El don de la palabra

Natxo Vidal

Natxo Vidal / porEduardoBoix

Eduardo Boix

La palabra, tan beneficiosa como dañina, es el instrumento que utiliza el poeta para nombrar lo que siente. El resultado de esa acción es el poema o el poemario como conjunto de todo eso que se ha sentido. Sin la palabra no somos nada, no alcanzamos nada. Realmente nada existiría sin la palabra, porque todo lo que nombramos existe, sin esa acción de dar nombre a las cosas, las cosas mismas no serían posibles. Si el escritor o poeta, cualquiera de ellos, no se para a pensar en esto es que no es un escritor verdadero. El que no da la importancia a la palabra por encima del argumento no es un escritor, es un escribano al servicio de la mercadotecnia.

106 palabras, de Natxo Vidal, publicado por la editorial murciana La fea burguesía en su colección de poesía, con prólogo de Andrés García Cerdán, es un poemario que se adentra en eso que hemos hablado. Natxo, poeta ya con una trayectoria consolidada, bucea en la génesis de la palabra y de la emoción y nos regala una poesía honda y contenida. Vidal dice en un poema: «y escribir uña y escribir carne, por ejemplo. Y luego separarlas más uña y carne. Y luego separarlas más, hasta que salga sangre». Y eso es lo que es la poesía, alcanzar la belleza en lo pequeño, lo insignificante para cualquier ser humano, pero el poeta lo engrandece.

Este poemario nos traslada a la esencia de la poesía misma. Natxo Vidal ejerce esa labor del gemólogo que talla la piedra para sacar su esencia. Su poesía está plagada de imágenes bellas que son el resultado de un pulido exhaustivo de la emoción. Un ejemplo de esto sería el siguiente poema: «y distinguir entre un sinnúmero de pájaros cantores cantando al mismo tiempo, capaces algunos, de cantos muy hermosos, el canto sin apenas ornamento del gorrión; su voz sencilla pero necesaria. Admirar sus párpados violetas…» Natxo tiene la cualidad de estrujar la emoción como el que aprieta un limón para sacar el jugo que dará limonada. No es que sea un poeta más especial que otro, es que ha sabido descifrar la clave y dar con la esencia de la poesía misma. Es como el que compra un mueble en Ikea y no sabe descifrar el plano de las instrucciones, es un burdo ejemplo, pero esa es mi concepción de la poesía.

El poeta Natxo Vidal.  | INFORMACIÓN

Natxo Vidal 106 palabras La fea burguesía ediciones 100 páginas / 12 euros / porEduardoBoix

106 palabras podría ser el poemario más hondo de Natxo. Creo firmemente que ha alcanzado, hablando en términos montañeros, un ocho mil. No sé si será el K2 u otro, lo que sí tengo claro es que ha visto ya la senda por donde debe ir su poética. Vidal tiene una voz propia con la que juega y nombra lo que le asombra y lo que le entristece. Hay un poso melancólico en toda su poética. Natxo es una estrella del rock que hace baladas, que canta al sentimiento puro, a la esencia de su entraña. El poema que cierra el libro es como una vuelta de tuerca al poema que lo abre: «y, finalmente, escribir uña y escribir carne, por ejemplo. Y luego juntarlas un poquito más uña y carne. Y luego más aún, hasta que ya no sangre». Natxo Vidal cierra el poemario como cerrando su corazón a las vicisitudes. Deja a un lado lo amargo para dar paso a la esperanza, que realmente es lo que cuenta. Porque el poeta está vivo, Natxo está vivo y este106 palabras es Natxo y su vida en estado puro. Como dice en un verso contenido en este libro: y posponer la muerte, un día más.