La competencia aumenta en un 50% los viajeros del tren Alicante-Madrid

Un informe del Gobierno sobre la liberalización del transporte ferroviario de alta velocidad pone de relieve los beneficios de la entrada de operadores privados para los usuarios, una situación que contrasta con el estancamiento del Corredor Mediterráneo

Usuarios de un tren Iryo, servicio prestado por la operadora Trenitalia, tras llegar a Alicante procedentes de Madrid.

Usuarios de un tren Iryo, servicio prestado por la operadora Trenitalia, tras llegar a Alicante procedentes de Madrid. / Pilar Cortés

La entrada de operadoras privadas, y por tanto de competencia en el corredor ferroviario entre Alicante y Madrid, ha supuesto un incremento de viajeros del 50%, derivado fundamentalmente del aumento de la oferta y de la bajada de precios o el lanzamiento puntual de ofertas que ha traído consigo esta liberalización. Y esta situación, en mayor o menor medida, se ha dado en todas las relaciones en las que ha entrado al menos una empresa nueva a librar batalla por hacerse con un nicho de mercado entre los potenciales usuarios del tren.

La existencia de este salto cualitativo y generalizado es una de las principales conclusiones de informe sobre la liberalización de la alta velocidad ferroviaria, elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que puede consultarse y descargarse en su página web. El documento no recoge muchos datos concretos del corredor Alicante-Madrid, aunque son en todo caso significativos. Uno de ellos, el citado incremento del 50% en el número de viajeros entre 2019 y 2023, significa que el año pasado se movieron en torno a 2.250.000 pasajeros entre las dos ciudades, una cifra histórica.

Hasta ahora, el registro más alto de usuarios del tren entre Alicante y Madrid era precisamente el de 2019, los 1.515.315 pasajeros recogidos en el Observatorio del Ferrocarril 2022 del Ministerio de Transportes. Como ya publicó este periódico, la pandemia provocó después una gran caída, para luego remontar a 1.407.637. Es decir, ha sido en 2023, con la llegada de la competencia a través de la francesa SNCF y de Trenitalia con Ouigo e Iryo, respectivamente, y también de la propia Renfe con Avlo, un producto más competitivo que AVE y Alvia, cuando se ha producido una subida enorme de pasajeros.

El tren Ouigo que inauguró este servicio entre Alicante y Madrid el 28 de marzo del año pasado.

El tren Ouigo que inauguró este servicio entre Alicante y Madrid el 28 de marzo del año pasado. / Jose Navarro

Así las cosas, el tren alcanza en estos momentos una cuota de mercado del 87% en la relación Alicante-Madrid, un porcentaje similar al que se alcanza en otros trayectos de tipo radial entre la capital de España y diferentes ciudades del país. En el caso de València es del 93%, mientras que con Sevilla es también del 87%, con Barcelona del 82% y con Málaga del 78%. En contraste con esto, en el recorrido entre Alicante y Barcelona el tren solo capta un 34% de los pasajeros.

La entrada de operadores privados ha supuesto un incremento de las circulaciones en todos estos corredores ferroviarios. En el caso de la conexión entre Alicante y Madrid, la subida es tal que incluso son superiores a lo estipulado inicialmente. En concreto, el informe de la CNMC señala que en este itinerario se han programado un 104% de los surcos ("horarios para circular", podría decirse) que se contemplaban en los acuerdos marco suscritos para la prestación de estos servicios de transporte. Esta misma superación de las expectativas se ha dado en el trayecto Madrid-Málaga, mientras que en los recorridos de la capital de España a Barcelona, València y Sevilla han quedado totalmente cubiertas, con un 99, 98 y 96%, respectivamente.

Los usuarios se benefician

El documento de Competencia incide en varias ocasiones en cómo los usuarios han sido los grandes beneficiados por la liberalización, sobre todo por el incremento de la oferta y la bajada de precios que, en términos generales, ha supuesto este proceso. El aumento del tráfico sobre las vías, no obstante, sí ha tenido una consecuencia negativa: que haya retrasos con una frecuencia mayor que antes.

Un tren Avlo, operado por Renfe pero distinto al AVE, antes de salir de Alicante en dirección a Madrid.

Un tren Avlo, operado por Renfe pero distinto al AVE, antes de salir de Alicante en dirección a Madrid. / David Revenga

Según el informe, en 2019 solo el 1,3% de los trenes del corredor Madrid-Levante (se sobreentiende, aunque no se especifica, que se incluyen los servicios tanto a València como a Alicante) sufrieron demoras superiores a los 15 minutos, mientras que en 2023 el porcentaje asciendió al 4,8%. Con todo, es el más bajo de todos los analizados; entre Madrid y Málaga se eleva a un ya notable 8,6%.

Con todo, la CNMC considera que este es un mal menor, y que el verdadero perjuicio para el usuario es la limitación de la oferta y la rigidez de los precios allá donde no hay competencia. Y alude en este sentido en más de una ocasión a lo largo del documento al Corredor Mediterráneo, que da signos de estancamiento con una pérdida del 14% de viajeros de València a Barcelona o la ya citada cuota de mercado del 34% entre Alicante y la capital catalana. Y eso a pesar de que, como publicó este periódico, el uso del tren en ese trayecto resiste y ha remontado notablemente tras la pandemia.