La primera gran guerra marvelita

Jim Shooter, Mike Zech, Bob Layton  Marvel Must Have:   Secret Wars   Editorial Panini   32 euros

Jim Shooter, Mike Zech, Bob Layton Marvel Must Have: Secret Wars Editorial Panini 32 euros / porjesúsZotano

Jesús Zotano

A finales de los años 70 y comienzos de los 80, las figuras de acción se habían convertido en valiosos objetos de deseo para toda una generación de infantes. Kenner, la empresa encargada de fabricar los exitosos muñecos articulados de Star Wars, inició la producción de una serie de figuras de los superhéroes de DC (Superman, Batman, Flash…). El éxito fue inmediato, lo que no pasó desapercibido para las demás firmas jugueteras. La poderosa Mattel, que por entonces obtenía los mayores dividendos de su historia gracias a Barbie, no terminaba de ver recompensados sus esfuerzos por aumentar la atención del público masculino, al que solo lograba atraer con los pequeños coches Hot Wheels. De esta forma surgieron los muñecos de G.I. Joe y Masters del Universo, dos de los grandes éxitos de la firma, y posteriormente las figuras inspiradas en los personajes de Marvel. Del pacto comercial entre Mattel y Marvel nació en 1984 el cómic que hoy nos ocupa: Secret War, un inmenso crossover de doce entregas que reúne y enfrenta por primera vez a los principales héroes y villanos de la Casa de las Ideas. El origen de esta serie, publicada de nuevo por Panini dentro de su colección Must-Have, tiene, por tanto, un marcado carácter comercial, ya que la juguetera obligó a Marvel a la elaboración de un evento editorial que apoyase la comercialización de las figuritas. Y el resultado fue una ambiciosa historia repleta de acción, pero bastante vacía de contenido; de pocos momentos inolvidables y muchos completamente imprescindibles.

El gran acierto de estas Guerras Secretas fue la multitudinaria reunión de personajes de Marvel, una apuesta inédita por entonces. Por un lado, en el bando del bien, encontramos a Los Vengadores, liderados por el Capitán América, Hulk, la Patrulla X (inesperadamente acompañados por Magneto), Spiderman y Los Cuatro Fantásticos; mientras que en el bando maligno destacan el Doctor Muerte –el gran protagonista de la serie–, Galactus, Ultrón, Dr. Octopus, el Hombre Molécula, Destructor y su Brigada de Demolición, Kang, Encantadora, el Hombre Absorbente y Lagarto.

El guionista Jim Shooter, por entonces director editorial de la compañía, apoyado por los dibujantes Mike Zech y Bob Layton, ideó al inabarcable Todopoderoso para hacer que todos los personajes fuesen de pronto teletransportados contra su voluntad a un planeta alienígena, donde unos y otros deberían usar todas sus fuerzas para derrotar a sus adversarios. La trama, un tanto simplista y poco respetuosa con la continuidad de los protagonistas en sus respectivas cabeceras, brilla con luz propia durante las incesantes batallas –en especial el episodio en el que los superhéroes son sepultados bajo una montaña– y cuando se presentan nuevos personajes, como Titania, Volcana o la segunda Spiderwoman (Julia Carpenter). Aunque lo más laureado de Secret Wars sea la primera aparición del traje simbiótico de Spiderman: un hecho de singular trascendencia que hace que esta infantil historia sea considerada un must have para todos los seguidores del Universo Marvel.