolescentes lo que pasó para que entiendan la importancia de defender sus principios. Hay que seguir recordando que esta defensa no es algo que haya que hacer porque haya existido el terrorismo en mi país, sino que hay que hacerlo siempre, y eso es lo que representa Gregorio, la defensa de los principios democráticos", apunta Iribar.